Carlos Ramírez / Indicador Político
A El escenario político del corto plazo acaba de definir los primeros puntos de la agenda de largo plazo:
--El momento poselectoral en el Estado de México, si acaso se confirman en las urnas las tendencias priístas superiores a 50% de votos.
--El reencauzamiento de la protesta social de los familiares de algunas víctimas no criminales de la lucha contra los cárteles.
--El efecto de la negativa de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados a la minuta de reforma política aprobada por la bancada del PRI en el Senado.
Más que los temas en sí mismos --elecciones locales, seguridad y candidaturas independientes--, el problema podría crecer en el aspecto del efecto social:
--Las encuestas están mostrando un dominio del PRI en el Estado de México, aunque todavía sin determinar qué parte le corresponde al control del voto por la estructura priísta local y cuál tiene que ver con el mensaje del electorado a favor del PRI para el 2012. Lo que no han alcanzado a establecer las encuestas es una cifra confiable de participación electoral; expertos en elecciones han comenzado a deslizar el dato de que una división tan polarizada del voto --52% para el PRI, 17% para el PRD y 12% para el PAN-- sólo podrían existir en un escenario de votantes priístas; es decir, en una posibilidad de participación electoral menor a 45%. Sin embargo, una participación electoral superior a 55% podría cambiar los resultados en las urnas. Un dato podría aportar indicios: El número de votos del PRI con respecto a la lista nominal de electores ha pasado de 75% a 20% en los últimos 18 años. Ello quiere decir que la masa de votos priístas permanece constante con respecto a los nuevos votantes; si esos nuevos votantes van a las urnas el próximo 3 de julio, las cifras alegres del PRI se vendrían abajo.
--El diálogo en el Castillo de Chapultepec desinfló la tensión que amenazaba estallar: El presidente Calderón se vio presionado para reunirse con los familiares de las víctimas de la lucha contra la inseguridad y el poeta Javier Sicilia tuvo que ceder posiciones radicales. De hecho, el éxito de la reunión se debió precisamente a la forma de distensionar la reunión de Sicilia, aunque al salir de la reunión hubiera recuperado su tono de severa crítica contra el gobierno. El objetivo de Sicilia no era el de romper con el gobierno --para ello no necesitaba provocar la reunión--, sino cerrase a cualquier contacto oficial. El diálogo en el Castillo de Chapultepec permitió que el presidente se comprometiera a investigador los casos de presuntos desaparecidos. Por tanto, el movimiento de Sicilia se agotó precisamente en el tema de las víctimas, aunque de todos insistiera en el documento global en una agenda demasiado abultada con temas ajenos a la seguridad. Al final, el movimiento de Sicilia no derivó hacia una movilización de masas tipo el 15-M de España que tiene a las ciudades tomadas por ciudadanos indignados con la crisis. La salida política del diálogo del Castillo de Chapultepec benefició al presidente Calderón y revalidó su calificación en la opinión pública.
--La reforma política aprobada por la bancada del PRI en el Senado se ahogó en la confrontación Manlio Fabio Beltrones-Enrique Peña Nieto. Los puntos aprobados en el Senado fueron apenas algunos de los propuestos por el presidente Calderón. La bancada priísta trabajó al vapor para sacar alguna reforma política, no la reforma política. Inclusive, las candidaturas independientes y la reelección legislativa se aprobaron sin un debate de fondo sobre su operatividad. De ahí que se tratara de una reforma política menor, parcial e insuficiente. Lo malo es que los tiempos electorales del 2012 ya no permiten una mejor reforma política porque una de gran calado tendería a redistribuir el poder y nadie querría ceder poder con las elecciones presidenciales del 2012 a prácticamente un año de distancia. La insuficiencia de la reforma política del Senado se percibe con las tensiones contra el IFE por el rebasamiento de sus facultades. Una reforma política sin una reforma electoral quedaría coja. Lo malo es que sin reforma política, aún la limitada de Beltrones, el país se enfila a un seguro conflicto antes, durante y después de las elecciones.
Las elecciones presidenciales se perfilan con actores en tensión creciente, con los hilos del control institucional sueltos y con reglas que nadie parece estar dispuesto a cumplir: El PRI aparece decidido a no perder su oportunidad para recuperar la presidencia de la república, el PAN aparece dispuesto a todo para no entregar el poder y el PRD le va a apostar a la polarización para ganar en un escenario dividido en tres tercios. En este contexto, las instituciones encargadas de la organización de las elecciones carecen desde ahora de credibilidad.
