Lilia Arellano
La primera tormenta tropical de la temporada, “Arlene”, tocó tierra este jueves entre los estados de Veracruz y Tamaulipas; arrojó un nivel récord de lluvias en el Valle de México; saturó los sistemas de drenaje con 48 milímetros –la cifra más alta que se habría registrado fueron 36 milímetros en 1989- y no sólo provocó inundaciones, deslaves y todo tipo de afectaciones en esas entidades y también en la capital de la República, Estado de México, Hidalgo, Guerrero y Morelos, principalmente, sino que sacó a flote que gracias a la corrupción los daños fueron mayores, y que la negligencia, la incapacidad y la falta de planeación y de coordinación de los tres niveles de gobierno sigue siendo la causa principal de los desastres y de que se den situaciones de emergencia que han afectado, en esta ocasión, a más de cien mil personas.
La desgracia una vez más se utiliza con fines electorales y políticos. Los partidos de oposición en el Estado de México, principalmente panistas y perredistas y petistas, esperan que al candidato priista, Eruviel Ávila, se le puedan restar votos por esos acontecimientos, y no porque sus propuestas hayan sido mejores y logrado una permeabilidad en el ánimo de los votantes mexiquenses. Los panistas, encabezados por Felipe Calderón apuestan a que su incapacidad ante la tragedia se le facture a la administración estatal de Peña Nieto, quien pide que no se politicen los daños que han causado las fuertes precipitaciones pluviales. La atención de la emergencia, las causas que la provocaron, con responsabilidad para los tres niveles de gobierno, pasaron a un segundo plano, lo primordial es, una vez más, la rentabilidad política electoral que se pueda alcanzar el próximo domingo. Lo demás es secundario.
Los daños más graves se presentaron una vez más en zonas y fraccionamientos irregulares, asentados muchos de ellos en los causes de los ríos, ante la complacencia y negligencia de las autoridades de los tres niveles de gobierno. En el Valle de México, las “lluvias atípicas” que se presentaron durante más de 24 horas, exhibieron la incapacidad de la administración federal que encabeza Felipe Calderón y del gobierno del Estado de México, a cargo aún de Enrique Peña Nieto, así como del gobierno del Distrito Federal que encabeza Marcelo Ebrard Casaubon, éstos dos últimos aspirantes a la Presidencia de la República y, por lo tanto, sus cálculos, al igual que el del michoacano, tienen que ver más con la afectación electoral para sus aspiraciones e intereses políticos rumbo a los comicios locales y presidenciales, que en cuanto a la ayuda y auxilio a la población afectada en las entidades señaladas.
El desastre hidráulico dejó en evidencia que mientras no este concluido el Túnel Emisor Oriente y se cuenten con las plantas de bombeo necesarias, los eventos meteorológicos como el de “Arlene” seguirán provocando inundaciones, deslaves y desastres, pues se carece de capacidad para desalojar las aguas, no se cuenta con la infraestructura de drenaje indispensable, y ésta sigue siendo tan sólo una promesa de campaña incumplida. Los expertos de la Comisión Nacional del Agua, que encabeza José Luis Luege Tamargo, otro funcionario del PAN con aspiraciones políticas hacia la jefatura del Gobierno del Distrito Federal, señalan que será hasta el año que entra cuando va a empezar a operar en un primer tramo el Túnel Emisor Oriente y hasta el 2014 cuando quede completamente construido. Mientras, se seguirá resintiendo la falta de capacidad técnica y humana de las autoridades federales y locales para manejar este tipo de desastres, que pueden repetirse en las próximas semanas.
Tan sólo en el Estado de México, donde este domingo habrán de realizarse elecciones para renovar el gobierno de la entidad, el número de personas afectadas por las lluvias registradas el jueves pasado se estimó en alrededor de 85 mil por las expertos de la Coordinadora de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, que encabeza Laura Gurza. El mayor número de afectados se encuentra en Ecatepec, donde hay 62 mil 922 damnificados, mientras que en Nezahualcóyotl, se registraron 21 mil 733 afectados. Un menor de edad, Isac Uriel Escobedo, murió y su abuelo, Héctor Trejo, se encuentra grave luego de ser electrocutados dentro de su vivienda. La desconfianza de la población hacia las autoridades se evidenció en el hecho de que sólo 63 personas, 60 en Ecatepec y tres en Nezahualcóyotl acudieron a los 20 albergues aclimantados en el Estado de México, de los cuales sólo se utilizaron tres.
