Hugo K. Búbber / Crucero
Las primeras versiones de Inteligencia, señalan que en venganza porque el dueño del bar no les entregó una cantidad que exigían para movilizarse, unos ocho maleantes desataron una matanza indiscriminada en el interior de uno de los bares más concurridos en la zona de Villagrán.
El Sabino Gordo, en el que suelen darse cita trabajadores de la construcción, obreros, y ambulantes, fue escenario de una irrupción sin que ninguna autoridad atinara a llegar a tiempo para evitarlo.
Los atacantes que se decían zetas, llegaron en dos camionetas al lugar.
Afuera del negocio quedaron un taxista y un vendedor de hot-dogs, también cayeron tres meseras, y una cantidad no determinada de clientes.
El ataque no tenía ningún objetivo personal específico, fue solamente como respuesta a una negativa de dinero.
Inteligencia señala además que fue una respuesta de este grupo delictivo ante la aparente llegada de un cártel que ha tomado el control de la ciudad.
“Se trató de algo muy aparatoso, la muerte de 20 personas sin duda que provoca que la ciudad se caliente, pero fue un ataque totalmente indiscriminado, sin buscar un objetivo personal, más bien fue un mensaje de fuerza.
“El riesgo es que el otro grupo pudiera desatar una cacería de estos maleantes con más fuerza y generar actos de violencia”, señala el reporte de Inteligencia.
Las primeras versiones de Inteligencia, señalan que en venganza porque el dueño del bar no les entregó una cantidad que exigían para movilizarse, unos ocho maleantes desataron una matanza indiscriminada en el interior de uno de los bares más concurridos en la zona de Villagrán.
El Sabino Gordo, en el que suelen darse cita trabajadores de la construcción, obreros, y ambulantes, fue escenario de una irrupción sin que ninguna autoridad atinara a llegar a tiempo para evitarlo.
Los atacantes que se decían zetas, llegaron en dos camionetas al lugar.
Afuera del negocio quedaron un taxista y un vendedor de hot-dogs, también cayeron tres meseras, y una cantidad no determinada de clientes.
El ataque no tenía ningún objetivo personal específico, fue solamente como respuesta a una negativa de dinero.
Inteligencia señala además que fue una respuesta de este grupo delictivo ante la aparente llegada de un cártel que ha tomado el control de la ciudad.
“Se trató de algo muy aparatoso, la muerte de 20 personas sin duda que provoca que la ciudad se caliente, pero fue un ataque totalmente indiscriminado, sin buscar un objetivo personal, más bien fue un mensaje de fuerza.
“El riesgo es que el otro grupo pudiera desatar una cacería de estos maleantes con más fuerza y generar actos de violencia”, señala el reporte de Inteligencia.
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