Notimex
Dallas, Texas.- El mexicano Humberto Leal García fue ejecutado esta tarde por las autoridades de Texas, que aplicaron así la sentencia de pena capital por la muerte de una adolescente, informa Notimex.
Fue ejecutado por inyección letal en punto de las 18:00 horas, por la violación y homicidio de Adria Saucedo, de 16 años, en mayo de 1994 en San Antonio, Texas. Lo anterior, luego de que la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos rechazara este jueves hoy las solicitudes para suspender la ejecución.
De acuerdo con Associated Press, Leal fue transferido el mediodía del jueves a la celda cercana a la cámara de ejecuciones. Fue un viaje de 72 kilómetros (45 millas) desde la Unidad Polunsky, en las afueras de Livingston, a la Unidad Huntsville del Departamento de Justicia Penal de Texas.
Los oficiales carcelarios lo describieron como calmado. La última comida de Leal incluyó pollo frito, tacos y salsa pico de gallo. Él mismo seleccionó a una hermana, uno de sus abogados y tres amigos como testigos de su ejecución por inyección letal.
DESPEDIDA DE FAMILIARES
Según información de Notimex, la familia de Humberto Leal García se despidió en una visita de cuatro horas realizada por la mañana, poco antes de que fuera trasladado a esta comunidad.
Leal García llegó cerca de las 13:30 horas, procedente de la Unidad Carcelaria Polunsky, donde permaneció la mayor parte de los 17 años de reclusión a la espera del cumplimiento de su sentencia, junto con otros 340 reos que habitan el pabellón de la muerte del sistema carcelario de Texas.
El traslado de 65 kilómetros se realiza bajo fuertes medidas de seguridad y no se da aviso del mismo hasta que el reo llega a la Penitenciaria Walls, una de las más viejas de Texas, en el centro de Hntsville, donde desde hace más de 100 años se realizan las ejecuciones.
La vocera del Departamento de Justicia Criminal de Texas, Michelle Lyons, informó que en los últimos tres días diferentes miembros de la familia de Leal García acudieron a visitarlo en la Unidad Carcelaria Polunsky en Livingston, temiendo que podría ser la última vez que lo vean con vida.
Leal García pudo ver y hablar con sus familiares un total de 20 horas, divididas en ocho horas el martes, ocho horas el miércoles y cuatro horas la mañana de este jueves. Durante esos días, el mexicano también recibió la visita de su abogada Sandra Babcock.
Solo su hermana Mary Ángel Tello fue incluida por Leal García en la lista de quienes desea que atestigüen su ejecución. Los otros testigos designados incluyen a su abogada, a su amigo Tom Wagonner y a sus amigas Miriam Corbin y Marianne Hablitzel.
El mexicano no pidió la presencia de ningún sacerdote, pastor o guía espiritual para que lo acompañara en la celda donde pasó las horas previas a su ejecución, pero el Departamento de Justicia Criminal de Texas, dependencia encargada de conducir la ejecución, tiene siempre a un capellán de guardia para atender al reo en caso de que lo pida.
Leal García recibió lo que podría ser su última cena, en punto de las 14:00 horas. Uno de los escasos privilegios para los sentenciados a muerte es el de escoger lo que desea comer antes de recibir la inyección letal, siempre y cuando los alimentos estén disponibles en la cocina de la prisión.
El mexicano pidió seis piezas de pollo frito, un tazón de salsa pico de gallo, seis tacos de carne: tres de asada y tres de cocida, un plato de legumbres y dos refrescos de cola.
El mexicano, de 38 años de edad, originario de Monterrey, Nuevo León, siempre se declaró inocente del homicidio, al señalar que la joven murió en forma accidental al caer de espaldas y golpearse la cabeza tras haber forcejeado con él.
Los gobiernos de México, Estados Unidos, la Unión Europea y una decena más de naciones, además de organismos internacionales han pedido a Texas suspender la ejecución, al estar certificado que fueron violados los derechos del reo como extranjero al privarlo de recibir la ayuda legal de su país cuando fue detenido y procesado.
La abogada Babcock sostuvo que de haber sido auxiliado por las autoridades mexicanas durante su juicio en 1995, Leal García no solo no hubiera recibido la pena de muerte, sino que habría sido absuelto, al no existir ninguna evidencia contundente que lo ligue al homicidio.
EL CASO
Leal García fue encontrado culpable del asesinato de Adria Sauceda, de 16 años, crimen ocurrido el 21 de mayo de 1994 en San Antonio, Texas. El 10 de julio de 1995 fue arrestado, encarcelado, juzgado y condenado a muerte en un solo día.
La apelación que él mismo presentó contra la formal prisión y la sentencia, fue denegada. Como nunca le fue informado su derecho a la asistencia consular conforme al artículo 36 de la Convención de Viena, no pudo ejercer ese derecho antes del juicio.
La defensa del mexicano argumentó especialmente la violación al derecho de notificación consular que privó a Leal de la ayuda legal de las autoridades de su país, un recurso crítico que pudo haber evitado la sentencia de muerte.
El derecho está estipulado en el tratado internacional que emanó de la Convención de Viena Sobre Derechos Consulares de 1963, y que fue ratificado por un centenar de naciones, entre ellas Estados Unidos y México.
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, Holanda, certificó la violación de los derechos como extranjero en el caso de Leal y de otros 50 mexicanos sentenciados a la pena de muerte en este país.
