Javier Arcadia Galaviz / Cuestión de Debate
Es muy común escuchar que el éxito tiene muchos padres, pero que el fracaso es huérfano. Esto es a propósito de los resultados electorales en cuatro estados de la República el pasado tres de julio, particularmente los que se refieren al Estado de México, entidad en la que se eligió únicamente gobernador, y en los que a la izquierda no le fue nada bien, diríase mejor que le fue desastrosamente.
Pero, como suele ocurrir en estos casos, los verdaderos responsables luego buscan ocultarse, no dan la cara y de forma por demás cobarde intentan deslindarse de sus derrotas, y apresuradamente miran a su alrededor para culpar a quien en ese momento tengan enfrente. En este caso no batallaron mucho, y se puede asegurar que al unísono, el chucho mayor, Jesús Ortega, Jesús Zambrano, dirigente nacional del PRD, y Guadalupe Acosta Naranjo, ex candidato a la gubernatura de Nayarit, vencido en las urnas de manera vergonzosa, inmediatamente apuntaron con el dedo índice a Andrés Manuel López Obrador, como el culpable de sus fracasos y amarguras políticas, que por cierto no son pocas.
Pero no nada más ellos señalaron a AMLO como el culpable favorito del revés electoral de la izquierda, sino que también irresponsablemente lo hizo Marcelo Ebrard, aunque éste, como es muy habilidoso y sabe disimular muy bien, no se atrevió a culparlo directamente, sino que lo hizo esbozado, a través de Alejandro Encinas, a quien en apariencia señaló y casi regaño públicamente como el causante de la catástrofe electoral en el Edomex por haberse negado a ver ido en alianza con el PAN. La verdad es que el mensaje más que para recriminar a Encinas, tenía como destinatario a López Obrador. Vaya, Marcelo, como si guiñara el ojo, enojado por la actitud mostrada y por lo subido el tono de su voz, se lo dijo a “Juan”, para que lo entienda “Pedro”.
Así es, según los chuchos y Marcelo, los culpables de la derrota en el Estado de México son Encinas y AMLO por rechazar una alianza con el PAN. Es claro que al culparlos tan apresuradamente, aquellos quisieron ocultar sus ineptitudes políticas, su rotundo fracaso y de paso sacudirse sus propios tropiezos para evitar manchar su imagen pública que perjudicaría sus futuras aspiraciones a cargos públicos que ya están a la vuelta de la esquina. ¿O no es así chuchos y Marcelo?
Sin duda que esas son sus motivaciones para deslindarse de lo que es su responsabilidad. Entonces vayamos por partes, de cuando acá Marcelo y a los Chuchos toman en cuanta a AMLO para pactar sus alianzas con el PAN. Recordemos que el año pasado ellos hicieron a un lado las opiniones, criterios y razonamientos de AMLO que se oponían a ese tipo de estrategias electorales, ya que sin rubor alguno se coaligaron con el PAN en distintos estados. Luego entonces, lo cierto es que en el Edomex., como en otras entidades no tenían impedimento para volver a unirse con toda libertad al PAN, pero al no lograrlo por no encontrar a un declinante priista al que llegaran a postular como su candidato común, aprovechan la ocasión para culpar directamente a AMLO y de pasada a Alejandro Encinas por el reciente fracaso electoral. Con tales señalamientos de culpabilidad lo único que hacen es polarizar aun más las diferencias existentes en el PRD.
Lo cierto es que una vez más los chuchos muestran su incapacidad, incompetencia e ineptitud para ganar por si solos una elección, ya que desde que se apoderaron del PRD han ido de tumbo en tumbo o fracaso en fracaso. Basta echar un vistazo hacía atrás para ver que fueron ellos quienes perdieron todos los municipios que gobernaba la izquierda en el corredor oriente del Estado de México, así como también es de recordar que el año pasado el PRI les quitó electoralmente el estado de Zacatecas.
Ahora, para noviembre próximo se tendrá la siguiente parada electoral que será Michoacán, que la verdad sea dicha, ni ellos ni Marcelo garantizan salir avante en esa elección, y lo más seguro es que de nuevo salgan con su domingo siete, y otra vez, buscaran a AMLO para culparlo de todos sus fracasos.
