Alberto Aguilar
En mayo el poderoso grupo de productos químicos DuPont realizó la compra de Damisco, firma danesa que es uno de los actores más influyentes del orbe en biociencia industrial en nutrición y salud.
Transacción por 6 mil 400 millones de dólares que le permitirá fortalecer su quehacer en uno de sus renglones estratégicos como es el de los alimentos.
Otra adquisición relevante de la estadounidense que comanda Ellen Kullman fue Pionner, en el negocio de semillas y por la que desembolsó en 1999 unos 7 mil 700 millones de dólares.
DuPont es una de las grandes de la lista de Fortune y de las denominadas “blue chips” de Wall Street con ventas que en 2011 rondarán los 34 mil millones de dólares.
Con presencia en 90 países, 64 mil trabajadores y su sede en Delaware, es una multinacional arraigada a la investigación. Cada año destina 2 mil millones de dólares a ese quehacer al que se dedican 5 mil científicos en 40 laboratorios en EU y 35 más en 11 países.
Surgió en 1802 como fabricante de explosivos. Su fundador, el francés Eleuthére Irénée du Pont sustentó también su éxito en la mejora de esos productos.
A principios del siglo pasado ya era una compañía química que lo mismo producía película para Hollywood que pintura de secado rápido para la industria automotriz. Pronto revolucionó la confección con la glamorosa fibra nylon, así como el celofán, caucho sintético, la lycra, teflón.
Creó el primer desalinizador de agua y en 1969 en los trajes de Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins 20 de las 21 capas protectoras fueron diseñadas por DuPont.
Las sondas espaciales de los transbordadores a Marte y por las que se recibía información también son tecnología de esa firma, en tanto que Charles Pedersen, quien colaboró 42 años ahí, ganó el Nóbel de Química en 1987.
Tiene 13 divisiones orientadas también a reducir la dependencia de combustibles fósiles y a proteger a las personas de riesgos.
Sus equipos son utilizados por bomberos, personal de rescate y seguridad.
Provee los polímeros que se encuentran en las celdas solares, pinturas, aislantes de energía para motores, gases refrigerantes, recubrimientos para aviones, semillas, plaguicidas, detectores de bacterias en alimentos, empaques, potenciadores de soya, emulsificadores y enzimas para yogurts, helados, quesos, cárnicos.
México fue para DuPont su primer reducto fuera de EU.
Llegó en 1925 y creó la Compañía Mexicana de Dinamita y Explosivos. Ya en su evolución a lo químico tuvo su primera planta de nylon en los 50 en la ciudad de Monterrey.
DuPont que dirige aquí Jorge Cossio Acedo, ejecutivo con casi 30 años en la compañía, tiene hoy 8 plantas —incluida la de Damisco— y 10 centros de aplicación de tecnología.
Da empleo a 3 mil personas y tiene ventas anuales estimadas en mil 400 millones de dólares.
El consorcio no muestra ninguna duda de las oportunidades que ofrece el país.
En mayo anunció en Altamira, en donde se ubica una de sus fábricas, una inversión de 500 millones de dólares para ampliar su potencial en la manufactura de dióxido de titanio, cuyos frutos estarán listos en 2014.
DuPont invierte aquí unos 100 millones de dólares anuales y exporta alrededor de 500 millones de dólares.
México y Brasil son sus principales mercados en AL, que en su conjunto aporta el 16% de su operación global, dividida en 4 zonas.
En función de su confianza en el país, más allá de las crisis y la inseguridad, en su plan de negocios está el duplicar sus ventas y exportaciones para 2020, lo que significa que su facturación llegará a unos 3 mil millones de dólares. Ojalá.
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RESULTA QUE LA PGR de Marisela Morales, ya desechó la denuncia que realizó el IMSS de Daniel Karam por el supuesto ejercicio indebido del servicio público contra Miguel Ángel Toscano ex Cofepris, César Mora Eguiarte ex titular de adquisiciones de ese instituto, así como Carlos Fabián Abelleyra entonces director de Laboratorios Stendhal y Rafael Castro, ex ejecutivo de Novartis. El asunto, como recordará, derivó de una pifia informativa de Televisa de Emilio Azcárraga, en la que supuestamente vía una grabación telefónica se destapaba un caso de corrupción. Castro que en principio se pensó conversaba con un funcionario del IMSS resultó que lo hacía con Carlos Abelleyra. De corrupción se pasó a un tema de colusión que también resultó un petardo sin pólvora. De ahí que el subprocurador de Investigación Especializada en Delitos Federales de PGR, Arturo Germán Rangel, resolvió “en definitiva el no ejercicio de acción penal”, puesto que no se acreditaron “en su conjunto los elementos que integran el cuerpo del delito de ejercicio indebido del servicio público”. Ya la misma Novartis de Sergio Duplan había sido eximida por la PGR de cualquier culpa. Faltaba conocer el derrotero de los supuestos involucrados que injustamente fueron lastimados en sus carreras profesionales. César Mora fue cesado, Toscano dejó Cofepris, Castro fue separado de Novartis y Abelleyra Cordero, con una larga trayectoria en el rubro farmacéutico, prefirió separarse como director general de Stendhal para evitar un daño mayor a su empresa. Obviamente aún se espera de los que acusaron, algún tipo de disculpa.
