Rubén Cortés
Desde que Filípides corrió 42 kilómetros 195 metros de Maratón a Atenas en el 490 Antes de Nuestra Era, para anunciar la victoria sobre los persas, los maratones son un sucedáneo de la guerra: este domingo, el del DF lo será para Alejandra Barrales, Miguel Ángel Mancera y Mario Delgado.
La Presidenta de la ALDF correrá 42 kilómetros, el Procurador, 10; y el Secretario de Educación, cinco… sintomáticamente el nivel escalonado en que marchan los tres en su carrera por la candidatura del PRD al GDF en 2012.
Según la encuesta interna más reciente del PRD, en los 40 puntos de preferencias está Alejandra Barrales, en los 35 Miguel Ángel Mancera y por debajo de los 30 Mario Delgado.
De ellos saldrá el candidato que decidirá Marcelo Ebrard para sucederlo en el GDF. Como sea, , será difícil lo haga por su secretario de Desarrollo Social, Martí Batres, quintacolumnista de AMLO en su gabinete.
Y Batres se sentenció el 16 de diciembre, tras organizar una rechifla contra Ebrard, orquestada por su hermana Lenia, durante el Congreso del PRD en Oaxtepec, con gritos de “Obrador, Obrador”.
Las cualidades de Alejandra están saber hacerse indispensable en la línea sucesoria, operando en la ALDF las leyes quenecesita Ebrard y sirviendo de enlace político de altísimo nivel entre éste y AMLO.
Ebrard le despejó el camino para promoverse, lo cual es excelente para su perfil porque es conocida, posee notable base social y sabe cristalizar alianzas, cabildear y manejar muchedumbres y recursos.
La baza de Mancera es haber surgido como “el candidato necesario” si Ebrard pierde poder de maniobra y Barrales no puede mantener el equilibrio de las preferencias de los dos rivales en la carrera presidencial perredista.
Mancera es bien visto desde la sociedad civil (Alejandro Martí y su organización SOS y la señora Wallace con Alto Al Secuestro) hasta la corriente perredista de Ebrard (la del secretario general Jesús Valencia) y la de AMLO (los Bejaranos).
Goza de un halo de candidato ciudadano en un momento de ideal para ello en nuestra democracia: esa figura crece en aceptación y, además, acredita buen trabajo por mantener al DF fuera del radio de acción del crimen organizado.
Delgado cuenta con la simpatía de Ebrard y es brillante: como secretario de Finanzas disminuyó la deuda pública del DF ¡3.4 por ciento en desde 2004! Y como secretario de Educación logró que un millón 650 mil alumnos y 60 mil maestros tengan gastos médicos de 25 mil pesos.
Sin embargo, no levanta en las encuestas ni tiene el cabildeo político de Barrales ni el arraigo de Mancera en grupos perredistas y sociales.
Por ahora sólo tiene la bendición de Ebrard. ¡Que todavía es bastante!
Desde que Filípides corrió 42 kilómetros 195 metros de Maratón a Atenas en el 490 Antes de Nuestra Era, para anunciar la victoria sobre los persas, los maratones son un sucedáneo de la guerra: este domingo, el del DF lo será para Alejandra Barrales, Miguel Ángel Mancera y Mario Delgado.
La Presidenta de la ALDF correrá 42 kilómetros, el Procurador, 10; y el Secretario de Educación, cinco… sintomáticamente el nivel escalonado en que marchan los tres en su carrera por la candidatura del PRD al GDF en 2012.
Según la encuesta interna más reciente del PRD, en los 40 puntos de preferencias está Alejandra Barrales, en los 35 Miguel Ángel Mancera y por debajo de los 30 Mario Delgado.
De ellos saldrá el candidato que decidirá Marcelo Ebrard para sucederlo en el GDF. Como sea, , será difícil lo haga por su secretario de Desarrollo Social, Martí Batres, quintacolumnista de AMLO en su gabinete.
Y Batres se sentenció el 16 de diciembre, tras organizar una rechifla contra Ebrard, orquestada por su hermana Lenia, durante el Congreso del PRD en Oaxtepec, con gritos de “Obrador, Obrador”.
Las cualidades de Alejandra están saber hacerse indispensable en la línea sucesoria, operando en la ALDF las leyes quenecesita Ebrard y sirviendo de enlace político de altísimo nivel entre éste y AMLO.
Ebrard le despejó el camino para promoverse, lo cual es excelente para su perfil porque es conocida, posee notable base social y sabe cristalizar alianzas, cabildear y manejar muchedumbres y recursos.
La baza de Mancera es haber surgido como “el candidato necesario” si Ebrard pierde poder de maniobra y Barrales no puede mantener el equilibrio de las preferencias de los dos rivales en la carrera presidencial perredista.
Mancera es bien visto desde la sociedad civil (Alejandro Martí y su organización SOS y la señora Wallace con Alto Al Secuestro) hasta la corriente perredista de Ebrard (la del secretario general Jesús Valencia) y la de AMLO (los Bejaranos).
Goza de un halo de candidato ciudadano en un momento de ideal para ello en nuestra democracia: esa figura crece en aceptación y, además, acredita buen trabajo por mantener al DF fuera del radio de acción del crimen organizado.
Delgado cuenta con la simpatía de Ebrard y es brillante: como secretario de Finanzas disminuyó la deuda pública del DF ¡3.4 por ciento en desde 2004! Y como secretario de Educación logró que un millón 650 mil alumnos y 60 mil maestros tengan gastos médicos de 25 mil pesos.
Sin embargo, no levanta en las encuestas ni tiene el cabildeo político de Barrales ni el arraigo de Mancera en grupos perredistas y sociales.
Por ahora sólo tiene la bendición de Ebrard. ¡Que todavía es bastante!
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