Marco A. Flota / Grillotina
Todo mundo habla del resultado de las elecciones del domingo pasado.
Bueno, desde antes, Vicente Fox anunció el triunfo del candidato del PRI en el Estado de México. Y, según sus detractores del mismo PAN, don Chente no tuvo boca de profeta, sino de mofeta, que es sinónimo de zorrillo, pues no hace honor a su apellido que en español significa Zorro. (O sea, que es tocayo de las pieles que suele portar doña Martita).
El perredista caído en Nayarit, Guadalupe Acosta, afirma que el culpable de su derrota fue Andrés Manuel López Obrador por haberse opuesto a una alianza con el PAN. O sea, que al tocayo de la Morenita del Tepeyac, don Guadalupe, lo hundió El Peje del Morena -Movimiento de Renovación Nacional-.
Marcelo Ebrard, quien pugnó también por un acuerdo PRD-PAN en el Estado de México, declara que “Alejandro Encinas se opuso a ser candidato de una alianza y ahí están los resultados”. Y no ha de preocuparle a Marcelo que se enoje Encinas, a quien nunca ha querido mucho, pues él sólo quiere Pinos.
Y El Peje, quien perdió votos en 2006 por su grito de “¡Cállate, chachalaca!”, insiste en sus símiles zoológicos y se burla del triunfo del PRI en el Estado de México: “Se impusieron con el dinero y el control de los medios de comunicación, entonces, la verdad es que así gana hasta una vaca, con perdón para las vacas”.
Y, al menos por esta vez, no anduvo muy errado López Obrador (Fox, sí, siempre debería andar herrado) porque Eruviel Ávila, el candidato priísta en el Edomex, no es una vaca, pero sí debe en buena parte su triunfo a la dueña de las vacas, doña Elba Esther Gordillo.
Nos referimos, claro, a las vacas de la Lotería Nacional, institución en la que -ella lo declaró la semana pasada- ha nombrado a los directores, según el acuerdo a que llegó con el entonces candidato Felipe Calderón, para apoyarlo en las elecciones del 2006. O sea que en la Lotería, más que los regordetes niños gritones, grita La Maistra.
Y reconoce que ha puesto como director de la Lotenal a uno que otro huerfanito, que más que íntegros han sido reintegros, porque seguido los cambia. Y es que ni un cachito de poder quiere dejarles, porque ese premio gordo sólo es de su tocaya, la Gordillo.
Pero dediquémosle un poco de atención a la frase del Peje: “Así gana hasta una vaca, con perdón para las vacas”. Y como las vacas no van a contestarle asumamos su defensa: Las vacas son seres apacibles, tranquilos, sólo matan moscas con el rabo, como la “Vaca Lechera” de la canción de Pedro Infante. Hasta la “Vaca Tomasa”, melodía éxito de Patylú, logró librar al PAN de un infímero Presidente -perdón por el neologismo derivado de ínfimo y efímero-, llamado César Nava.
Las vacas nos proporcionan leche siempre buena, no como la mala leche de los políticos eternamente pegados a otra ubre: La del Presupuesto.
Nada malo puede decirse de las vacas. Aunque, hace algunos años, circulaba un chascarrillo de mal gusto:
-¿El toro es el esposo de la vaca?
-No: el toro es el amante, el esposo de la vaca es el buey...
Así que el buey... perdón, Andrés Manuel, se vio muy mal con su frasecita esa de: “Así gana hasta una vaca”. Es más, podría contestarle la vaca que “ni así gana un Pejelagarto”.
¡RRIINNGG!
-Bueno, el PRI...
-¿Qué le ofrecería Moreira a Elba Esther por una alianza?
-¡Lo que quiera! Menos el estado de Coahuila.
EPIGRILLO
“La DEA nos felicita
por la captura del Chapo”
(Aclarar se necesita:
No el “Chapo”, fue un chafo capo)
Todo mundo habla del resultado de las elecciones del domingo pasado.
Bueno, desde antes, Vicente Fox anunció el triunfo del candidato del PRI en el Estado de México. Y, según sus detractores del mismo PAN, don Chente no tuvo boca de profeta, sino de mofeta, que es sinónimo de zorrillo, pues no hace honor a su apellido que en español significa Zorro. (O sea, que es tocayo de las pieles que suele portar doña Martita).
El perredista caído en Nayarit, Guadalupe Acosta, afirma que el culpable de su derrota fue Andrés Manuel López Obrador por haberse opuesto a una alianza con el PAN. O sea, que al tocayo de la Morenita del Tepeyac, don Guadalupe, lo hundió El Peje del Morena -Movimiento de Renovación Nacional-.
Marcelo Ebrard, quien pugnó también por un acuerdo PRD-PAN en el Estado de México, declara que “Alejandro Encinas se opuso a ser candidato de una alianza y ahí están los resultados”. Y no ha de preocuparle a Marcelo que se enoje Encinas, a quien nunca ha querido mucho, pues él sólo quiere Pinos.
Y El Peje, quien perdió votos en 2006 por su grito de “¡Cállate, chachalaca!”, insiste en sus símiles zoológicos y se burla del triunfo del PRI en el Estado de México: “Se impusieron con el dinero y el control de los medios de comunicación, entonces, la verdad es que así gana hasta una vaca, con perdón para las vacas”.
Y, al menos por esta vez, no anduvo muy errado López Obrador (Fox, sí, siempre debería andar herrado) porque Eruviel Ávila, el candidato priísta en el Edomex, no es una vaca, pero sí debe en buena parte su triunfo a la dueña de las vacas, doña Elba Esther Gordillo.
Nos referimos, claro, a las vacas de la Lotería Nacional, institución en la que -ella lo declaró la semana pasada- ha nombrado a los directores, según el acuerdo a que llegó con el entonces candidato Felipe Calderón, para apoyarlo en las elecciones del 2006. O sea que en la Lotería, más que los regordetes niños gritones, grita La Maistra.
Y reconoce que ha puesto como director de la Lotenal a uno que otro huerfanito, que más que íntegros han sido reintegros, porque seguido los cambia. Y es que ni un cachito de poder quiere dejarles, porque ese premio gordo sólo es de su tocaya, la Gordillo.
Pero dediquémosle un poco de atención a la frase del Peje: “Así gana hasta una vaca, con perdón para las vacas”. Y como las vacas no van a contestarle asumamos su defensa: Las vacas son seres apacibles, tranquilos, sólo matan moscas con el rabo, como la “Vaca Lechera” de la canción de Pedro Infante. Hasta la “Vaca Tomasa”, melodía éxito de Patylú, logró librar al PAN de un infímero Presidente -perdón por el neologismo derivado de ínfimo y efímero-, llamado César Nava.
Las vacas nos proporcionan leche siempre buena, no como la mala leche de los políticos eternamente pegados a otra ubre: La del Presupuesto.
Nada malo puede decirse de las vacas. Aunque, hace algunos años, circulaba un chascarrillo de mal gusto:
-¿El toro es el esposo de la vaca?
-No: el toro es el amante, el esposo de la vaca es el buey...
Así que el buey... perdón, Andrés Manuel, se vio muy mal con su frasecita esa de: “Así gana hasta una vaca”. Es más, podría contestarle la vaca que “ni así gana un Pejelagarto”.
¡RRIINNGG!
-Bueno, el PRI...
-¿Qué le ofrecería Moreira a Elba Esther por una alianza?
-¡Lo que quiera! Menos el estado de Coahuila.
EPIGRILLO
“La DEA nos felicita
por la captura del Chapo”
(Aclarar se necesita:
No el “Chapo”, fue un chafo capo)
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