¿Elba Esther o El Chapo?

Manuel Ajenjo

Lunes ni las gallinas ponen y menos cuando los pollitos son campeones del mundo. Hago este razonamiento ante la página en blanco de mi columna que tengo que entregar dentro de unas horas. Continúo con el símil avícola: tengo una hueva de dos cuartillas y media.

Quisiera, en honor a la verdad, en estos momentos estar en Paseo de la Reforma, a la altura del Ángel -o un poco más abajo-, vitoreando a los futbolistas de la Sub-17, en su desfile triunfal a bordo de un Turibús. Me encantaría traer los cachetes pintados -no como Eruviel de rojo- sino de verde, blanco y colorado -los colores del partido de Eruviel-. Lucir una peluca china -por lo rizado, no por el país donde fue fabricada, aunque a lo mejor coinciden ambas cosas- con los colores nacionales y echar desmadre al grito de ¡sí se pudo! ¡Sí se pudo!

Ni modo, ya será para la próxima si el clem­buterol o alguna fiestecita no lo impide. Por lo pronto, tengo que cumplir con mi compromiso con el benemérito periódico El Economista.

Ahora o nunca señor Presidente

Terminé mi columna del jueves pasado sugiriéndole al secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, la posibilidad de subir sus bonos de popularidad si lograra, por la vía fiscal, darle un golpe, inclusive poner tras las rejas a La Maestra Elba Esther Gordillo. Me atreví a comentar que tal acto sería equiparable a la captura de Joaquín El Chapo Guzmán.

No han faltado amigos míos que me han hecho ver lo ingenuo de mi sugerencia. La Maestra -me dijo el ingeniero H, asesor de esta columna en cuestiones de simulación y transa política- es intocable. Supo venderle a Felipe Calderón la idea del voto corporativo magisterial y cabildear en favor del PAN ante los gobernadores priístas enemigos de Roberto Madrazo -un número considerable de resentidos-. Elba Esther tiene un pacto con el diablo. No, tampoco -le alego yo- el diablo no existe. Bueno -me revira- entonces ella es el mismísimo diablo. ¿No has leído Los brujos del poder de José Gil Olmos? Sí, lo leí, -contesto y me acuerdo de lo que narra el autor-: la profesora Gordillo, para librarse de las amenazas del Presidente Zedillo que le había hecho saber por medio de un allegado que sería mejor que se fuera del país, recurrió al vudú africano mediante el cual los brujos más conspicuos en esta especialidad le trasmitieron la fuerza, la energía y el coraje de un león que fue sacrificado para bañarla con su sangre, le untaron sus vísceras y sus testículos. Pero yo no creo en esas mamadas.

Mamadas o no -explica el ingeniero- al otro día del ritual, según supo Gil Olmos en voz de alguien que acompañó a la Gordillo y que pidió no decir su nombre, Zedillo en persona estaba al habla con ella, mediante el teléfono, diciéndole: “Güerita hermosa, necesito hablar contigo”. Y de ahí para el real, La Maestra ha acaparado el poder y lo ha sabido ofrecer al mejor postor. Con Felipe Calderón hizo un pacto y éste tiene que respetarlo. Además, ya parece que Cordero va a ser capaz de darle un “quinazo” a La Maestra, pues ni que fuera Gutiérrez Barrios -uno de los ídolos de mi amigo el ingeniero H-.

Mira -argumento en mi favor- tú mismo me has dicho que en política los pactos se hacen para romperse. La primera en romper el pacto con Calderón fue la maquiavélica profesora, al revelar que éste existió. Lo hizo hasta de manera humillante como para demostrar que ella es la que manda. ¿Por qué no de eso se agarra el preciso para decirle: conste que tú empezaste? Y se va contra ella con toda la fuerza del Estado. Ya que no puede -o alguien cercano a él se lo impide- atrapar a El Chapo, de perdida que encarcele a esta siniestra cacica.

La neta -exterioriza mi amigo- no le veo espolones ni a Calderón ni a ninguno de su gabinete para darle en la madre a La Maestra.

