Testimonio: De una fiesta vecinal a un acto de represión en Mérida

Uno de los jóvenes golpeados relata su experiencia

Diario de Yucatán


A continuación transcribimos el testimonio de uno de los jóvenes que resultó golpeado por los integrantes del grupo de agitadores que agredió a la medianoche a manifestantes contra el paso deprimido.

El joven dejó este mensaje en la cuenta de Facebook del Diario de Yucatán y reiteró su testimonio de manera verbal ante una periodista de esta casa editorial.

Estoy en total shock... Este es mi relato de lo que ví esta tranquila noche de domingo.

Llendo rumbo a mi casa, pasé por la Glorieta de Montejo y entre los que estaban recabando firmas vi a un amigo, Ian Carlo R (a quien reconozco su tenacidad y pantalones por como se comportó y aguantó lo que relato ahora). Bajé a platicar con él y en eso pidieron unas pizzas y refrescos, la gente llegaba a firmar la lista (mucha gente para la hora), los autos tocaban sus claxons apoyando y parecía un divertido convivio vecinal, muchos de ellos jóvenes entre 18 y 26 años.

Súbitamente llegó una cuadrilla de seguridad privada a rodear la fuente y junto con ellos llegó un grupo como de 12 personas de mal carácter y porte a injuriar e insultar.

Los muchachos de las firmas hacían caso omiso a estas personas y súbitamente dos de ellos se lanzaron salvajemente sobre uno de los muchachos, golpeándolo y maldiciéndolo.

Entre todo el descontrol estaba a lado de unas señoras que también pasaban por ahí y nos tocó que nos golpearan. A una la empujaron y a mi me dieron un puñetazo en la cara, por detrás. Nadie respondió la agresión, la mayoría de las personas ahí eran chicas jóvenes.

Me asustó el hecho de como entre seis personas golpeaban a un muchacho. Intenté jalarlo pero me empujaron y ya no pude ayudarlo.

Ayudé a la señora que empujaron y cuando me viré ya no vi al chico, porque se lo habían llevado.

Aclaro que estas personas no eran ni una autoridad o algo. Hasta el momento desconozco dónde está el chico y si se encuentre bien (asunto preocupante), con la misma prisa todo se "calmó" y lo que más me llamo la atención es que no había ni una unidad de policía ni nada.

Retirándome del lugar vi patrullas y camionetas de la policía apostados a dos cuadras de todas las calles laterales...

Me fui al Viejo Molino a una cuadra de ahí a tomarme un te porque estaba nervioso e incrédulo por lo que había pasado, y desde la terraza veía pasar a los muchachos profundamente molestos porque los habían golpeado y a las personas ahí.
Uno se paró con su auto a reclamarle a unos patrulleros que lo unico que hicieron fue... Nada.

Lo unico que vi fue a un grupo de jóvenes preocupados por su ciudad conviviendo amenamente. Y a una autoridad represiva, de baja moral y sin escrúpulos.

Dios nos agarre confesados o al menos muy arrepentidos por haber elegido a semejantes autoridades.

Y a título personal puedo decir que por primera vez en mi vida me siento avergonzado de mi ciudad y de vivir en ella y no poder hacer nada al respecto.

Dedicaré una oración esta noche al muchacho que más golpearon y a todos los jóvenes que están al frente del movimiento dando la cara por todos, por su esfuerzo y valentía.
Yo los saludo. Ian Carlo Robertson, mi respeto y apoyo solidario por tu coraje.

Comentarios