El retorno de los Chuchos

Martha Anaya / Crónica de Política

El senador Carlos Navarrete eligió, de manera puntual y descriptiva, una serie de adjetivos para calificar a la izquierda que hoy representa Andrés Manuel López Obrador, y/o a esa izquierda que llama “radical”.

Con vista a las propuestas que hará la izquierda rumbo al 2012, el perredista se pregunta si esta fuerza propondrá:

1.-Visiones del pasado.

2.-Quejumbrosas.

3.-Dolidas.

4.-Enojadas.

Se pregunta también si serán una fuerza política que…

-Todo lo critica.

-Nada le parece bien.

-Una izquierda que llama al voto del coraje.

Son éstas las críticas más constantes que no sólo Navarrete sino desde muy distintos rumbos –principalmente desde el área gubernamental, pero no únicamente— se le hacen a López Obrador y a sus seguidores, y que tras los pobres resultados obtenidos por el Partido de la Revolución Democrática en el Estado de México han resurgido con fuerza entre las filas del sol azteca.

Viene “el retorno de ‘Los Chuchos’”, advierten mordaces entre los perredistas.

Navarrete sostiene que luego de los resultados en el Edomex la izquierda se encuentra ante la disyuntiva: ser espectadora lejana en la disputa por la presidencia entre PAN y PRI, o convertirse en una fuerza principal que abandere las demandas de la sociedad, la cual urge cambios en el sistema político.

Según el senador, si no son capaces de acercarse “a clases medias, a profesionistas, a gente trabajadora, a estudiantes, a jóvenes y pensamos que sólo con el voto duro vamos a ser competitivos, nos va a pasar encima una aplanadora en el 2012 sin saber ni cómo”.

Es más, ve con preocupación que pudieran perder incluso el Distrito Federal el próximo año.

Y sí, puede tener razón en lo que plantea Navarrete. Pero…, pero hasta donde hemos visto en los últimos años, los “Chuchos” no se significaron durante su dominio en el sol azteca por lo que hoy pregona y demanda: acercarse a las clases medias, estudiantes, jóvenes, combatir a los poderes fácticos, etcétera, etc.

Durante su predominio perdieron a pulso algunos de sus principales bastiones –el emblemático es Zacatecas– y sólo las alianzas con Acción Nacional, además de candidatos desechados por el PRI y que cambiaron de camiseta en el último momento, les han rescatado al final.

Quieren cambiar de ropaje en el último momento y piensan que con un maniquí volverán a ser competitivos en el último momento.

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