Marco A. Flota / Grillotina
Se llaman así unos dulces típicos, ciertos frutos tropicales, los becerros que todavía disfrutan de la ubre, pero el alcalde panista de Querétaro, al hacer elogio de su precandidato a Los Pinos Ernesto Cordero, dijo que sus rivales son “medio mamoncitos”.
(Nosotros hemos usado en el título el eufemismo de “mamilas”, aunque quizá debimos ponernos “Evenflos”, porque nuestros tecnócratas, como los citados por el alcalde, casi sólo hablan inglés).
Para que no diga que lo citamos fuera de contexto, reproduciremos íntegro el párrafo del señor alcalde de Querétaro, don Francisco Domínguez, quien por cierto lleva el apellido del Corregidor esposo de doña Josefa. Dijo el señor, en presencia de Cordero:
Ernesto es amigo, es como nosotros y créanme que conozco a varios secretarios, varios que son secretarios de Estado y son medio mamoncitos”
Y ahí, con perdón del edil queretano, hay una gran mentira. Porque no son secretarios de Estado, son secretarios del Presidente de la República. Los secretarios de Estado existen en los países con un gobierno parlamentario, los de aquí son simples achichincles del mandatario en turno. (Aunque alguna categoría han adquirido, porque en el pasado los integrantes del Gabinete eran Ejecutivos V: “Ve por unas tortas, ve por unos refrescos, ¡vete mucho a la *$?¿***! (Esto último cuando los cesaban).
En fin, que el Presidente municipal de la bella ciudad colonial donde fue fusilado Maximiliano, opina que varios secretarios, especialmente los que aspiran a la candidatura, son “medio mamoncitos”, excepto Cordero quien, dijo el señor, “es igual que todos nosotros y que tiene la parte humana”.
Y aún dijo más:
“Sabemos que hay muchos compañeros y una compañera que están en esta contienda, pero hoy no se trata de ver quién nos tira mejor rollo a los panistas, sino de saber quién tiene la capacidad de proponer un proyecto de país y ése, desde el punto de vista mío y creo que de muchos de ustedes, es Ernesto Cordero Arroyo”.
Habrá que ver si el secretario del Trabajo, Javier Lozano, quien le entra a cualquier polémica, le contesta al alcalde que lo ha calificado de “mamoncito”. Y si lo hace, ojalá que no le responda por Twitter, que es medio preferido de mamoncitos.
El secretario de Educación, Alonso Lujambio, seguramente ni pelará a la agresiva frase del edil. Porque los mamoncitos no se dignan juntarse con la chusma.
El secretario de Gobernación, Francisco Blake, quien nos llegó de la fronteriza Tijuana, quizá le responda al alcalde Domínguez que “el sucker es él” (buscar el significado de la palabrita en un diccionario inglés-español).
El Gobernador de Jalisco, tan impetuoso, podría ir en busca del autor del calificativo para reclamarle lo de “mamoncito”. Pero ojalá no lo haga, como acostumbra, cuando esté medio “mamado” (así se denomina en el sureste del país a los que agarran la jarra).
En fin, que el señor alcalde dio la nota pintoresca en esta precampaña presidencial. Antes para denostar a los rivales se decía que “la caballada está flaca”. Vicente Fox llegó a llamar a su adversario, Francisco Labastida, “la vestida”.
A ver si los agredidos no responden al susodicho afirmando que su candidato es Ernesto Cabrito, no Cordero, porque no ha podido crecer.
¡RRIINNGG!
-Bueno, Confederación Nacional del Deporte...
-¿Es cierto que, por temor al clembuterol prohibieron para nuestros atletas olímpicos la carne de res?
-Sí y también a que muchos de ellos se hacen bueyes...
EPIGRILLO
Don Felipe declaró:
“¡Sembramos para el futuro!”
Y le creyeron, seguro,
porque allá en Pénjamo habló.
Se llaman así unos dulces típicos, ciertos frutos tropicales, los becerros que todavía disfrutan de la ubre, pero el alcalde panista de Querétaro, al hacer elogio de su precandidato a Los Pinos Ernesto Cordero, dijo que sus rivales son “medio mamoncitos”.
(Nosotros hemos usado en el título el eufemismo de “mamilas”, aunque quizá debimos ponernos “Evenflos”, porque nuestros tecnócratas, como los citados por el alcalde, casi sólo hablan inglés).
Para que no diga que lo citamos fuera de contexto, reproduciremos íntegro el párrafo del señor alcalde de Querétaro, don Francisco Domínguez, quien por cierto lleva el apellido del Corregidor esposo de doña Josefa. Dijo el señor, en presencia de Cordero:
Ernesto es amigo, es como nosotros y créanme que conozco a varios secretarios, varios que son secretarios de Estado y son medio mamoncitos”
Y ahí, con perdón del edil queretano, hay una gran mentira. Porque no son secretarios de Estado, son secretarios del Presidente de la República. Los secretarios de Estado existen en los países con un gobierno parlamentario, los de aquí son simples achichincles del mandatario en turno. (Aunque alguna categoría han adquirido, porque en el pasado los integrantes del Gabinete eran Ejecutivos V: “Ve por unas tortas, ve por unos refrescos, ¡vete mucho a la *$?¿***! (Esto último cuando los cesaban).
En fin, que el Presidente municipal de la bella ciudad colonial donde fue fusilado Maximiliano, opina que varios secretarios, especialmente los que aspiran a la candidatura, son “medio mamoncitos”, excepto Cordero quien, dijo el señor, “es igual que todos nosotros y que tiene la parte humana”.
Y aún dijo más:
“Sabemos que hay muchos compañeros y una compañera que están en esta contienda, pero hoy no se trata de ver quién nos tira mejor rollo a los panistas, sino de saber quién tiene la capacidad de proponer un proyecto de país y ése, desde el punto de vista mío y creo que de muchos de ustedes, es Ernesto Cordero Arroyo”.
Habrá que ver si el secretario del Trabajo, Javier Lozano, quien le entra a cualquier polémica, le contesta al alcalde que lo ha calificado de “mamoncito”. Y si lo hace, ojalá que no le responda por Twitter, que es medio preferido de mamoncitos.
El secretario de Educación, Alonso Lujambio, seguramente ni pelará a la agresiva frase del edil. Porque los mamoncitos no se dignan juntarse con la chusma.
El secretario de Gobernación, Francisco Blake, quien nos llegó de la fronteriza Tijuana, quizá le responda al alcalde Domínguez que “el sucker es él” (buscar el significado de la palabrita en un diccionario inglés-español).
El Gobernador de Jalisco, tan impetuoso, podría ir en busca del autor del calificativo para reclamarle lo de “mamoncito”. Pero ojalá no lo haga, como acostumbra, cuando esté medio “mamado” (así se denomina en el sureste del país a los que agarran la jarra).
En fin, que el señor alcalde dio la nota pintoresca en esta precampaña presidencial. Antes para denostar a los rivales se decía que “la caballada está flaca”. Vicente Fox llegó a llamar a su adversario, Francisco Labastida, “la vestida”.
A ver si los agredidos no responden al susodicho afirmando que su candidato es Ernesto Cabrito, no Cordero, porque no ha podido crecer.
¡RRIINNGG!
-Bueno, Confederación Nacional del Deporte...
-¿Es cierto que, por temor al clembuterol prohibieron para nuestros atletas olímpicos la carne de res?
-Sí y también a que muchos de ellos se hacen bueyes...
EPIGRILLO
Don Felipe declaró:
“¡Sembramos para el futuro!”
Y le creyeron, seguro,
porque allá en Pénjamo habló.
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