Andy Novell F.
Esta mañana me lleve una sorpresa al acudir a misa; si a misa en una iglesia católica por el fin de curso de algunos niños que concluían sus estudios de primaria.
La sorpresa fue cuando el padre dio el llamado sermón, donde por primera vez escuche a un cura decir “diputaditos” a los grandes legisladores que hacen las leyes en nuestro país.
Es decir que el sermón empezó invitando a los niños a estudiar, a prepararse día con día y dejar a un lado la mediocridad que invade en este momento al país, esa mediocridad que se refleja en las leyes y en la lucha contra la inseguridad.
Me quedé reflexionando sobre esas palabras que dijo esta mañana el representante de la iglesia católica en una colonia popular. “La inseguridad se combate con buenos estudios, buenas familias y sobre todo con amor”.
Como una persona que se jacta de tener conocimiento en la materia de seguridad, puedo asegurar que ese párroco no está del todo mal en la recomendación que hizo este día a varios padres de familia.
El combate al crimen organizado empieza desde los hogares, lo he dicho varias veces durante mis participaciones de martes y jueves en el 90.5 FM Imagen Informativa o www.imagen.com.mx en la cuarta emisión de 21:00 a 22:30 hrs al mencionar que los padres son los primeros en crear o no delincuentes.
Cómo es esto, fácil. Cuando a los hijos se le da el amor y un espacio de convivencia con ellos y esto no necesariamente salir y gastar dinero; sino jugar fútbol o correr en el parque o la calle. Esto genera que hay armas convivencia, más comunicación y así evitaran que los pequeños se refugien en las drogas.
Esto aunque no lo creas le quieta clientes al narcomenudeo, también le quita sicarios a los carteles de las drogas y a la vez, todo eso disminuirá la violencia en las calles. Claro que es un trabajo duro, pero se puede hacer, es la responsabilidad de todos los padres de familia y también de aquellas madres o padres solos. O acaso tendrá que venir el gobierno federal, estatal o municipal hacer las tareas que nos corresponden; con esto nos damos cuenta que no todas las tareas de seguridad son del gobierno federal a quién tanto criticamos. Es momento de comenzar a disminuir la violencia que tanto proclamamos, no lo creen.
Esta mañana me lleve una sorpresa al acudir a misa; si a misa en una iglesia católica por el fin de curso de algunos niños que concluían sus estudios de primaria.
La sorpresa fue cuando el padre dio el llamado sermón, donde por primera vez escuche a un cura decir “diputaditos” a los grandes legisladores que hacen las leyes en nuestro país.
Es decir que el sermón empezó invitando a los niños a estudiar, a prepararse día con día y dejar a un lado la mediocridad que invade en este momento al país, esa mediocridad que se refleja en las leyes y en la lucha contra la inseguridad.
Me quedé reflexionando sobre esas palabras que dijo esta mañana el representante de la iglesia católica en una colonia popular. “La inseguridad se combate con buenos estudios, buenas familias y sobre todo con amor”.
Como una persona que se jacta de tener conocimiento en la materia de seguridad, puedo asegurar que ese párroco no está del todo mal en la recomendación que hizo este día a varios padres de familia.
El combate al crimen organizado empieza desde los hogares, lo he dicho varias veces durante mis participaciones de martes y jueves en el 90.5 FM Imagen Informativa o www.imagen.com.mx en la cuarta emisión de 21:00 a 22:30 hrs al mencionar que los padres son los primeros en crear o no delincuentes.
Cómo es esto, fácil. Cuando a los hijos se le da el amor y un espacio de convivencia con ellos y esto no necesariamente salir y gastar dinero; sino jugar fútbol o correr en el parque o la calle. Esto genera que hay armas convivencia, más comunicación y así evitaran que los pequeños se refugien en las drogas.
Esto aunque no lo creas le quieta clientes al narcomenudeo, también le quita sicarios a los carteles de las drogas y a la vez, todo eso disminuirá la violencia en las calles. Claro que es un trabajo duro, pero se puede hacer, es la responsabilidad de todos los padres de familia y también de aquellas madres o padres solos. O acaso tendrá que venir el gobierno federal, estatal o municipal hacer las tareas que nos corresponden; con esto nos damos cuenta que no todas las tareas de seguridad son del gobierno federal a quién tanto criticamos. Es momento de comenzar a disminuir la violencia que tanto proclamamos, no lo creen.
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