Pálida tinta: En la Secretaría de Gobernación contradicen al Presidente de la República, Felipe Calderón, ya que mientras él exalta el Servicio Profesional de Carrera como la garantía de la inamovilidad laboral y superación se los servidores públicos, en esta dependencia poco les importa esta política pública y la ley misma que rige tal servicio profesional de carrera, dado que se tiene conocimiento que desde el 2010 a la fecha se han despedido a más de cien trabajadores que habían adquirido su grado de certificación, tal como lo establece dicho ordenamiento legal. Ejemplo de ello son algunas personas despedidas ilegalmente que prestaban sus servicios para esa dependencia del gobierno federal, quienes a continuación se citan: Saúl Pérez Salas, José Luis Gutiérrez Hernández, Omar González, Osvaldo Martínez Azpeitia, Gregorio Gallegos, Alfredo Montes Cervantes, Susana Hernández García, Roció Romero Hernández, Beatriz Santoyo Bastida, Miguel Ángel Quemaín Sáenz, entre muchos otros. Desde luego que caso especial de estas arbitrariedades lo reviste el concerniente a Maximino Sesmas Gómez, quien después de 22 años de servicios continuos para la Secretaría de Gobernación, fue despedido por su condición de padecer discapacidad física, y que Derechos Humanos habrá de pronunciarse al respecto.………………El senador Santiago Creel Miranda, es el primero que no titubea en dejar el cargo y los privilegios que esa condición le otorga por ir en pos de la candidatura presidencial al interior de su partido, el PAN. ¿Habrá otros que hagan lo mismo, o seguirán cómodamente promoviéndose con recursos públicos?……………Si de medir fuerzas se trata en el PRD, no pierda de vista al Profesor René Bejarano, ya que el sábado pasado, en Tlalpan, al reunir a 30 mil seguidores de su corriente, demuestra que será un factor fundamental para la determinación de las candidaturas a la Jefatura del Distrito Federal, de las delegaciones, diputaciones federales y locales, y no se diga a la presidencial, que por cierto, ante esa concentración masiva, no dudó en pronunciarse a favor de Andrés Manuel López Obrador.
Es muy común escuchar que el éxito tiene muchos padres, pero que el fracaso es huérfano. Esto es a propósito de los resultados electorales en cuatro estados de la República el pasado tres de julio, particularmente los que se refieren al Estado de México, entidad en la que se eligió únicamente gobernador, y en los que a la izquierda no le fue nada bien, diríase mejor que le fue desastrosamente.
Pero, como suele ocurrir en estos casos, los verdaderos responsables luego buscan ocultarse, no dan la cara y de forma por demás cobarde intentan deslindarse de sus derrotas, y apresuradamente miran a su alrededor para culpar a quien en ese momento tengan enfrente. En este caso no batallaron mucho, y se puede asegurar que al unísono, el chucho mayor, Jesús Ortega, Jesús Zambrano, dirigente nacional del PRD, y Guadalupe Acosta Naranjo, ex candidato a la gubernatura de Nayarit, vencido en las urnas de manera vergonzosa, inmediatamente apuntaron con el dedo índice a Andrés Manuel López Obrador, como el culpable de sus fracasos y amarguras políticas, que por cierto no son pocas.
Pero no nada más ellos señalaron a AMLO como el culpable favorito del revés electoral de la izquierda, sino que también irresponsablemente lo hizo Marcelo Ebrard, aunque éste, como es muy habilidoso y sabe disimular muy bien, no se atrevió a culparlo directamente, sino que lo hizo esbozado, a través de Alejandro Encinas, a quien en apariencia señaló y casi regaño públicamente como el causante de la catástrofe electoral en el Edomex por haberse negado a ver ido en alianza con el PAN. La verdad es que el mensaje más que para recriminar a Encinas, tenía como destinatario a López Obrador. Vaya, Marcelo, como si guiñara el ojo, enojado por la actitud mostrada y por lo subido el tono de su voz, se lo dijo a “Juan”, para que lo entienda “Pedro”.