Los municipios de Ecatepec y Ciudad Nezahualcóyotl fueron declarados zonas de desastre, luego de las lluvias y el consecuente desbordamiento del Río de Los Remedios, de acuerdo con el anuncio que hicieron la administración federal, el gobierno mexiquense y la Conagua. Así, se le requirió a la Secretaría de Gobernación el acceso a recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales, Fonden. Las inundaciones en Ecatepec continuaban hasta el cierre de estas líneas. Los vecinos seguían solicitando la ayuda de las autoridades pues muchos quedaron atrapados en las azoteas de sus viviendas y no tienen alimentos.
Los vecinos, quienes se quejaron de que no existe una ayuda efectiva en las colonias afectadas, se niegan a dejar sus viviendas ante el temor de la rapiña, no obstante que se está aplicando el plan DNIII en la región para apoyar a las familias damnificadas. En el área se encontraban más de 2 mil 500 elementos de la Agencia de Seguridad Estatal, del Ejército Mexicano, de los policías municipales, así como cuadrillas de los organismos locales de agua y de protección civil estatal y municipal y de la Comisión Nacional del Agua. La desesperación llegó a tales niveles que un centenar de manifestantes de colonias de Ecatepec y Nezahualcóyotl, afectadas por el desbordamiento del Río de Los Remedios se enfrentaron con elementos de la Agencia de Seguridad Estatal en Ecatepec en demanda de que no han recibido ningún apoyo del gobierno estatal por las lluvias que afectaron la zona. Bloquearon la Avenida Central, que es la principal vialidad que conecta al el sector oriente del Estado de México con el Distrito Federal, para exigir que se presentaran Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, quienes se encontraban en un hotel del centro comercial Las Américas, realizando una evaluación de los daños registrados. Un grupo de 150 granaderos mexiquenses les lanzaron gases lacrimógenos para replegarlos, lo que ocasionó un zafarrancho en el sitio. Antes de retirarse, los inconformes advirtieron que de no recibir respuesta por parte de las autoridades, el próximo domingo 3 de julio, día en que se llevarán a cabo las elecciones en el Estado de México para elegir gobernador, no permitirán la instalación de casillas en sus colonias.
En la mencionada reunión de evaluación, Felipe Calderón prometió que su administración trabajará con el Estado de México para restituir los bienes materiales que perdieron las familias afectadas en Nezahualcóyotl y Ecatepec por el desbordamiento del Río de los Remedios, mientras que el gobernador Enrique Peña Nieto intentó deslindarse del problema al señalar que su administración está a expensas de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y del Gobierno del Distrito Federal para operar el sistema hidráulico de la zona metropolitana. A esto, Calderón admitió que se tiene que cambiar la lógica de coordinación en el manejo del sistema operativo del drenaje.
Los representantes de los tres niveles de gobierno, quienes se comprometieron a realizar acciones de limpieza de casas y calles afectadas, así como una restitución de lo perdido a las familias, reconocieron que es necesario construir un drenaje alterno al Río de los Remedios, como una medida indispensable para aminorar los riesgos de desbordamiento de ese cauce. Cabe destacar que esa obra no tiene plazo ni programa de ejecución definido. Por vía de mientras, la Conagua colocará dos estructuras con tablones de concreto y metálicas en tres kilómetros del Río de los Remedios, que van desde la Avenida Central hacia la Avenida Exterior Mexiquense sobre Periférico Oriente, tramo que ha presentado en los últimos años constantes desbordamientos.
José Ramón Ardavín, subdirector de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento de la Conagua, señaló que para desalojar las aguas desbordadas, “de manera temporal” este líquido se está guardando en el Túnel Río de los Remedios, el cual está sirviendo momentáneamente como un “enorme tinaco en donde metemos el agua que se está desbordando, y una vez que bajen los niveles, se desalojará el agua”. El funcionario señaló que el asunto no es de que “se abran o no las compuertas, sino de que cuando ya no tiene capacidad el emisor central, ya no le podemos meter más agua”.
El gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, evidenció que su principal interés en este momento es su futuro político rumbo al 2012, por lo que pidió a los damnificados no politizar los hechos de cara a las elecciones del domingo, no vaya a ser que la fiesta se le aguade la noche del domingo.
