Martha Anaya / Crónica de Política
Puede que algunos no lo crean, pero nada menos que Arturo Valenzuela, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de los Estados Unidos, acaba de darle su bendición a los priistas con vistas al 2012.
“Yo no concuerdo con la idea de que ahí (en el PRI de hoy) hay un partido de Dinos”, dijo Valenzuela al recibir a un grupo de periodistas mexicanos unos días antes de entregar el cargo a sus 67 años de edad.
“Yo –les dijo a los periodistas que le mostraban preocupación por el posible retorno de los dinosaurios al poder– francamente veo renovación en el PRI. Veo sectores nuevos. Veo gente nueva. Se ha hecho un enorme esfuerzo por tratar de modernizar al partido”.
De hecho, no descartó la posibilidad de que durante las elecciones presidenciales del 2012 en México un priista recupere la presidencia de la República.
Valenzuela, de origen chileno, es un gran conocedor de México y ha sido él quien ha estado al tanto de la relación con nuestro país desde hace dos décadas, cuando como Asistente sustituto de Asuntos Interamericanos en el Departamento de Estado con Bill Clinton, tuvo como primera responsabilidad la política exterior de Estados Unidos con México; luego como director de Asuntos Interamericanos; y con Barack Obama como subsecretario de Asuntos Hemisféricos.
Su conocimiento de lo que acontece en México es tal que no pocos paisanos, en su momento, fueron advertidos por Arturo Valenzuela de que en las elecciones del año 2000 el Partido Acción Nacional, con Vicente Fox, ganaría la Presidencia de la República.
(Huelga decir que algunos de esos priistas no le creyeron y hasta presentaron tesis en sentido contrario).
El conocimiento, pues, de Valenzuela sobre la situación política que se vive en México no es desdeñable, por ello sus comentarios a los periodistas mexicanos antes de abandonar su cargo en el Departamento de Estado (entrega el próximo viernes) son dignas de tomar en cuenta.
Durante la entrevista, según refiere Jaime Hernández, corresponsal de El Universal, Valenzuela insistió en que, independientemente de quien resulte vencedor en las presidenciales del 2012 en México y en Estados Unidos, la agenda bilateral difícilmente experimentará grandes cambios.
“No hay mucho margen porque los desafíos son conocidos. Y si algo hay que tenemos claro los dos países es la necesidad de una estrecha cooperación”.
Independientemente de los cambios que se darán en el 2012, les dijo, “ya hay unas dinámicas que están en marcha” y que están relacionadas con la necesidad de derrotar a los carteles de la droga, de garantizar la seguridad fronteriza y de ampliar los márgenes de cooperación comercial.
También les habló del episodio vivido con el ex embajador Carlos Pascual a quien defendió ampliamente “porque gracias a él nos aseguramos de que la Iniciativa Mérida pasara a ser una iniciativa de política integral” y dejara de ser exclusivamente un esquema de cooperación militar de mano dura, para transformarse en una cooperación de carácter más integral.
Tales fueron sus principales planteamientos. Pero más que nada salta a la vista la forma en que hoy se expresa del PRI, cuando en la década de los noventa –tiempo en que se propició la alternancia– la visión que tenían de ese partido era totalmente opuesta.
Y hoy, después de dos sexenios fuera de la Presidencia, parece que han sido suficientes para ver que el PRI se ha renovado y que ya no es un partido de “dinos”.
Dicho esto por Arturo Valenzuela bien puede leerse como el banderazo y la bendición para el retorno del PRI a Los Pinos.
Puede que algunos no lo crean, pero nada menos que Arturo Valenzuela, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de los Estados Unidos, acaba de darle su bendición a los priistas con vistas al 2012.
“Yo no concuerdo con la idea de que ahí (en el PRI de hoy) hay un partido de Dinos”, dijo Valenzuela al recibir a un grupo de periodistas mexicanos unos días antes de entregar el cargo a sus 67 años de edad.
“Yo –les dijo a los periodistas que le mostraban preocupación por el posible retorno de los dinosaurios al poder– francamente veo renovación en el PRI. Veo sectores nuevos. Veo gente nueva. Se ha hecho un enorme esfuerzo por tratar de modernizar al partido”.
De hecho, no descartó la posibilidad de que durante las elecciones presidenciales del 2012 en México un priista recupere la presidencia de la República.
Valenzuela, de origen chileno, es un gran conocedor de México y ha sido él quien ha estado al tanto de la relación con nuestro país desde hace dos décadas, cuando como Asistente sustituto de Asuntos Interamericanos en el Departamento de Estado con Bill Clinton, tuvo como primera responsabilidad la política exterior de Estados Unidos con México; luego como director de Asuntos Interamericanos; y con Barack Obama como subsecretario de Asuntos Hemisféricos.
Su conocimiento de lo que acontece en México es tal que no pocos paisanos, en su momento, fueron advertidos por Arturo Valenzuela de que en las elecciones del año 2000 el Partido Acción Nacional, con Vicente Fox, ganaría la Presidencia de la República.
(Huelga decir que algunos de esos priistas no le creyeron y hasta presentaron tesis en sentido contrario).
El conocimiento, pues, de Valenzuela sobre la situación política que se vive en México no es desdeñable, por ello sus comentarios a los periodistas mexicanos antes de abandonar su cargo en el Departamento de Estado (entrega el próximo viernes) son dignas de tomar en cuenta.
Durante la entrevista, según refiere Jaime Hernández, corresponsal de El Universal, Valenzuela insistió en que, independientemente de quien resulte vencedor en las presidenciales del 2012 en México y en Estados Unidos, la agenda bilateral difícilmente experimentará grandes cambios.
“No hay mucho margen porque los desafíos son conocidos. Y si algo hay que tenemos claro los dos países es la necesidad de una estrecha cooperación”.
Independientemente de los cambios que se darán en el 2012, les dijo, “ya hay unas dinámicas que están en marcha” y que están relacionadas con la necesidad de derrotar a los carteles de la droga, de garantizar la seguridad fronteriza y de ampliar los márgenes de cooperación comercial.
También les habló del episodio vivido con el ex embajador Carlos Pascual a quien defendió ampliamente “porque gracias a él nos aseguramos de que la Iniciativa Mérida pasara a ser una iniciativa de política integral” y dejara de ser exclusivamente un esquema de cooperación militar de mano dura, para transformarse en una cooperación de carácter más integral.
Tales fueron sus principales planteamientos. Pero más que nada salta a la vista la forma en que hoy se expresa del PRI, cuando en la década de los noventa –tiempo en que se propició la alternancia– la visión que tenían de ese partido era totalmente opuesta.
Y hoy, después de dos sexenios fuera de la Presidencia, parece que han sido suficientes para ver que el PRI se ha renovado y que ya no es un partido de “dinos”.
Dicho esto por Arturo Valenzuela bien puede leerse como el banderazo y la bendición para el retorno del PRI a Los Pinos.
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