Andy Novell F.
Se han generado múltiples reacciones con lo sucedido en el estado de La Laguna en Durango, una balacera que nuevamente enciende los focos rojos de las autoridades federales.
Aún no se reponían de los hechos de Veracruz donde murió una persona y tres resultaron heridas por la explosión de una granada de
fragmentación, que el grupo criminal de” Los Zetas” arrojóa la
población para evitar escapar de una célula de militares que los
perseguían.
Lo que sucedió en la comarca lagunera fue un enfrentamiento entre
células de Los Zetas contra el cartel del Pacífico, que en su paso se
encontraron a fuerzas federales.
Los disparos llenaron de pánico a los espectadores del partido
Santos-Morelia, pero de acuerdo a los testigos que presenciaron el
tiroteo, los criminales comenzaron a disparar contra la población.
Esto despierta una preocupación en los ámbitos federales, esto se debe
a que la violencia que se utilizaba entre los grupos rivales del
narcotráfico y contra los cuerpos de seguridad del gobierno federal,
se están trasladando a la población.
Nuevamente en estos hechos aparece el grupo de “Los Zetas” primero fue
Veracruz, ahora es la comarca lagunera; de acuerdo a la Información
Filtrada de las áreas de seguridad del gobierno federal, la reacción
de los “Zetas” se debe a que es el grupo delictivo que esta en la mira
para debilitarlo, romperle sus estructuras económicas y de personal.
Este método se aplicó con la Familia michoacana que tuvo que realizar
una alianza con “Los Zetas” para evitar que desaparezca de la
estructura del narcotrafico de México; desde hace unos meses el
gobierno federal, sobre todo de las áreas de inteligencia y
operaciones de seguridad, tienen la consigna de terminar con “Los
Zetas”.
El debilitamiento de los grupos delictivos se refleja en el aumento de
la violencia contra sus antagónicos o federales; lo que genera una
crisis entre la población de más violencia, pero el caso de la laguna, del partido de fútbol que fue
suspendido, debe analizarse con mucho tacto, con una visión critica,
pero a la vez constructiva.
En primer lugar, cuando hablamos de víctimas en la guerra contra el
narco de Felipe Calderón, se habla de más de 40 mil fallecidos
“victimas”, pero si vemos las cifras reales, nos llevaríamos una gran
sorpresa.
Aclaremos que una vida cualquiera que sea vale mucho; pero nueve de
cada diez homicidios son ajustes de cuentas, ejecuciones de grupos
criminales contra sus rivales; lo que se traduce de 10 muertos uno es
población civil el resto son personas ligadas al crimen organizado.
Lo cierto es que “Los Zetas” han iniciado un modus operandi utilizando
a la población para evitar que sean detenidos, es decir les disparan o
lanzan granadas para que los militares, marinos o federales no los
detengan.
La violencia contra la población en Veracruz y ahora en Durango ya son
una realidad; las autoridades federales han encendido los focos rojos
por la violencia en algunos estados, principalmente en donde están
ubicados Los Zetas.
Se han generado múltiples reacciones con lo sucedido en el estado de La Laguna en Durango, una balacera que nuevamente enciende los focos rojos de las autoridades federales.
Aún no se reponían de los hechos de Veracruz donde murió una persona y tres resultaron heridas por la explosión de una granada de
fragmentación, que el grupo criminal de” Los Zetas” arrojóa la
población para evitar escapar de una célula de militares que los
perseguían.
Lo que sucedió en la comarca lagunera fue un enfrentamiento entre
células de Los Zetas contra el cartel del Pacífico, que en su paso se
encontraron a fuerzas federales.
Los disparos llenaron de pánico a los espectadores del partido
Santos-Morelia, pero de acuerdo a los testigos que presenciaron el
tiroteo, los criminales comenzaron a disparar contra la población.
Esto despierta una preocupación en los ámbitos federales, esto se debe
a que la violencia que se utilizaba entre los grupos rivales del
narcotráfico y contra los cuerpos de seguridad del gobierno federal,
se están trasladando a la población.
Nuevamente en estos hechos aparece el grupo de “Los Zetas” primero fue
Veracruz, ahora es la comarca lagunera; de acuerdo a la Información
Filtrada de las áreas de seguridad del gobierno federal, la reacción
de los “Zetas” se debe a que es el grupo delictivo que esta en la mira
para debilitarlo, romperle sus estructuras económicas y de personal.
Este método se aplicó con la Familia michoacana que tuvo que realizar
una alianza con “Los Zetas” para evitar que desaparezca de la
estructura del narcotrafico de México; desde hace unos meses el
gobierno federal, sobre todo de las áreas de inteligencia y
operaciones de seguridad, tienen la consigna de terminar con “Los
Zetas”.
El debilitamiento de los grupos delictivos se refleja en el aumento de
la violencia contra sus antagónicos o federales; lo que genera una
crisis entre la población de más violencia, pero el caso de la laguna, del partido de fútbol que fue
suspendido, debe analizarse con mucho tacto, con una visión critica,
pero a la vez constructiva.
En primer lugar, cuando hablamos de víctimas en la guerra contra el
narco de Felipe Calderón, se habla de más de 40 mil fallecidos
“victimas”, pero si vemos las cifras reales, nos llevaríamos una gran
sorpresa.
Aclaremos que una vida cualquiera que sea vale mucho; pero nueve de
cada diez homicidios son ajustes de cuentas, ejecuciones de grupos
criminales contra sus rivales; lo que se traduce de 10 muertos uno es
población civil el resto son personas ligadas al crimen organizado.
Lo cierto es que “Los Zetas” han iniciado un modus operandi utilizando
a la población para evitar que sean detenidos, es decir les disparan o
lanzan granadas para que los militares, marinos o federales no los
detengan.
La violencia contra la población en Veracruz y ahora en Durango ya son
una realidad; las autoridades federales han encendido los focos rojos
por la violencia en algunos estados, principalmente en donde están
ubicados Los Zetas.
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