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Y EN EL fragoroso proceso de Mexicana, Altus Pro que encabeza Francisco Lanz Duret realizó ayer un “road show” con bancos para armar el esquema por el que esas instituciones acreditarán al conciliador Gerardo Badín 290 millones de dólares. El fruto del ejercicio se comunicó de inmediato a Ernesto Cordero de la Secretaría de Hacienda, Dionisio Pérez-Jácome de Comunicaciones y Transportes y Javier Lozano de la Secretaría del Trabajo. Hoy habría una reunión para explicar los detalles. Vale señalar que el miércoles por la noche Badín ya había descalificado a Altus Pro. La versión es que ya apareció por ahí otro grupo. Realmente ridículo. Se habla de los españoles Fernando Fernández y Enrique Sada, supuestamente vinculados a hoteles como Riú, Barceló y Meliá, que ya tienen inversiones aquí. Según esto, dispondrían de 500 millones de euros. Imagínese lo triste que resultaría el que esa compañía, orgullo nacional, quedara en manos de extranjeros, quienes por cierto en materia de aviación no se caracterizan por ser los más exitosos.
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LA CÁMARA MEXICANA de la Industria de la Construcción (CMIC) que comanda Eduardo Correa no sólo ha externado su molestia por la apertura de SCT hacia las firmas españolas para que participen en licitaciones con recursos fiscales de por medio. De hecho ya hay gestiones ex profeso con Dionisio Pérez-Jácome y el subsecretario de Infraestructura Fausto Barajas.
En mayo el poderoso grupo de productos químicos DuPont realizó la compra de Damisco, firma danesa que es uno de los actores más influyentes del orbe en biociencia industrial en nutrición y salud.
Transacción por 6 mil 400 millones de dólares que le permitirá fortalecer su quehacer en uno de sus renglones estratégicos como es el de los alimentos.
Otra adquisición relevante de la estadounidense que comanda Ellen Kullman fue Pionner, en el negocio de semillas y por la que desembolsó en 1999 unos 7 mil 700 millones de dólares.
DuPont es una de las grandes de la lista de Fortune y de las denominadas “blue chips” de Wall Street con ventas que en 2011 rondarán los 34 mil millones de dólares.
Con presencia en 90 países, 64 mil trabajadores y su sede en Delaware, es una multinacional arraigada a la investigación. Cada año destina 2 mil millones de dólares a ese quehacer al que se dedican 5 mil científicos en 40 laboratorios en EU y 35 más en 11 países.
Surgió en 1802 como fabricante de explosivos. Su fundador, el francés Eleuthére Irénée du Pont sustentó también su éxito en la mejora de esos productos.
A principios del siglo pasado ya era una compañía química que lo mismo producía película para Hollywood que pintura de secado rápido para la industria automotriz. Pronto revolucionó la confección con la glamorosa fibra nylon, así como el celofán, caucho sintético, la lycra, teflón.
Creó el primer desalinizador de agua y en 1969 en los trajes de Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins 20 de las 21 capas protectoras fueron diseñadas por DuPont.
Las sondas espaciales de los transbordadores a Marte y por las que se recibía información también son tecnología de esa firma, en tanto que Charles Pedersen, quien colaboró 42 años ahí, ganó el Nóbel de Química en 1987.
Tiene 13 divisiones orientadas también a reducir la dependencia de combustibles fósiles y a proteger a las personas de riesgos.
Sus equipos son utilizados por bomberos, personal de rescate y seguridad.
Provee los polímeros que se encuentran en las celdas solares, pinturas, aislantes de energía para motores, gases refrigerantes, recubrimientos para aviones, semillas, plaguicidas, detectores de bacterias en alimentos, empaques, potenciadores de soya, emulsificadores y enzimas para yogurts, helados, quesos, cárnicos.