La primera tormenta tropical de la temporada, “Arlene”, tocó tierra este jueves entre los estados de Veracruz y Tamaulipas; arrojó un nivel récord de lluvias en el Valle de México; saturó los sistemas de drenaje con 48 milímetros –la cifra más alta que se habría registrado fueron 36 milímetros en 1989- y no sólo provocó inundaciones, deslaves y todo tipo de afectaciones en esas entidades y también en la capital de la República, Estado de México, Hidalgo, Guerrero y Morelos, principalmente, sino que sacó a flote que gracias a la corrupción los daños fueron mayores, y que la negligencia, la incapacidad y la falta de planeación y de coordinación de los tres niveles de gobierno sigue siendo la causa principal de los desastres y de que se den situaciones de emergencia que han afectado, en esta ocasión, a más de cien mil personas.
La desgracia una vez más se utiliza con fines electorales y políticos. Los partidos de oposición en el Estado de México, principalmente panistas y perredistas y petistas, esperan que al candidato priista, Eruviel Ávila, se le puedan restar votos por esos acontecimientos, y no porque sus propuestas hayan sido mejores y logrado una permeabilidad en el ánimo de los votantes mexiquenses. Los panistas, encabezados por Felipe Calderón apuestan a que su incapacidad ante la tragedia se le facture a la administración estatal de Peña Nieto, quien pide que no se politicen los daños que han causado las fuertes precipitaciones pluviales. La atención de la emergencia, las causas que la provocaron, con responsabilidad para los tres niveles de gobierno, pasaron a un segundo plano, lo primordial es, una vez más, la rentabilidad política electoral que se pueda alcanzar el próximo domingo. Lo demás es secundario.
Los daños más graves se presentaron una vez más en zonas y fraccionamientos irregulares, asentados muchos de ellos en los causes de los ríos, ante la complacencia y negligencia de las autoridades de los tres niveles de gobierno. En el Valle de México, las “lluvias atípicas” que se presentaron durante más de 24 horas, exhibieron la incapacidad de la administración federal que encabeza Felipe Calderón y del gobierno del Estado de México, a cargo aún de Enrique Peña Nieto, así como del gobierno del Distrito Federal que encabeza Marcelo Ebrard Casaubon, éstos dos últimos aspirantes a la Presidencia de la República y, por lo tanto, sus cálculos, al igual que el del michoacano, tienen que ver más con la afectación electoral para sus aspiraciones e intereses políticos rumbo a los comicios locales y presidenciales, que en cuanto a la ayuda y auxilio a la población afectada en las entidades señaladas.
El desastre hidráulico dejó en evidencia que mientras no este concluido el Túnel Emisor Oriente y se cuenten con las plantas de bombeo necesarias, los eventos meteorológicos como el de “Arlene” seguirán provocando inundaciones, deslaves y desastres, pues se carece de capacidad para desalojar las aguas, no se cuenta con la infraestructura de drenaje indispensable, y ésta sigue siendo tan sólo una promesa de campaña incumplida. Los expertos de la Comisión Nacional del Agua, que encabeza José Luis Luege Tamargo, otro funcionario del PAN con aspiraciones políticas hacia la jefatura del Gobierno del Distrito Federal, señalan que será hasta el año que entra cuando va a empezar a operar en un primer tramo el Túnel Emisor Oriente y hasta el 2014 cuando quede completamente construido. Mientras, se seguirá resintiendo la falta de capacidad técnica y humana de las autoridades federales y locales para manejar este tipo de desastres, que pueden repetirse en las próximas semanas.
Tan sólo en el Estado de México, donde este domingo habrán de realizarse elecciones para renovar el gobierno de la entidad, el número de personas afectadas por las lluvias registradas el jueves pasado se estimó en alrededor de 85 mil por las expertos de la Coordinadora de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, que encabeza Laura Gurza. El mayor número de afectados se encuentra en Ecatepec, donde hay 62 mil 922 damnificados, mientras que en Nezahualcóyotl, se registraron 21 mil 733 afectados. Un menor de edad, Isac Uriel Escobedo, murió y su abuelo, Héctor Trejo, se encuentra grave luego de ser electrocutados dentro de su vivienda. La desconfianza de la población hacia las autoridades se evidenció en el hecho de que sólo 63 personas, 60 en Ecatepec y tres en Nezahualcóyotl acudieron a los 20 albergues aclimantados en el Estado de México, de los cuales sólo se utilizaron tres.
