La situación financiera en Veracruz pinta muy mal para el próximo año, pero dicen los que saben, el gobernador Javier Duarte no es responsable. Si no él, ¿su antecesor Fidel Herrera? ¿Y no fue Duarte su secretario de Finanzas? Las preguntas las responden coincidentalmente desde diferentes frentes. Ni Duarte, que se fue al Congreso desde antes de que empezara el último año de gobierno, ni Herrera, que era gobernador, son sobre quienes deben ponerse los reflectores, sino sobre Salvador Sánchez, quien fue el que sustituyó a Duarte y que, como dicen los veracruzanos, su desorden fue monumental. Sánchez tendría que ser el sacrificado cuando Duarte enfrente una crisis de caja a fin de año o tenga que aumentar el endeudamiento del estado, pero está difícil que eso suceda. Sánchez, para quienes no lo saben, es cuñado de Manlio Fabio Beltrones, y como todo se empatará con la designación del candidato presidencial, no habrá muchos que quieran ejercer alguna acción punitiva contra un mal funcionario, que pueda ser interpretado como un ajuste de cuentas contra el poderoso senador.
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