Calderón, las Televisoras y el Talk Show Elba Esther-Yunes

Jenaro Villamil

“Es de lamentarse que se dé un espectáculo así”, comentó Felipe Calderón en su primera reacción pública a la suma de acusaciones que se han lanzado Elba Esther Gordillo, lideresa del SNTE y mujer fuerte del Panal, y Miguel Angel Yunes, ex director general del ISSSTE y ex candidato del PAN a gobernador en Veracruz.

Las declaraciones del presidente de la República se transmitieron en una entrevista con León Krauze, conductor de Televisa, el miércoles 6 de julio. No abundó en las presuntas malas cuentas del ISSSTE y menos en el reparto de posiciones de poder que confirmó Gordillo, hace quince días, cuando decidió romper con el gobierno calderonista.

El mandatario de origen panista simplemente confirmó que “sí hubo acuerdo” con Elba Esther y que a su gobierno le corresponde garantizar “que ni un solo centavo del erario haya sido utilizado indebidamente”.

“Por eso, sea Yunes o quien sea, tiene y tendrá la obligación que ese dinero se maneje escrupulosamente y sea la maestra Elba Esther Gordillo, o quien sea, la que pida un favor, el que sea, eso no puede hacerse porque va contra la ley, y mi exigencia, y espero que se haya cumplido, y las auditorías demostrarán que se haya cumplido, pues que no se maneje eso absolutamente nada en contra de la ley”, afirmó un tanto atropelladamente Calderón.

La entrevista a modo trató de atajar la serie de rumores que se han ventilado en varias columnas políticas a raíz del ataque de Yunes contra Gordillo: que las declaraciones del ex priista y ex panista veracruzano estaban alentadas por el propio Calderón. Se especuló que Yunes emprendió esta ronda de declaraciones como respuesta del gobierno federal a las infidencias de Gordillo y a su alianza con el PRI, especialmente después del triunfo de Eruviel Avila en el Estado de México y las declaraciones de Humberto Moreira de que su partido irá con el Panal a las elecciones presidenciales del 2012.

Las declaraciones de Calderón no resolvieron dos dudas fundamentales: a) por qué el obvio silencio o menosprecio de las dos grandes televisoras (Televisa y TV Azteca) a un pleito que sería las delicias de la pantalla comercial acostumbrada a generar rating a partir de escándalos de dimes y diretes; b) qué ha sucedido con las cuentas tan abultadas de ciertos fideicomisos del ISSSTE, como el TURISSSTE, que dio contratos a diferentes empresas por 1,700 millones de pesos para llevar a cabo festividades como el Bicentenario.

Estas dos dudas son apenas un ejemplo de los compromisos que podrían ser exhibidos en esta “guerra de lodo” entre Elba Esther y Yunes.

En el caso de las televisoras, llama la atención que TV Azteca ha decidido no meterse al pleito, ni siquiera para darle algo de pimienta a programas como Ventaneando. En Televisa, la emisión de su programa Tercer Grado, una mesa donde los comentaristas abordan todo tipo de temas de la agenda política de la empresa, simplemente no consideraron que el escándalo fuera motivo ni siquiera de algún gracejo.

No se puede olvidar que tanto Elba Esther como Yunes amarraron compromisos con las televisoras. En el caso de la lideresa del SNTE, a través de contratos para programas y spots donde Gordillo apareció como promotora de la lectura. Y con Yunes no se puede olvidar que antes de irse como candidato del PAN a Veracruz, dejó todo listo para que el ISSSTE le diera un millonario contrato a la empresa telefónica Bestel, filial de Televisa, para que instalara por más de 1,200 millones de pesos una red de telefonía interna en el organismo.

¿Algunos de estos 1,700 millones de pesos de TURISSSTE para los festejos del Bicentanario 2010 beneficiaron a las televisoras y sus múltiples filiales? ¿Qué papel jugó en este gran negocio Patricia Flores, la otrora jefa de la Oficina de la Presidencia y aliada de Yunes? ¿Estuvo enterado Calderón de la “cuota” de 20 millones de pesos mensuales que Elba Esther les pidió a sus cuatro fantásticos colocados en instituciones públicas (subsecretaría de la SEP, ISSSTE, Lotería Nacional, Sistema de Seguridad Pública Nacional)? ¿Qué papel jugó Gerardo Ruiz Mateos en este episodio? ¿Hubo comunicación con Yunes?

En fin, son preguntas que apenas muestran la punta del iceberg de una disputa política que, hasta ahora, ha mantenido en un táctico silencio o moderación a las televisoras.

Comentarios