El fenómeno se intensificó en cuatro estados: experto del IPN
Este gobierno ha contribuido con 20% de la cifra en cuatro años
Angélica Enciso L. / La Jornada
Actualmente hay unos 56 millones de mexicanos –50 por ciento de la población total– en pobreza patrimonial, ya que de 2008 a 2010 entre 4 y 5 millones de personas pasaron a vivir en esa condición. De esa población en pobreza, unos 23 millones no cuentan con lo suficiente para adquirir la canasta básica alimentaria, indicaron expertos.
De acuerdo con la emisión 2010 de la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares (ENIGH), en la que se reporta una caída de los ingresos de las familias, economistas estimaron que cuando el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) dé a conocer los datos oficiales de la medición de la pobreza, deberá reportar un aumento del número de personas en miseria.
El alza de la pobreza patrimonial en los dos últimos años fue de casi 5 millones de personas, por lo que ahora hay unos 56 millones de personas en ese nivel, pues en 2008 había 50.6 millones, señaló Genaro Aguilar, investigador de la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Dijo que con base en la ENIGH se puede observar un aumento de 35 por ciento en la intensidad de la pobreza en Chiapas, Guerrero, Veracruz y Tabasco.
Para el lapso 2006-2008 el Coneval reportó un incremento de la pobreza patrimonial en 5.9 millones de personas para llegar a 50.6 millones, a las cuales ahora los investigadores prevén que se sumarán unos 5 millones de mexicanos del periodo 2008-2010. Así que serán casi 10 millones de personas las que se agregaron a la pobreza en esta administración.
Afectación generalizada
En los resultados de la encuesta que el Inegi divulgó el viernes pasado se observa que la afectación sobre el ingreso de las familias fue generalizado y se puede ver que los niveles medios y altos son los que más vieron retroceder sus percepciones, pero es evidente que los más pobres tuvieron una afectación significativa, sobre todo las familias rurales, en las cuales cayó su ingreso 40 por ciento, sostuvo en entrevista José Luis de la Cruz, director del centro de investigación en economía y negocios del Tecnológico de Monterrey campus estado de México.
En términos relativos, dijo, es más delicado porque su ingreso es menor y va dirigido a gastos de primera necesidad. Lo que la encuesta refleja es una reducción en alimentación, cuidado de salud, educación y transporte, elementos que inciden sobre el nivel de bienestar de la gente. Esto se observará que incidirá de manera definitoria en los niveles de pobreza que se difundirán. Se espera que haya un aumento significativo de ella.
Indicó que se ve claro que ni la política económica aplicada en el contexto de la crisis económica ni los programas de atención al bienestar social evitaron que los ingresos de las familias más pobres tuvieran una importante reducción, y ésta los lleva a niveles inferiores a los de 2006, incluso a niveles de hace 10 años. Las políticas públicas no fueron exitosas para contener los gastos que los mexicanos enfrentan y que llevan a una década perdida.
De acuerdo con la medición de pobreza por ingresos, se podría presentar un aumento que afectaría a 55 millones de personas, mientras a la pobreza alimentaria (quienes no alcanzan a comprar la canasta básica), en la cual hasta 2008 había 19.5 millones, se sumarían otros 3 millones, para llegar a casi 23 millones, detalló. En cuanto a la pobreza multidimensional, que incluye las carencias sociales, las personas en este índice podrían llegar a 52.5 millones.
El argumento del gobierno federal de que la crisis vino de fuera es parcialmente correcto, pero el retroceso en niveles de pobreza tiene que ver con falta de crecimiento económico; no se genera riqueza y hay menos ingresos para la población. México tiene cifras de crecimiento inferiores a 2 por ciento, hay una mala distribución de la riqueza; los sectores económicos no pagan mejor a sus trabajadores y eso daña al mercado interno. Indicó que, aunque los datos corresponden a 2010, este año, con el incremento de los precios en alimentos, la pobreza se mantendrá en niveles similares a los que dará a conocer el Coneval.
De acuerdo con un análisis del centro de investigación en economía y negocios del Tec, la caída de los ingresos de 12.3 por ciento calculada para el periodo 2008-2010 no es coyuntural, solamente atribuible a la crisis de 2009. En el lapso 2006-2008 los ingresos también habían disminuido en 1.6 por ciento. La problemática que lo anterior sintetiza es que a partir de 2006 los hogares mexicanos han enfrentado un entorno económico adverso, que afecta de manera directa su bienestar.
