Ah que Rodrigo Medina, el gobernador de Nuevo León que no parece dar una. La última se dio este domingo, al reunirse en un cónclave todas las figuras del PRI para revisar sus métodos de selección de candidato. La cita era estratégicamente vital para todos, pues de ella dependería cómo quedaría el consenso sobre el método, que de arreglarse a satisfacción de todos, resolvería el problema de una futura quiebra dentro del partido. Medina, uno de los gobernadores priístas con más problemas en la actualidad, no se ayuda a sí mismo. Llegó tarde a ese encuentro y lejos de que lo esperaran, comenzaron sin él. No les representa nada, en efecto, y por eso, cuando finalmente llegó, le dijeron: "Ya comenzaron".
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