Las caras de Elba Esther

Campos Elíseos / Katia D'Artigues

Series que “educan”

Me encanta Elba Esther Gordillo. ¡Es un gran personaje! Si no existiera, alguien lo hubiera inventado…como, no sé, Mario Puzo.

Le acaba de dar una entrevista rica, con calma, a Salvador Camarena. Cada vez que hace eso, Elba da nota, a veces creo que hasta a pesar de ella misma. Su vida política y personal es de novela épica.

Novela, no telenovela. Los melodramas por tradición sólo admiten personajes planos: Buenas-buenísimas, o malos-recontramalos. Ella tiene muchas facetas:

Elba indudable maestra de la real politik, quizá traidora. (¿Será lo segundo una característica inevitable de lo primero?) Hábil negociadora para su gremio y para sí misma (ella dice que trabaja para México y la educación, aunque la OCDE dice lo contrario). Elba-atajo, como escribió Denise Maerker: La que paga a sus leales amigos con puestos y sabe matar sus relaciones cuando no le funcionan o se siente traicionada. La que se crece a los castigos -como la expulsión del PRI- creando un partido bisagra, Nueva Alianza, volviéndose para políticos pragmáticos de todos los partidos en una suerte de obscuro objeto del deseo electoral.

La que le grita a sus subordinados, pero tiene fama de magnánima como amiga. Suscita respeto -o miedo- entre la clase política de todos los colores. Cercana amiga de intelectuales. Y sí, para muchos la encarnación del mal con su apodo: La mamá de Chucky.

Elba viuda joven; mujer en búsqueda de amor, quizá irrealizado. Heredera rica y/o maestra rural fruto de la “cultura del esfuerzo”. Elba hija y matriarca tras la muerte de su madre. Abuela doliente de un nieto que murió; de otro que lo secuestraron. La que, cual tigresa, defiende a sus hijas… ya es otra cosa si es nepotismo.

La que estuvo enferma de hepatitis C y vio de cerca la muerte. La que llegó a ser talla cero y sí, no oculta que le gustan las marcas caras. En ese periodo tuvo que regresar maletas completas a Escada de modelos que ya se había comprado, pero olvidó.

La que resurgió políticamente de la muerte que le habían anunciado y le siguen anunciando. Constante ave fénix de plumaje manchado. Pero que sigue volando.

Ventaneadora, por estos días, de acuerdos políticos… que quién sabe cuánto le costará. En fin. ¿Cómo le ponemos a la novela? El miércoles por la noche ella decía:
— Estoy muy agraviada pero yo quise caminar esto… nadie me obligó. Y ser libre cuesta, no soy esclava de nadie. (yo) Camino, camino, y camino…
Entonces, ¿Los pasos de Elba? ¿El Magisterio Imperial? La Sombra de Gordillo?

New Age político.
Aceptémoslo. La “Estela de Luz”, que iba a ser un monumento para conmemorar el 2010, se ha transformado en un oscuro símbolo.

Hoy, todo parece que esa obra quedará en tremendo boquete sobre Paseo de la Reforma y Lieja, donde se escapa la energía. Será karma: Desde que en 2009 César Pérez Becerril ganó el proyecto, parece que la obra tiene una maldición.

Que no contaba con los requisitos necesarios y la crítica de varios arquitectos. Ahora Pérez Becerril acusa a Alonso Lujambio de presionarlo para inflar costos, de 400 millones a casi 900 millones de pesos, y usar material importado de Italia y Brasil; y sus socios lo denuncian por no pagarles el porcentaje del premio recibido. ¿Seguro que en 2009 el presidente Calderón no puso una primera piedra pómez?

Al diablo con el proyecto. La solución new age para armonizar el entorno es realizar una ceremonia de clausura de esa obra y recorrerla a Insurgentes y Villalongin (sin tocar el monumento a la Madre). Expropiar la gasolinera que se ubica en esa zona y construir una enorme torre con espejos octagonales, de Feng Shui dirigidas a Insurgentes Norte y la calle Luis Donaldo Colosio.

Solución desesperada para usar toda la fuerza del PRI…perdón, del Chi -fuerza vital-, y evitar el regreso del tricolor a Los Pinos.

Nuevas series de televisión
Es oficial: “El equipo”, serie que transmitió Televisa sobre la PF, fue un informercial. La SSP de Genaro García Luna cooperó con ¡118 millones 116 mil 880 pesos! La justificación: que sería “material educativo de relevancia nacional y con temática de trascendencia actual”.

Fantástico. Por lo visto la declaración Alonso Lujambio de que las telenovelas -y las series- son educativas permea al gobierno federal. ¡Hay espacio para que patrocinen nuevas series! Y para que no se quiebren la cabeza, esta columna les da unas propuestas.

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