Trepadero y piruetas

Ricardo Eguia

El deporte no forja el carácter, solo lo pone de manifiesto, pero es la educación la que permite una forma propia de pensar…

Lo anterior nos puede servir de referencia para dimensionar el triunfo contundente de los aguerridos jóvenes de la selección nacional que lucharon con denuedo, coraje y entereza inobjetable y campeonar al final en el futbol…

Esta oncena de jóvenes con hambre de triunfo nada le deben a este gobierno y sus victorias se las deben al apoyo familiar y al impulso natural para superar dificultades, restricciones, desigualdad y violencia de tal suerte que sus victorias tienen más similitud, guardan mas analogía con una sociedad civil impaciente.

Un sistema educativo altamente deficiente, restringido acceso a las universidades, egresados sin oportunidades de empleo y al final del día en el sector oficial nadie da la cara por los jóvenes de México…

Ahora bien, es irrefutable que la juventud es hoy desdeñada, olvidada, ninguneada y es casi nulo, hasta mezquino el fomento del deporte…

Los jóvenes en el México de hoy carecen de oportunidades y el vergonzante fenómeno “NiNi” es uno de los peores lastres históricos del régimen…

De ahí que resulte extravagante por decir lo menos, el hecho de que Calderón haya magnificado el admirable resultado obtenido por los jóvenes de la selección nacional diciendo que el domingo diez de julio pasado “la historia de México cambió y que ya nada será igual”.

¿Esa inobjetable victoria deportiva es placebo contra la inseguridad? ¿Antídoto contra el malestar general de la población? ¿El triunfo muy meritorio de los jóvenes futbolistas, es alternancia real para un gobierno disfuncional y la tragedia de un estado fallido en ciernes?

Es evidente que no, puesto que desde el momento de la premiación “explotó” en el estadio la sinfonía de silbidos, abucheos y procacidades como un espontáneo referéndum popular de rechazo instantáneo y demoledor…

Nos informa esta reacción que la población ya no es engañada ni distraída de los perturbadores hechos cotidianos con los sucesos deportivos y que ya sabe diferenciar la bondad de estos eventos totalmente ajenos a la dinámica del gobierno y de inmediato detecta el oportunismo y la capacidad trepadora para montarse a espaldas de esos nobles “aguiluchos” tan esforzados…

Si las jóvenes generaciones de este país van a ser el marco real (no conceptual en el discurso trivial) para valorar las fortalezas y las debilidades de México será preciso darles respuestas a sus sueños, de vivir en un país seguro, en paz, próspero, democrático y con oportunidades concretas en educación de calidad y empleos suficientes…todo lo demás será como hasta hoy barata y vulgar demagogia…

Ante el furor súbito por los jóvenes y solo después de un resonante resultado deportivo habría que recordarle a Calderón que no se vale envilecer ese triunfo, mucho menos pretender apropiárselo, haciéndole entender aunque tarde, que “las batallas mejores no están en las calle, sino en las aulas”…

Recordarle que de acuerdo a programas internacionales de la “OCDE” México aún no despega en términos educativos; tampoco ofrece acceso equitativo a las oportunidades de aprendizaje; existe una pésima formación escolar producto de un sistema fallido que responde a los intereses políticos…

Aunque ya nada podrá hacer en el último tramo de un sexenio nefasto, recordarle que según la “UNICEF” existe una muy mala gestión de los recursos públicos y muy bajo nivel de inversión en educación; opacidad magisterial; corrupción sindical; escuelas sin agua y sin baños; se recurre a la memorización en lugar del aprendizaje y no existen registros independientes, confiables de evaluación y capacitación de magisterio lo cual conduce al perenne retraso en la modernización del sistema educativo…

El peor de los mundos para los jóvenes mexicanos es el difícil y escaso acceso a las Universidades, dramático desdén por los estudios de post-grado, nulo apoyo a los egresados sobresalientes y constante fuga de cerebros ante la falta de oportunidades y cancelación de alternativas en empleos dignos…

Por ello es inentendible la urgencia de ciertos sectores insensibles y voraces que presionen para aprobar una Reforma Laboral regresiva que propugna “flexibilidad” para contratar más empleos precarios y trabajos no remunerados o los peor remunerados de la “OCDE”, sin importarles que los salarios de hambre desmotivan la productividad…Según datos del “INEGI” de 44.2 millones de trabajadores 28.7 millones ganan menos de tres salarios mínimos…

Es total el desperdicio del llamado “Bono demográfico” y es una tragedia nacional el abandono, la pérdida de la enorme riqueza humana juvenil con todas las consecuencias que ello implica: Falta de movilidad social, carencias, frustración criminalidad, menos consumo con desplome del mercado interno y deplorable (casi nulo) crecimiento de la economía nacional…

El eje sobre el cual ya debían estar haciendo planteamientos urgentes los partidos políticos con miras a las elecciones del 2012, tendría que ser sobre la juventud, su educación y mayor fomento al deporte que salve a las jóvenes generaciones de la descomposición social, de la violencia ruinosa, de las fauces del crimen, de la mediocridad, del adocenamiento, la exclusión y la cancelación de su futuro…

Son las ideas y no las balas las que cuentan…

En la democracia se cuentan las cabezas, no se cortan…

Si no se invierte en educación, tecnologías, investigación e innovación no se crece y si no se crece seguirá aumentando el desempleo, la desigualdad, la marginación y la miseria que son el germen del descontento social…

Habrá que “reinventar” al Estado para obligarlo a reorientar el Gasto Público y evitar subsidios discrecionales por ocurrencias de funcionarios improvisados…

El “gasto social” es no solo insuficiente, peor aún es notoriamente ineficiente…A-fuer de voluntarista, clientelar y electorero. ¡Bazofia puera!

No se combaten las causas de la pobreza, se ahonda y se profundiza la miseria para encubrir el desvío de recursos públicos y justificar la costosa, inicua e inocua propaganda del régimen (con un escandaloso gasto de 21 mil millones de pesos) empantanado en el autoelogio spotero ridículo, falaz y trillado que a todos molesta…

Urge a México un cambio de gobierno con más compromisos para rescatar e impulsar a los jóvenes…

Nada se podrá hacer por las jóvenes generaciones consideradas hoy displicente y negligentemente como desechables o reemplazables por un gobierno que ha institucionalizado la violencia al sub-ejercer y desviar criminalmente partidas presupuestales multimillonarias…

No hay futuro para el país y mucho menos para los jóvenes si el Poder Legislativo no abandona esa posición vergonzante de aprobarle en automático los Presupuestos reduccionistas y con prevalencia al pago eterno del “fobaproa-IPAB” y otros insondables pozos de corrupción con los que se favorece a los monopolios, así como a los poderes fácticos que saquean al país—

¡Sin programas precisos evaluables cada año, sin racionalidad en el gasto, sin descentralización y agilidad en el gasto, sin transparencia en el gasto, si no se impide el sub-ejercicio del gasto, sin fiscalización del gasto, sin sanciones a los desvíos del gasto, si no hay revisión de cuentas públicas en tiempo real, exhaustivas y con sanciones, cualquier elogio a los jóvenes serán solo trepadero de mapaches y piruetas verbalistas de obvia y ladina utilización politiquera!!!

Masticando la derrota, pero sin tragarla todavía y aún buscando la “caja negra” después de estrellarse en las últimas elecciones, Calderón se cuelga de los chavos futbolistas pero como siempre sin propuestas concretas ni compromisos reales en favor de la juventud.

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