Dallas, Texas.- El mexicano Humberto Leal García fue ejecutado esta tarde por las autoridades de Texas, que aplicaron así la sentencia de pena capital por la muerte de una adolescente, informa Notimex.
Fue ejecutado por inyección letal en punto de las 18:00 horas, por la violación y homicidio de Adria Saucedo, de 16 años, en mayo de 1994 en San Antonio, Texas. Lo anterior, luego de que la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos rechazara este jueves hoy las solicitudes para suspender la ejecución.
De acuerdo con Associated Press, Leal fue transferido el mediodía del jueves a la celda cercana a la cámara de ejecuciones. Fue un viaje de 72 kilómetros (45 millas) desde la Unidad Polunsky, en las afueras de Livingston, a la Unidad Huntsville del Departamento de Justicia Penal de Texas.
Los oficiales carcelarios lo describieron como calmado. La última comida de Leal incluyó pollo frito, tacos y salsa pico de gallo. Él mismo seleccionó a una hermana, uno de sus abogados y tres amigos como testigos de su ejecución por inyección letal.
DESPEDIDA DE FAMILIARES
Según información de Notimex, la familia de Humberto Leal García se despidió en una visita de cuatro horas realizada por la mañana, poco antes de que fuera trasladado a esta comunidad.
Leal García llegó cerca de las 13:30 horas, procedente de la Unidad Carcelaria Polunsky, donde permaneció la mayor parte de los 17 años de reclusión a la espera del cumplimiento de su sentencia, junto con otros 340 reos que habitan el pabellón de la muerte del sistema carcelario de Texas.
El traslado de 65 kilómetros se realiza bajo fuertes medidas de seguridad y no se da aviso del mismo hasta que el reo llega a la Penitenciaria Walls, una de las más viejas de Texas, en el centro de Hntsville, donde desde hace más de 100 años se realizan las ejecuciones.
La vocera del Departamento de Justicia Criminal de Texas, Michelle Lyons, informó que en los últimos tres días diferentes miembros de la familia de Leal García acudieron a visitarlo en la Unidad Carcelaria Polunsky en Livingston, temiendo que podría ser la última vez que lo vean con vida.
Leal García pudo ver y hablar con sus familiares un total de 20 horas, divididas en ocho horas el martes, ocho horas el miércoles y cuatro horas la mañana de este jueves. Durante esos días, el mexicano también recibió la visita de su abogada Sandra Babcock.
Solo su hermana Mary Ángel Tello fue incluida por Leal García en la lista de quienes desea que atestigüen su ejecución. Los otros testigos designados incluyen a su abogada, a su amigo Tom Wagonner y a sus amigas Miriam Corbin y Marianne Hablitzel.
El mexicano no pidió la presencia de ningún sacerdote, pastor o guía espiritual para que lo acompañara en la celda donde pasó las horas previas a su ejecución, pero el Departamento de Justicia Criminal de Texas, dependencia encargada de conducir la ejecución, tiene siempre a un capellán de guardia para atender al reo en caso de que lo pida.
Leal García recibió lo que podría ser su última cena, en punto de las 14:00 horas. Uno de los escasos privilegios para los sentenciados a muerte es el de escoger lo que desea comer antes de recibir la inyección letal, siempre y cuando los alimentos estén disponibles en la cocina de la prisión.
El mexicano pidió seis piezas de pollo frito, un tazón de salsa pico de gallo, seis tacos de carne: tres de asada y tres de cocida, un plato de legumbres y dos refrescos de cola.
El mexicano, de 38 años de edad, originario de Monterrey, Nuevo León, siempre se declaró inocente del homicidio, al señalar que la joven murió en forma accidental al caer de espaldas y golpearse la cabeza tras haber forcejeado con él.
Los gobiernos de México, Estados Unidos, la Unión Europea y una decena más de naciones, además de organismos internacionales han pedido a Texas suspender la ejecución, al estar certificado que fueron violados los derechos del reo como extranjero al privarlo de recibir la ayuda legal de su país cuando fue detenido y procesado.
La abogada Babcock sostuvo que de haber sido auxiliado por las autoridades mexicanas durante su juicio en 1995, Leal García no solo no hubiera recibido la pena de muerte, sino que habría sido absuelto, al no existir ninguna evidencia contundente que lo ligue al homicidio.
EL CASO
Leal García fue encontrado culpable del asesinato de Adria Sauceda, de 16 años, crimen ocurrido el 21 de mayo de 1994 en San Antonio, Texas. El 10 de julio de 1995 fue arrestado, encarcelado, juzgado y condenado a muerte en un solo día.
La apelación que él mismo presentó contra la formal prisión y la sentencia, fue denegada. Como nunca le fue informado su derecho a la asistencia consular conforme al artículo 36 de la Convención de Viena, no pudo ejercer ese derecho antes del juicio.
La defensa del mexicano argumentó especialmente la violación al derecho de notificación consular que privó a Leal de la ayuda legal de las autoridades de su país, un recurso crítico que pudo haber evitado la sentencia de muerte.
El derecho está estipulado en el tratado internacional que emanó de la Convención de Viena Sobre Derechos Consulares de 1963, y que fue ratificado por un centenar de naciones, entre ellas Estados Unidos y México.
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, Holanda, certificó la violación de los derechos como extranjero en el caso de Leal y de otros 50 mexicanos sentenciados a la pena de muerte en este país.
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