Hay decapitados, extorsiones, desplazamiento de pobladores y ataque a edificios públicos y de diarios
Carolina Gómez Mena
El obispo de Saltillo, Raúl Vera López, aseguró que el clima de inseguridad ha llegado a tales niveles en Coahuila que las bandas de narcotraficantes reclutan a niños para que trabajen como halcones (informadores).
En entrevista concedida al término de la misa que ofició en la Basílica de Guadalupe, con motivo de la peregrinación de la diócesis de Saltillo a dicho templo, el religioso señaló: “Están reclutando niños porque los están usando de halcones; ya hay muchos pequeños que nada más están parados en las esquinas de las colonias informando y sabemos que les dan hasta mil 500 pesos semanales”.
El también defensor de los derechos humanos detalló que los menores son en general varones que apenas llegan a los 12 años o incluso menos. Antes, durante su homilía, ya había advertido sobre el enrolamiento de pequeños, muchos de ellos bajo la intimidación, para realizar labores en favor del narco. Existen cientos de jóvenes que son amenazados y reclutados por grupos del crimen organizado, cientos de niños y niñas que tienen un futuro incierto y no pocos y pocas de ellos y ellas son reclutados por esas bandas.
Indicó que a este fenómeno se suman las desapariciones forzadas en el estado de Coahuila y las ejecuciones que –aseguró– ya se cuentan por cientos sólo en los primeros seis meses de este año, sin que se perfile alguna solución a la situación que prevalece, no sólo en este estado, sino en casi la mayor parte del país.
“En Coahuila, en los últimos seis meses, según el recuento de un diario de Saltillo, tenemos 300 ejecuciones. La Procuraduría General de la República (PGR), en su página web, reporta de 2006 al año pasado 654 muertes en hechos violentos en la entidad. El centro de derechos humanos de la diócesis local tiene documentadas 185 desapariciones forzadas en el estado y las autoridades han recibido 219 denuncias por ese delito.
También sabemos que hay decapitados, extorsiones, desplazamientos de poblaciones pequeñas propiciadas por personas de la delincuencia organizada, ataques a edificios públicos; concretamente en la ciudad de Saltillo, la presidencia municipal y las instalaciones de un partido político. Hemos tenido en la zona norte del estado saqueo, quema y destrucción total de viviendas en algunas ciudades, en espacios céntricos y a plena luz del día. Coahuila ocupa el tercer lugar en el país en agresiones a reporteros e instalaciones de medios de comunicación, dijo.
Por otra parte, el obispo Vera reiteró su respaldo al movimiento encabezado por Javier Sicilia y confió en que tanto al poeta como a todos los adherentes al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, la Guadalupana les anime a perseverar en su noble propósito.
Subrayó que la solución está en emprender una reforma del país para devolverle sus instituciones sanas, y refrendó que de la violencia los ciudadanos estamos hasta el copete.
Durante la misa, Vera López también pidió a la Guadalupana que interceda para que en México prevalezca la justicia y procure a los gobernantes y a los gobernados concordia y paz.
Carolina Gómez Mena
El obispo de Saltillo, Raúl Vera López, aseguró que el clima de inseguridad ha llegado a tales niveles en Coahuila que las bandas de narcotraficantes reclutan a niños para que trabajen como halcones (informadores).
En entrevista concedida al término de la misa que ofició en la Basílica de Guadalupe, con motivo de la peregrinación de la diócesis de Saltillo a dicho templo, el religioso señaló: “Están reclutando niños porque los están usando de halcones; ya hay muchos pequeños que nada más están parados en las esquinas de las colonias informando y sabemos que les dan hasta mil 500 pesos semanales”.
El también defensor de los derechos humanos detalló que los menores son en general varones que apenas llegan a los 12 años o incluso menos. Antes, durante su homilía, ya había advertido sobre el enrolamiento de pequeños, muchos de ellos bajo la intimidación, para realizar labores en favor del narco. Existen cientos de jóvenes que son amenazados y reclutados por grupos del crimen organizado, cientos de niños y niñas que tienen un futuro incierto y no pocos y pocas de ellos y ellas son reclutados por esas bandas.
Indicó que a este fenómeno se suman las desapariciones forzadas en el estado de Coahuila y las ejecuciones que –aseguró– ya se cuentan por cientos sólo en los primeros seis meses de este año, sin que se perfile alguna solución a la situación que prevalece, no sólo en este estado, sino en casi la mayor parte del país.
“En Coahuila, en los últimos seis meses, según el recuento de un diario de Saltillo, tenemos 300 ejecuciones. La Procuraduría General de la República (PGR), en su página web, reporta de 2006 al año pasado 654 muertes en hechos violentos en la entidad. El centro de derechos humanos de la diócesis local tiene documentadas 185 desapariciones forzadas en el estado y las autoridades han recibido 219 denuncias por ese delito.
También sabemos que hay decapitados, extorsiones, desplazamientos de poblaciones pequeñas propiciadas por personas de la delincuencia organizada, ataques a edificios públicos; concretamente en la ciudad de Saltillo, la presidencia municipal y las instalaciones de un partido político. Hemos tenido en la zona norte del estado saqueo, quema y destrucción total de viviendas en algunas ciudades, en espacios céntricos y a plena luz del día. Coahuila ocupa el tercer lugar en el país en agresiones a reporteros e instalaciones de medios de comunicación, dijo.
Por otra parte, el obispo Vera reiteró su respaldo al movimiento encabezado por Javier Sicilia y confió en que tanto al poeta como a todos los adherentes al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, la Guadalupana les anime a perseverar en su noble propósito.
Subrayó que la solución está en emprender una reforma del país para devolverle sus instituciones sanas, y refrendó que de la violencia los ciudadanos estamos hasta el copete.
Durante la misa, Vera López también pidió a la Guadalupana que interceda para que en México prevalezca la justicia y procure a los gobernantes y a los gobernados concordia y paz.
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