Los municipios de Ecatepec y Ciudad Nezahualcóyotl fueron declarados zonas de desastre, luego de las lluvias y el consecuente desbordamiento del Río de Los Remedios, de acuerdo con el anuncio que hicieron la administración federal, el gobierno mexiquense y la Conagua. Así, se le requirió a la Secretaría de Gobernación el acceso a recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales, Fonden. Las inundaciones en Ecatepec continuaban hasta el cierre de estas líneas. Los vecinos seguían solicitando la ayuda de las autoridades pues muchos quedaron atrapados en las azoteas de sus viviendas y no tienen alimentos.
Los vecinos, quienes se quejaron de que no existe una ayuda efectiva en las colonias afectadas, se niegan a dejar sus viviendas ante el temor de la rapiña, no obstante que se está aplicando el plan DNIII en la región para apoyar a las familias damnificadas. En el área se encontraban más de 2 mil 500 elementos de la Agencia de Seguridad Estatal, del Ejército Mexicano, de los policías municipales, así como cuadrillas de los organismos locales de agua y de protección civil estatal y municipal y de la Comisión Nacional del Agua. La desesperación llegó a tales niveles que un centenar de manifestantes de colonias de Ecatepec y Nezahualcóyotl, afectadas por el desbordamiento del Río de Los Remedios se enfrentaron con elementos de la Agencia de Seguridad Estatal en Ecatepec en demanda de que no han recibido ningún apoyo del gobierno estatal por las lluvias que afectaron la zona. Bloquearon la Avenida Central, que es la principal vialidad que conecta al el sector oriente del Estado de México con el Distrito Federal, para exigir que se presentaran Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, quienes se encontraban en un hotel del centro comercial Las Américas, realizando una evaluación de los daños registrados. Un grupo de 150 granaderos mexiquenses les lanzaron gases lacrimógenos para replegarlos, lo que ocasionó un zafarrancho en el sitio. Antes de retirarse, los inconformes advirtieron que de no recibir respuesta por parte de las autoridades, el próximo domingo 3 de julio, día en que se llevarán a cabo las elecciones en el Estado de México para elegir gobernador, no permitirán la instalación de casillas en sus colonias.
En la mencionada reunión de evaluación, Felipe Calderón prometió que su administración trabajará con el Estado de México para restituir los bienes materiales que perdieron las familias afectadas en Nezahualcóyotl y Ecatepec por el desbordamiento del Río de los Remedios, mientras que el gobernador Enrique Peña Nieto intentó deslindarse del problema al señalar que su administración está a expensas de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y del Gobierno del Distrito Federal para operar el sistema hidráulico de la zona metropolitana. A esto, Calderón admitió que se tiene que cambiar la lógica de coordinación en el manejo del sistema operativo del drenaje.
Los representantes de los tres niveles de gobierno, quienes se comprometieron a realizar acciones de limpieza de casas y calles afectadas, así como una restitución de lo perdido a las familias, reconocieron que es necesario construir un drenaje alterno al Río de los Remedios, como una medida indispensable para aminorar los riesgos de desbordamiento de ese cauce. Cabe destacar que esa obra no tiene plazo ni programa de ejecución definido. Por vía de mientras, la Conagua colocará dos estructuras con tablones de concreto y metálicas en tres kilómetros del Río de los Remedios, que van desde la Avenida Central hacia la Avenida Exterior Mexiquense sobre Periférico Oriente, tramo que ha presentado en los últimos años constantes desbordamientos.
José Ramón Ardavín, subdirector de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento de la Conagua, señaló que para desalojar las aguas desbordadas, “de manera temporal” este líquido se está guardando en el Túnel Río de los Remedios, el cual está sirviendo momentáneamente como un “enorme tinaco en donde metemos el agua que se está desbordando, y una vez que bajen los niveles, se desalojará el agua”. El funcionario señaló que el asunto no es de que “se abran o no las compuertas, sino de que cuando ya no tiene capacidad el emisor central, ya no le podemos meter más agua”.
El gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, evidenció que su principal interés en este momento es su futuro político rumbo al 2012, por lo que pidió a los damnificados no politizar los hechos de cara a las elecciones del domingo, no vaya a ser que la fiesta se le aguade la noche del domingo.
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