Estado mexicano, con “escasa” voluntad para alcanzar paridad de género

Guadalupe Cruz Jaimes / CIMAC

México está lejos de cumplir el tercer Objetivo de Desarrollo de Milenio (ODM) que consiste en la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres para 2015, a pesar de que es el único de los ocho compromisos internacionales que no requiere inversión económica; la falta de avances se debe a la “escasa” voluntad política.

Lo anterior lo señaló Magdy Martínez-Solimán, representante residente del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México, en conferencia de prensa convocada para dar a conocer el documento “Objetivos de Desarrollo del Milenio Informe 2011”, que brinda un panorama de los avances y rezagos en el cumplimiento de los ODM en el mundo.

En su intervención, Martínez-Solimán dijo que en México la igualdad de oportunidades políticas y económicas de las mujeres “aún está lejos de cumplirse”, sin embargo todavía no es posible preveer que no se cumplirá porque “falta ver cuál será la participación de las mujeres en las elecciones de 2012”.

Pero los datos actuales muestran un rezago importante, ya que el promedio de participación política de las mexicanas es menor al 30 por ciento, tendencia similar en América Latina, dijo.

En este sentido, indicó que el promedio regional de avance en igualdad de género es “decepcionante” y “nos sitúa muy lejos de la paridad; no muestra demasiada evolución, pues la tendencia es muy ligera al alza”.

El representante del PNUD expresó su preocupación porque el objetivo de promoción de la igualdad entre mujeres y hombres es el “único de los ODM que para su cumplimiento no cuesta dinero, no hace falta inversión pública para conquistarlo, pero sí hace falta la inversión de otra divisa muy importante y a veces escasa: la voluntad política de los líderes y de partidos para que efectivamente abran paso para que las mujeres, que muchas hay en los partidos políticos mexicanos, participen más”.

Félix Vélez, secretario general de Consejo Nacional de Población (Conapo), señaló que “la falta de paridad de género” es uno de los “focos rojos” para el cumplimiento de esos compromisos internacionales adquiridos por México en el año 2000.

El funcionario reconoció que los avances aún son insuficientes, ejemplo de ello, es que en 1988 la participación de las mujeres en la Cámara de Diputados era de 12.4 por ciento y para 2011 alcanzó 28 por ciento. Mientras que en el mismo periodo la participación de las mexicanas en el Senado pasó de 15.6 por ciento a 20.3, es decir, aumentó 4.7 por ciento en los últimos 23 años.

Además de escasa participación política, las mujeres del país enfrentan un rezago en la igualdad de oportunidades en el mercado laboral. De acuerdo con Magdy Martínez-Solimán, las oportunidades de tener un empleo “pleno y productivo siguen siendo menores para las mujeres que para los hombres”.

Prueba de ello, es que tras la pérdida de fuentes de trabajo a causa de la crisis económica, durante la recuperación (a partir de 2010) el número de empleos creció considerablemente, “pero la preocupación se centra en que la ocupación de estos empleos está siendo fundamentalmente para los hombres”, alertó.

Actualmente, la participación económica de las mexicanas “no sobrepasa el 40 por ciento, está por debajo de otros países de la región”, por ello, desde hace cinco años, la ONU recomendó al gobierno del país que debía esforzarse más en promover más empleos para mujeres, así como su representación política.

Por último, el representante residente del PNUD refirió que durante el seguimiento del avance de las naciones hacia el cumplimiento de los ODM, han confirmado de “manera contundente que el empoderamiento de las mujeres es como en un efecto dominó, un acelerador de los demás ODM, el acceso de las mujeres a servicios básicos de educación, nutrición, salud, oportunidades económicos y políticos, provoca un efecto virtuoso en los demás ODM”.

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