Pantano educativo en Chiapas

Jorge Diaz

Mucho se ha hablado en estos días sobre asuntos relacionados con los dirigentes magisteriales, los propios maestros, la calidad educativa y la necesidad imperante que México tiene para hacer del tema de la educación una prioridad. Otro de los rezagos en la materia, es el de la obligación que el Estado tiene de otorgarles la regularización a los adultos que por diversas razones no pudieron terminar su educación básica.

Cuando uno observa el desinterés de las autoridades y la inexplicable falta de recursos para este rubro tan importante, el desánimo es absoluto. Cómo conservar la esperanza de que este país vaya saliendo poco a poco del pantano educativo donde se encuentra, si nuestros gobernantes están más interesados en gastar el dinero para ganar elecciones u otros propósitos distintos al de procurar beneficios al ciudadano.

Sólo por mencionar un botón de muestra: el Instituto de Educación para Adultos (IEA) del Estado de Chiapas. Específicamente en la ciudad de Comitán la problemática es alarmante; el personal, todos ellos solidarios no asalariados; es decir, sin ningún derecho, han visto reducidas las gratificaciones hasta en un 65% de lo que normalmente percibían y si ha esto se le agrega el hecho de que no reciben apoyo técnico en lo que se refiere a material didáctico y capacitación para el excelente desempeño de sus funciones, muchos de ellos se han visto en la necesidad de renunciar a su apostolado, lo que deja mutilada la posibilidad de cubrir las necesidades en esa entidad para darle educación a todos los que la requieren.

La falta de material didáctico también afecta a los estudiantes, la excusa de la dirección estatal al respecto de esta carencia es la consabida: “Esto sucede en todo el país” vaya consuelo. Mientras tanto, la única solución que ofrecen las autoridades es la implementación de los módulos virtuales y en línea, pero su personal no tiene la capacitación para implementarlo.

Aunado a lo anterior, el alumnado del IEA -adultos que principalmente están cursando su educación básica- no sabe utilizar las computadoras y no se tienen suficientes en el Instituto como para satisfacer la demanda de éstas suponiendo que las supieran utilizar. Sería ingenuo pensar que dado el origen humilde de los alumnos, pudieran tener los recursos como para tener una computadora en casa. El círculo es vicioso y perverso.

La reacción del Gobierno de Chiapas, vía la dirección del IEA, a las demandas de los asesores, promotores y apoyos técnicos de las Plazas Comunitarias, es la de “exhortar” a quienes se atreven a levantar la voz a que dirijan sus demandas a otro lado, pero que no golpeen al señor Gobernador Juan Sabines Guerrero.

En fin que en esas están en Comitán y mientras sigan así, el objetivo de sacar a este país de su atraso educativo, seguirá siendo postergado por los Gobiernos ya sea, por desinterés o por el desvío de recursos para satisfacer las necesidades políticas o gremiales de los gobernantes en turno.

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