De violador a candidato, el otro complot

Jorge Fernández Menéndez

¿Quiere usted ver cómo se puede derrumbar a un candidato presidencial y cómo, cuando no se lo derrota por completo, puede resucitar políticamente para dar la batalla incluso por la presidencia de su país? No estamos hablando del 2004 con los videoescándalos y el desafuero de López Obrador y su posterior candidatura presidencial, que es un muy buen ejemplo de lo anterior, sino del caso de Dominique Strauss Khan, el ex director gerente del Fondo Monetario Internacional, que en una historia digna de Hollywood, fue encarcelado hace un mes y medio acusado de violar a la recamarera de un hotel en New York, detenido en forma espectacular, mostrado con traje de recluso ante las cámaras, sometido a un estricto juicio penal y a un juicio público inmisericorde que lo exhibió como un libidinoso machista incapaz de subir a un elevador sin intentar propasarse con alguna dama. Strauss tuvo que renunciar al cargo de director gerente del FMI, y lo reemplazó Christina Lagarde, ministra de finanzas y mujer de toda la confianza del presidente Nicolás Sarkosy.

DSK (así se lo conoce en Francia, por el acrónimo de sus nombres) era el principal precandidato del Partido Socialista francés a la presidencia. Llegó al FMI antes que Sarkosy al gobierno de su país y la sombra de ese economista riguroso, bastante poco izquierdista, rico, casado con una conocida presentadora de televisión, con fama de bon vivant y mujeriego, siempre molestó a Sarkosy desde que éste era ministro del Interior. Tanto que con la detención de DSK se divulgó que desde entonces Sarkosy había ordenado investigar la vida privada del director del FMI sabiendo que en el futuro podría ser uno de sus futuros rivales. Lo cierto es que en unas horas, con el publicitado arresto, DSK perdió el FMI y la candidatura presidencial de su partido, que un mes después, o sea en estos mismos días, debía comenzar las primarias para elegir su aspirante a los comicios del 2012.

El caso parecía inapelable. DSK, ese personaje que, decían los medios, no podía mantener su pene dentro de sus pantalones, se había abalanzado sobre una pobre muchacha africana, la había golpeado y violado. Pero resulta que, apenas unas horas después de que Lagarde, la antítesis política de DSK, la mujer de confianza de Sarkosy, asumiera la dirección del FMI, la fiscalía de New York informó que la denunciante no era confiable: la mujer había mentido sobre violaciones anteriores para obtener la residencia en Estados Unidos; su novios y varios de sus amigos están detenidos por participar de una red de venta de cocaína; su versión sobre lo sucedido ha cambiado en varias oportunidades: en lugar de correr a denunciar la supuesta violación, como hbaía declarado, en realidad fue a arreglar otros cuartos e incluso regreso al que había dejado DSK. Más importante aún, la fiscalía grabó una conversación con un amigo que está en la cárcel en la que la mujer habla sobre lo sucedido y ella le dice que “no se preocupe, que el tipo en cuestión tiene mucho dinero, que sabe lo que está haciendo”.

La grabación es del día posterior a la detención de DSK, pero la fiscalía neoyorquina se tardó más de 40 días en “traducirla” al inglés e informó de su contenido exactamente un día después de que Lagarde fuera designada en el FMI. Pero también sabían otra cosa que apenas se divulgó este fin de semana: días antes del incidente con DSK, la mujer recibió, en una cuenta bancaria a su nombre, depósitos realizados desde varios estados de la Unión Americana por 100 mil dólares. No ha podido explicar cuál es el origen de esos recursos.

¿Qué está detrás de toda esta telenovela política?. Algo sencillo, DSK era el principal opositor a Sarkosy (y casi el único candidato viable del PS francés) cuando la popularidad de éste ronda en los 20 por ciento. El entonces director gerente del FMI también traía un duro enfrentamiento con Estados Unidos porque considera que su deuda, reflejada en su déficit presupuestal, está fuera de control y podría tener consecuencias nefastas para la economía mundial y pregonaba que la Unión Americana tenía que hacer un plan de ajuste similar al que se le ha impuesto a otros países en crisis.

Pero el caso se derrumbó, DSK ya está en libertad y el próximo 18 de julio podría estar definitivamente sobreseído. No puede regresar al FMI pero el mundo político francés, que había linchado a DSK hace apenas una semanas, habla ahora de un regreso tipo El Conde de Montecristo con el ex acusado como candidato presidencial. ¿Fue, como dirían algunos de nuestro clásicos, un complot?. Quién sabe, lo cierto es que cuando se golpea a un adversario en forma ruda e elegítima sin deshacerse de él, se lo termina fortaleciendo. Deberían saberlo los que orquestan campañas negras. Y en el 2012 no sólo hay elecciones en Francia.

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