El Arsenal
Las autoridades del estado mexicano de Sonora, en el norte de México, informaron hoy del hallazgo de las osamentas de “unas ocho personas” en diferentes puntos de la región de Sonoyta, fronteriza con Estados Unidos, que suponen pertenecen a migrantes que murieron por insolación y deshidratación.
Los restos no presentaban “signos de violencia” y se hallaban en la franja fronteriza entre Sonora y Arizona, “en un radio de varios kilómetros”, por lo que “se presume fallecieron de insolación”, indicó en un comunicado la Policía Estatal Investigadora (PEI) del estado.
Un grupo de vaqueros de la ciudad de Caborca, que recorría la zona a caballo, alertó a las autoridades de la presencia de las osamentas.
Los restos “tienen un tiempo de muerte que va desde los tres meses a un año” y fueron ubicados en puntos diferentes en las inmediaciones de los ranchos El Topil, La Capilla y sierra La Lezna, pertenecientes al municipio de Sonoyta.
En promedio, los migrantes murieron a un kilómetro de distancia de la línea divisoria entre México y Estados Unidos, algunos debajo de árboles, detalló la PEI.
Al lugar de los hechos acudieron agentes de ese organismo y del Grupo Beta -brigadas de protección a migrantes-, quienes localizaron algunas pertenencias y equipaje de las víctimas, lo que permitió identificar a cuatro de los fallecidos, todos ellos mexicanos.
Miles de migrantes indocumentados, tanto mexicanos como extranjeros, intentan cada año cruzar hacia Estados Unidos desde México, pero en su periplo deben enfrentarse a toda clase de peligros como la insolación, el crimen organizado y la extorsión de algunas autoridades corruptas.
Las autoridades del estado mexicano de Sonora, en el norte de México, informaron hoy del hallazgo de las osamentas de “unas ocho personas” en diferentes puntos de la región de Sonoyta, fronteriza con Estados Unidos, que suponen pertenecen a migrantes que murieron por insolación y deshidratación.
Los restos no presentaban “signos de violencia” y se hallaban en la franja fronteriza entre Sonora y Arizona, “en un radio de varios kilómetros”, por lo que “se presume fallecieron de insolación”, indicó en un comunicado la Policía Estatal Investigadora (PEI) del estado.
Un grupo de vaqueros de la ciudad de Caborca, que recorría la zona a caballo, alertó a las autoridades de la presencia de las osamentas.
Los restos “tienen un tiempo de muerte que va desde los tres meses a un año” y fueron ubicados en puntos diferentes en las inmediaciones de los ranchos El Topil, La Capilla y sierra La Lezna, pertenecientes al municipio de Sonoyta.
En promedio, los migrantes murieron a un kilómetro de distancia de la línea divisoria entre México y Estados Unidos, algunos debajo de árboles, detalló la PEI.
Al lugar de los hechos acudieron agentes de ese organismo y del Grupo Beta -brigadas de protección a migrantes-, quienes localizaron algunas pertenencias y equipaje de las víctimas, lo que permitió identificar a cuatro de los fallecidos, todos ellos mexicanos.
Miles de migrantes indocumentados, tanto mexicanos como extranjeros, intentan cada año cruzar hacia Estados Unidos desde México, pero en su periplo deben enfrentarse a toda clase de peligros como la insolación, el crimen organizado y la extorsión de algunas autoridades corruptas.
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