Este gobierno ha contribuido con 20% de la cifra en cuatro años
Angélica Enciso L. / La Jornada
Actualmente hay unos 56 millones de mexicanos –50 por ciento de la población total– en pobreza patrimonial, ya que de 2008 a 2010 entre 4 y 5 millones de personas pasaron a vivir en esa condición. De esa población en pobreza, unos 23 millones no cuentan con lo suficiente para adquirir la canasta básica alimentaria, indicaron expertos.
De acuerdo con la emisión 2010 de la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares (ENIGH), en la que se reporta una caída de los ingresos de las familias, economistas estimaron que cuando el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) dé a conocer los datos oficiales de la medición de la pobreza, deberá reportar un aumento del número de personas en miseria.
El alza de la pobreza patrimonial en los dos últimos años fue de casi 5 millones de personas, por lo que ahora hay unos 56 millones de personas en ese nivel, pues en 2008 había 50.6 millones, señaló Genaro Aguilar, investigador de la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Dijo que con base en la ENIGH se puede observar un aumento de 35 por ciento en la intensidad de la pobreza en Chiapas, Guerrero, Veracruz y Tabasco.
Para el lapso 2006-2008 el Coneval reportó un incremento de la pobreza patrimonial en 5.9 millones de personas para llegar a 50.6 millones, a las cuales ahora los investigadores prevén que se sumarán unos 5 millones de mexicanos del periodo 2008-2010. Así que serán casi 10 millones de personas las que se agregaron a la pobreza en esta administración.
Afectación generalizada
En los resultados de la encuesta que el Inegi divulgó el viernes pasado se observa que la afectación sobre el ingreso de las familias fue generalizado y se puede ver que los niveles medios y altos son los que más vieron retroceder sus percepciones, pero es evidente que los más pobres tuvieron una afectación significativa, sobre todo las familias rurales, en las cuales cayó su ingreso 40 por ciento, sostuvo en entrevista José Luis de la Cruz, director del centro de investigación en economía y negocios del Tecnológico de Monterrey campus estado de México.
En términos relativos, dijo, es más delicado porque su ingreso es menor y va dirigido a gastos de primera necesidad. Lo que la encuesta refleja es una reducción en alimentación, cuidado de salud, educación y transporte, elementos que inciden sobre el nivel de bienestar de la gente. Esto se observará que incidirá de manera definitoria en los niveles de pobreza que se difundirán. Se espera que haya un aumento significativo de ella.
Indicó que se ve claro que ni la política económica aplicada en el contexto de la crisis económica ni los programas de atención al bienestar social evitaron que los ingresos de las familias más pobres tuvieran una importante reducción, y ésta los lleva a niveles inferiores a los de 2006, incluso a niveles de hace 10 años. Las políticas públicas no fueron exitosas para contener los gastos que los mexicanos enfrentan y que llevan a una década perdida.
De acuerdo con la medición de pobreza por ingresos, se podría presentar un aumento que afectaría a 55 millones de personas, mientras a la pobreza alimentaria (quienes no alcanzan a comprar la canasta básica), en la cual hasta 2008 había 19.5 millones, se sumarían otros 3 millones, para llegar a casi 23 millones, detalló. En cuanto a la pobreza multidimensional, que incluye las carencias sociales, las personas en este índice podrían llegar a 52.5 millones.
El argumento del gobierno federal de que la crisis vino de fuera es parcialmente correcto, pero el retroceso en niveles de pobreza tiene que ver con falta de crecimiento económico; no se genera riqueza y hay menos ingresos para la población. México tiene cifras de crecimiento inferiores a 2 por ciento, hay una mala distribución de la riqueza; los sectores económicos no pagan mejor a sus trabajadores y eso daña al mercado interno. Indicó que, aunque los datos corresponden a 2010, este año, con el incremento de los precios en alimentos, la pobreza se mantendrá en niveles similares a los que dará a conocer el Coneval.
De acuerdo con un análisis del centro de investigación en economía y negocios del Tec, la caída de los ingresos de 12.3 por ciento calculada para el periodo 2008-2010 no es coyuntural, solamente atribuible a la crisis de 2009. En el lapso 2006-2008 los ingresos también habían disminuido en 1.6 por ciento. La problemática que lo anterior sintetiza es que a partir de 2006 los hogares mexicanos han enfrentado un entorno económico adverso, que afecta de manera directa su bienestar.
Comentarios