Así es, según los chuchos y Marcelo, los culpables de la derrota en el Estado de México son Encinas y AMLO por rechazar una alianza con el PAN. Es claro que al culparlos tan apresuradamente, aquellos quisieron ocultar sus ineptitudes políticas, su rotundo fracaso y de paso sacudirse sus propios tropiezos para evitar manchar su imagen pública que perjudicaría sus futuras aspiraciones a cargos públicos que ya están a la vuelta de la esquina. ¿O no es así chuchos y Marcelo?
Sin duda que esas son sus motivaciones para deslindarse de lo que es su responsabilidad. Entonces vayamos por partes, de cuando acá Marcelo y a los Chuchos toman en cuanta a AMLO para pactar sus alianzas con el PAN. Recordemos que el año pasado ellos hicieron a un lado las opiniones, criterios y razonamientos de AMLO que se oponían a ese tipo de estrategias electorales, ya que sin rubor alguno se coaligaron con el PAN en distintos estados. Luego entonces, lo cierto es que en el Edomex., como en otras entidades no tenían impedimento para volver a unirse con toda libertad al PAN, pero al no lograrlo por no encontrar a un declinante priista al que llegaran a postular como su candidato común, aprovechan la ocasión para culpar directamente a AMLO y de pasada a Alejandro Encinas por el reciente fracaso electoral. Con tales señalamientos de culpabilidad lo único que hacen es polarizar aun más las diferencias existentes en el PRD.
Lo cierto es que una vez más los chuchos muestran su incapacidad, incompetencia e ineptitud para ganar por si solos una elección, ya que desde que se apoderaron del PRD han ido de tumbo en tumbo o fracaso en fracaso. Basta echar un vistazo hacía atrás para ver que fueron ellos quienes perdieron todos los municipios que gobernaba la izquierda en el corredor oriente del Estado de México, así como también es de recordar que el año pasado el PRI les quitó electoralmente el estado de Zacatecas.
Ahora, para noviembre próximo se tendrá la siguiente parada electoral que será Michoacán, que la verdad sea dicha, ni ellos ni Marcelo garantizan salir avante en esa elección, y lo más seguro es que de nuevo salgan con su domingo siete, y otra vez, buscaran a AMLO para culparlo de todos sus fracasos.
Pálida tinta: En la Secretaría de Gobernación contradicen al Presidente de la República, Felipe Calderón, ya que mientras él exalta el Servicio Profesional de Carrera como la garantía de la inamovilidad laboral y superación se los servidores públicos, en esta dependencia poco les importa esta política pública y la ley misma que rige tal servicio profesional de carrera, dado que se tiene conocimiento que desde el 2010 a la fecha se han despedido a más de cien trabajadores que habían adquirido su grado de certificación, tal como lo establece dicho ordenamiento legal. Ejemplo de ello son algunas personas despedidas ilegalmente que prestaban sus servicios para esa dependencia del gobierno federal, quienes a continuación se citan: Saúl Pérez Salas, José Luis Gutiérrez Hernández, Omar González, Osvaldo Martínez Azpeitia, Gregorio Gallegos, Alfredo Montes Cervantes, Susana Hernández García, Roció Romero Hernández, Beatriz Santoyo Bastida, Miguel Ángel Quemaín Sáenz, entre muchos otros. Desde luego que caso especial de estas arbitrariedades lo reviste el concerniente a Maximino Sesmas Gómez, quien después de 22 años de servicios continuos para la Secretaría de Gobernación, fue despedido por su condición de padecer discapacidad física, y que Derechos Humanos habrá de pronunciarse al respecto.………………El senador Santiago Creel Miranda, es el primero que no titubea en dejar el cargo y los privilegios que esa condición le otorga por ir en pos de la candidatura presidencial al interior de su partido, el PAN. ¿Habrá otros que hagan lo mismo, o seguirán cómodamente promoviéndose con recursos públicos?……………Si de medir fuerzas se trata en el PRD, no pierda de vista al Profesor René Bejarano, ya que el sábado pasado, en Tlalpan, al reunir a 30 mil seguidores de su corriente, demuestra que será un factor fundamental para la determinación de las candidaturas a la Jefatura del Distrito Federal, de las delegaciones, diputaciones federales y locales, y no se diga a la presidencial, que por cierto, ante esa concentración masiva, no dudó en pronunciarse a favor de Andrés Manuel López Obrador.
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