México fue para DuPont su primer reducto fuera de EU.
Llegó en 1925 y creó la Compañía Mexicana de Dinamita y Explosivos. Ya en su evolución a lo químico tuvo su primera planta de nylon en los 50 en la ciudad de Monterrey.
DuPont que dirige aquí Jorge Cossio Acedo, ejecutivo con casi 30 años en la compañía, tiene hoy 8 plantas —incluida la de Damisco— y 10 centros de aplicación de tecnología.
Da empleo a 3 mil personas y tiene ventas anuales estimadas en mil 400 millones de dólares.
El consorcio no muestra ninguna duda de las oportunidades que ofrece el país.
En mayo anunció en Altamira, en donde se ubica una de sus fábricas, una inversión de 500 millones de dólares para ampliar su potencial en la manufactura de dióxido de titanio, cuyos frutos estarán listos en 2014.
DuPont invierte aquí unos 100 millones de dólares anuales y exporta alrededor de 500 millones de dólares.
México y Brasil son sus principales mercados en AL, que en su conjunto aporta el 16% de su operación global, dividida en 4 zonas.
En función de su confianza en el país, más allá de las crisis y la inseguridad, en su plan de negocios está el duplicar sus ventas y exportaciones para 2020, lo que significa que su facturación llegará a unos 3 mil millones de dólares. Ojalá.
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RESULTA QUE LA PGR de Marisela Morales, ya desechó la denuncia que realizó el IMSS de Daniel Karam por el supuesto ejercicio indebido del servicio público contra Miguel Ángel Toscano ex Cofepris, César Mora Eguiarte ex titular de adquisiciones de ese instituto, así como Carlos Fabián Abelleyra entonces director de Laboratorios Stendhal y Rafael Castro, ex ejecutivo de Novartis. El asunto, como recordará, derivó de una pifia informativa de Televisa de Emilio Azcárraga, en la que supuestamente vía una grabación telefónica se destapaba un caso de corrupción. Castro que en principio se pensó conversaba con un funcionario del IMSS resultó que lo hacía con Carlos Abelleyra. De corrupción se pasó a un tema de colusión que también resultó un petardo sin pólvora. De ahí que el subprocurador de Investigación Especializada en Delitos Federales de PGR, Arturo Germán Rangel, resolvió “en definitiva el no ejercicio de acción penal”, puesto que no se acreditaron “en su conjunto los elementos que integran el cuerpo del delito de ejercicio indebido del servicio público”. Ya la misma Novartis de Sergio Duplan había sido eximida por la PGR de cualquier culpa. Faltaba conocer el derrotero de los supuestos involucrados que injustamente fueron lastimados en sus carreras profesionales. César Mora fue cesado, Toscano dejó Cofepris, Castro fue separado de Novartis y Abelleyra Cordero, con una larga trayectoria en el rubro farmacéutico, prefirió separarse como director general de Stendhal para evitar un daño mayor a su empresa. Obviamente aún se espera de los que acusaron, algún tipo de disculpa.
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Y EN EL fragoroso proceso de Mexicana, Altus Pro que encabeza Francisco Lanz Duret realizó ayer un “road show” con bancos para armar el esquema por el que esas instituciones acreditarán al conciliador Gerardo Badín 290 millones de dólares. El fruto del ejercicio se comunicó de inmediato a Ernesto Cordero de la Secretaría de Hacienda, Dionisio Pérez-Jácome de Comunicaciones y Transportes y Javier Lozano de la Secretaría del Trabajo. Hoy habría una reunión para explicar los detalles. Vale señalar que el miércoles por la noche Badín ya había descalificado a Altus Pro. La versión es que ya apareció por ahí otro grupo. Realmente ridículo. Se habla de los españoles Fernando Fernández y Enrique Sada, supuestamente vinculados a hoteles como Riú, Barceló y Meliá, que ya tienen inversiones aquí. Según esto, dispondrían de 500 millones de euros. Imagínese lo triste que resultaría el que esa compañía, orgullo nacional, quedara en manos de extranjeros, quienes por cierto en materia de aviación no se caracterizan por ser los más exitosos.
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LA CÁMARA MEXICANA de la Industria de la Construcción (CMIC) que comanda Eduardo Correa no sólo ha externado su molestia por la apertura de SCT hacia las firmas españolas para que participen en licitaciones con recursos fiscales de por medio. De hecho ya hay gestiones ex profeso con Dionisio Pérez-Jácome y el subsecretario de Infraestructura Fausto Barajas.
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