De siete enanos a tres tristes tigres

José Cárdenas

“El partido se alejó de la gente”. Fue el rotundo diagnóstico del cónclave panista encabezado por el presidente Felipe Calderón y Gustavo Madero. Es la mitad del problema.

Falta la otra.

Averiguar por qué la gente se alejó del PAN.

¿Se atreverán a debatir, en público, el juicio más adverso que equipara al panismo con lo peor del priismo?

Los panistas dicen estar dispuestos a “hacer lo que se tenga que hacer” para recuperar el espacio y el tiempo perdidos. Sin embargo, de lo que trascendió de la cumbre finsemanal, poco apunta a una mayor flexibilidad (no se diga audacia).

Por lo pronto, el PAN necesita unidad y un precandidato fuerte.

¿Quién?

Las encuestas ubican a Santiago Creel con 23 puntos; Josefina Vázquez Mota con 14; muy atrás, Alonso Lujambio (4) y Ernesto Cordero (2). Los demás no pintan, por ahora.

Para una realidad, realidad y media. En las preferencias, los ciudadanos quieren más al priista Enrique Peña Nieto, que vuela en la estratósfera con 58 puntos o al perredista (¿?) Marcelo Ebrard, que navega en los 22. El panista mejor ubicado es Santiago Creel, en un lejano tercer lugar.

Por lo pronto, la cumbre blanquiazul tomó una primera decisión: reducir, de siete a tres, la lista de aspirantes a la candidatura presidencial, para definirles un contorno más nítido (o menos difuso).

No está fácil.

Comenzando porque la pretendida “unidad interna” no es perdón y olvido a errores y desviaciones.

Casos de corrupción de alcaldes mexiquenses, absurdos queretanos y guanajuatenses por el largo de las faldas o la delgadez de las blusas femeninas, políticas fallidas y promesas incumplidas, son parte de un pasivo oneroso. Así lo hicieron ver los votantes en las elecciones del Estado de México, Coahuila, Nayarit e Hidalgo.

Por todo ello, Gustavo Madero hablará hoy del “autodescarte” con Ernesto Cordero, Santiago Creel, Heriberto Félix, Emilio González, Javier Lozano, Alonso Lujambio y Josefina Vázquez Mota. ¿Por orden alfabético?

Habrá que ver quién renunciará a las tentaciones “por las buenas”, entre Blanca Nieves y los siete enanos, para no debilitar, aún más, a los tres tigres finalistas. “Por las malas”, cabe la posibilidad de una elección abierta.

Mientras, Diego Fernández de Cevallos regresa de “donde andaba” para imponer fortalezas a las debilidades y certezas a tantas dudas.

OBITUARIO. Murió el jurista Salvador Rocha Díaz. Fumador empedernido, hombre brillante de inigualable simpatía. Dos veces diputado y una senador. Secretario general de Gobierno en su natal Guanajuato, primero con un priista y luego con un panista. También fue ministro de la Suprema Corte. Lo acusaron de haberse beneficiado, junto con Diego Fernández de Cevallos, de la adquisición de los terrenos del Senado. Nunca se lo probaron. Salvador Rocha Díaz fue abogado de Grupo Salinas; representó a TV Azteca en el litigio por el Canal 40 y a Iusacell contra Teléfonos de México. Nuestro pésame a Cristina, Carmen, Esther y Gabriela Rocha Díaz, hermanas, y a doña Soledad Díaz viuda de Varela, su segunda madre.

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