Pues yo -asevero para terminar la amigable discusión- creo que sería un gran golpe estratégico ahora que el PAN anda de capa caída. Sería un levantón de la imagen presidencial ante la sociedad. Si recién mandó a Michoacán 1,800 agentes de la Policía Federal a luchar contra el cártel de La Tuta, qué le cuesta mandar 18 auditores a revisar las cuentas del SNTE, el Partido Nueva Alianza y las de la propia profesora. A este operativo yo la llamaría: Del Panal al penal.

Hasta a los de casa muerde

‘Amores y desamores’ fue el título con el que el periódico Reforma publicó en su suplemento “Enfoque”, del domingo pasado, un artículo de Jorge G. Castañeda, amigo e inquilino -de renta baja, durante cinco años- de La Maestra. “Elba Esther Gordillo ejerce la política sin estrategia, sin cuartel y sin garantías, afirma el excanciller en este texto, en el que revela que La Maestra lo vetó como posible titular de la SEP en el 2003; lo abandonó a la mitad de la negociación para ser candidato presidencial del Panal y el PASC -Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina- en el 2005, y lo dejó solo a su suerte cuando buscaba que Calderón lo nombrará Secretario de Educación en el 2006” -se lee en el sumario que precede al escrito.

De lo asentado por Castañeda entresaco lo siguiente: “Cada mes, la Secretaría de Hacienda retiene las cuotas sindicales de 1.2 millones de maestros antes de transferir sus sueldos a los gobiernos estatales, quienes se encargan de pagarles. Ese dinero es depositado directamente en la cuenta de la dirección del sindicato, que responde ante el Comité Ejecutivo Nacional, que a su vez responde solamente ante... Gordillo” (...) “esto representa aproximadamente 10 millones de dólares al mes o un poco más de 100 millones de dólares al año: su caja chica. La administra con magnanimidad exquisita -rebajándole la renta a sus arrendatarios- y cabeza fría. Y echa mano de ella en ocasiones para sus propios gastos, que no son pocos: varias casas y penthouses en la ciudad de México y sus alrededores, una supuesta casa de lujo en San Diego, bolsas de mano que las mujeres de Park Avenue matarían por tener y uno, dos o tres jets privados (comprados o rentados por el sindicato) dependiendo de sus necesidades del momento”. ¡Qué poca madre!

Narcoeducación

Si la inescrupulosa Maestra hiciera un pacto con la delincuencia con el objetivo de formar sicarios jóvenes y bien preparados para entrar al negocio del crimen organizado, éste sería el cuestionario del examen de Matemáticas en las escuelas públicas del país:

Obviamente cada escolar tendría que apuntar sus datos personales: nombre, apellidos, apodo y banda a la que pertenece.

1. El Kranky tiene una AK-47 con un cargador de 30 tiros. Por lo general falla seis de cada 10 tiros y utiliza 13 tiros cada vez que dispara desde su coche a 80 kilómetros por hora. ¿Cuántas veces puede El Kranky disparar desde su coche en movimiento antes de tener que recargar su arma?

2. El Calambre tiene 300 gramos de cocaína. El kilo de coca vale 2,500 dólares. El Calambre vende cinco grapas a El Chiricuas y ocho a El Quelonio. ¿Cuánto vale la coca que le queda?

3. El Porky padrotea tres golfas que le pasan un quinientón por acostón. ¿Cuántos acostones diarios le tocan a cada una de las viejas para que El Porky gane 50,000 varos en un mes?

4. El Memis vende un BMW robado en 2,000 dólares, le dan 1,500 por un Corvette­ y 1,000 por un Audi. Si se roba un BMW, dos Corvettes y un Audi, ¿cuántos Corvettes­ más necesita robar para juntar 10,500 dólares?

5. El Tampón se ha tirado cinco mujeres de su barrio. Si en su barrio viven 35 mujeres, ¿cuál es el porcentaje de mujeres que se ha tirado El Tampón?

6. Si un policía gana 7 pesos por hora de sueldo y en ese mismo lapso se lleva 350 lucas de mordidas, ¿cuántas horas deja de trabajar por cada mordida?

7. 8. 9. y 10. Si el alumno quiere aprobar estas cuatro preguntas para salir con certificado de excelencia, tomando en cuenta que por cada pregunta hay que mocharse con 300 locos con el profe, entregue la cantidad correspondiente junto con el cuestionario.

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