Jorge Diaz
Qué puede uno pensar de cualquier persona, cuando abierta y públicamente declara su convencimiento de estar haciendo lo correcto y el beneplácito de aliarse a un personaje por demás desgastado y claramente señalado como corrupto, desleal, centavero y oportunista, en fin, con alguien que debería de desaparecer de la escena pública por el bien de México y por el mal ejemplo que éste representa para niños y jóvenes.
Lo declarado por Peña Nieto en el sentido de estar de acuerdo con la alianza que su partido (PRI) y él mismo llevará a cabo con la lideresa del magisterio, Elba Esther Gordillo, rumbo a las elecciones de 2012, no hace más que darle un golpe en la cara a los mexicanos.
En el pasado, lo sabíamos de habladas y ahora, lo sabemos de su propia boca, a la Gordillo sólo le interesa comerciar con los votos de sus agremiados, que dicho sea de paso, actúan de una manera tan timorata y falta de dignidad al no revelarse a un liderazgo como el de ella, que da vergüenza decir que son maestros.
Si todos los mexicanos en edad de votar, ya sabemos de las tropelías que la profe está dispuesta a cometer para seguir ganando espacios de poder y dinero, si se están en este momento sacando los trapos al sol entre ella y el Gobierno Federal, que no está exento de la vergonzosa responsabilidad al haberse involucrado en acuerdos por demás obscuros con esta calamidad de profesora en 2006, me pregunto ¿por qué Enrique Peña Nieto se burla en nuestra cara afirmando que habrá alianza con semejante personaje?
No hay razones que justifiquen sus palabras, de no ser que nos aclare de una vez por todas que lo único que le interesa a él y a los suyos es regresar a Los Pinos para continuar saqueando y repartiéndose el botín que representa la República. Que no venga a hablar de cambios y beneficios para el pueblo, mientras presume alianzas con líderes corruptos.
¿Qué le va a ofrecer a cambio? Sabemos que la profe así se maneja, si no, pregúntenle a Calderón. Cómo defendería Peña Nieto en sus discursos de campaña su determinación para impulsar un cambio profundo en nuestro reprobado sistema educativo si pacta precisamente con uno de los principales artífices de la pobre situación en la que se encuentra nuestra estructura académica.
Ya es hora de que en las urnas se empiece a castigar el cinismo de quienes pretenden gobernar, puesto que no será nadie en las esferas de poder quien tome la iniciativa, ya que ellos están acostumbrados a moverse en la porquería como la que aquí he narrado. Es a partir del mexicano inteligente, pensante y digno de donde tiene que llegar la lección que se le propinaría a estos engreídos vividores.
Habrá quienes digan que soy ingenuo, que así se manejan los pasillos obscuros del poder y pues sí, acepto que lo soy, pero de eso a aceptar que con sonrisa fingida, imagen fabricada en agencia de modelos y gran copete, nos traten como a imbéciles, hay mucha distancia. Razonen su voto en 2012.
Qué puede uno pensar de cualquier persona, cuando abierta y públicamente declara su convencimiento de estar haciendo lo correcto y el beneplácito de aliarse a un personaje por demás desgastado y claramente señalado como corrupto, desleal, centavero y oportunista, en fin, con alguien que debería de desaparecer de la escena pública por el bien de México y por el mal ejemplo que éste representa para niños y jóvenes.
Lo declarado por Peña Nieto en el sentido de estar de acuerdo con la alianza que su partido (PRI) y él mismo llevará a cabo con la lideresa del magisterio, Elba Esther Gordillo, rumbo a las elecciones de 2012, no hace más que darle un golpe en la cara a los mexicanos.
En el pasado, lo sabíamos de habladas y ahora, lo sabemos de su propia boca, a la Gordillo sólo le interesa comerciar con los votos de sus agremiados, que dicho sea de paso, actúan de una manera tan timorata y falta de dignidad al no revelarse a un liderazgo como el de ella, que da vergüenza decir que son maestros.
Si todos los mexicanos en edad de votar, ya sabemos de las tropelías que la profe está dispuesta a cometer para seguir ganando espacios de poder y dinero, si se están en este momento sacando los trapos al sol entre ella y el Gobierno Federal, que no está exento de la vergonzosa responsabilidad al haberse involucrado en acuerdos por demás obscuros con esta calamidad de profesora en 2006, me pregunto ¿por qué Enrique Peña Nieto se burla en nuestra cara afirmando que habrá alianza con semejante personaje?
No hay razones que justifiquen sus palabras, de no ser que nos aclare de una vez por todas que lo único que le interesa a él y a los suyos es regresar a Los Pinos para continuar saqueando y repartiéndose el botín que representa la República. Que no venga a hablar de cambios y beneficios para el pueblo, mientras presume alianzas con líderes corruptos.
¿Qué le va a ofrecer a cambio? Sabemos que la profe así se maneja, si no, pregúntenle a Calderón. Cómo defendería Peña Nieto en sus discursos de campaña su determinación para impulsar un cambio profundo en nuestro reprobado sistema educativo si pacta precisamente con uno de los principales artífices de la pobre situación en la que se encuentra nuestra estructura académica.
Ya es hora de que en las urnas se empiece a castigar el cinismo de quienes pretenden gobernar, puesto que no será nadie en las esferas de poder quien tome la iniciativa, ya que ellos están acostumbrados a moverse en la porquería como la que aquí he narrado. Es a partir del mexicano inteligente, pensante y digno de donde tiene que llegar la lección que se le propinaría a estos engreídos vividores.
Habrá quienes digan que soy ingenuo, que así se manejan los pasillos obscuros del poder y pues sí, acepto que lo soy, pero de eso a aceptar que con sonrisa fingida, imagen fabricada en agencia de modelos y gran copete, nos traten como a imbéciles, hay mucha distancia. Razonen su voto en 2012.
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