De ahí que el 2012 puede definirse con una palabra: Incertidumbre.
2.- Temas de la semana:
--Los conflictos del IFE con las televisoras privadas sigue creciendo, con el dato de que los concesionarios ya se dieron cuenta de la debilidad del consejero-presidente del IFE, Leonardo Valdés. La derrota del IFE en su intento por legislar sobre derecho de réplica fue el primer indicio. La autonomía del IFE se ha convertido en su propia debilidad. Y ya hay algunos mensajes en el sentido de que la Cámara de Diputados podría intervenir en la crisis del instituto, al grado de que algún consejero considera hasta la posibilidad de destitución de Valdés.
--En el PAN ven ya con malos ojos al ex presidente Vicente Fox por sus inoportunas intervenciones. Su declaración de que el PRI va a ganar el 2012 contrasta, por cierto, con lo ocurrido en el 2000: Todos dijeron que el PRI iba a ganar y Fox se mantuvo en su necedad de que no era cierto. En el PAN hablan de Fox en términos poco agradables. Y no descartan que pronto le den un parón en seco.
--El escenario latinoamericano entró en una zona de tensión con la sorpresiva enfermedad del presidente venezolano Hugo Chávez. Las informaciones de una enfermedad casi mortal rompieron el equilibrio en la región, sobre todo por el ya desprestigiado liderazgo cubano de los grupos radicales en el gobierno. Chávez es una pieza fundamental en el financiamiento, con dinero del petróleo, de grupos radicales en la región latinoamericana y la puerta de entrada de los iraníes en la América de los americanos. El cáncer del mandatario fue una variable sorpresiva, sobre todo porque Chávez se preparaba no sólo para la próxima reelección sino para perpetuarse en el poder varios periodos más. Lo que más desagrada a los venezolanos es que Chávez se haya refugiado en Cuba y que Fidel Castro sea el encargado de operar desde La Habana el reacomodo de los grupos con miras al retiro de Chávez. Por cierto, en Venezuela comienzan a examinar el modelo cubano como viable: Que Chávez se retire del cargo pero siga manejando los hilos del poder, como Fidel Castro en Cuba.
--Y los ajustes en las aspiraciones presidenciales han bajado del tren del 2012 a cuando menos tres panistas: Javier Lozano, Emilio González y Heriberto Félix. Quedarían dos del gabinete --Ernesto Cordero y Alonso Lujambio-- y dos externos --Josefina Vázquez Mota y Santiago Creel--.
A El escenario político del corto plazo acaba de definir los primeros puntos de la agenda de largo plazo:
--El momento poselectoral en el Estado de México, si acaso se confirman en las urnas las tendencias priístas superiores a 50% de votos.
--El reencauzamiento de la protesta social de los familiares de algunas víctimas no criminales de la lucha contra los cárteles.
--El efecto de la negativa de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados a la minuta de reforma política aprobada por la bancada del PRI en el Senado.
Más que los temas en sí mismos --elecciones locales, seguridad y candidaturas independientes--, el problema podría crecer en el aspecto del efecto social:
--Las encuestas están mostrando un dominio del PRI en el Estado de México, aunque todavía sin determinar qué parte le corresponde al control del voto por la estructura priísta local y cuál tiene que ver con el mensaje del electorado a favor del PRI para el 2012. Lo que no han alcanzado a establecer las encuestas es una cifra confiable de participación electoral; expertos en elecciones han comenzado a deslizar el dato de que una división tan polarizada del voto --52% para el PRI, 17% para el PRD y 12% para el PAN-- sólo podrían existir en un escenario de votantes priístas; es decir, en una posibilidad de participación electoral menor a 45%. Sin embargo, una participación electoral superior a 55% podría cambiar los resultados en las urnas. Un dato podría aportar indicios: El número de votos del PRI con respecto a la lista nominal de electores ha pasado de 75% a 20% en los últimos 18 años. Ello quiere decir que la masa de votos priístas permanece constante con respecto a los nuevos votantes; si esos nuevos votantes van a las urnas el próximo 3 de julio, las cifras alegres del PRI se vendrían abajo.
--El diálogo en el Castillo de Chapultepec desinfló la tensión que amenazaba estallar: El presidente Calderón se vio presionado para reunirse con los familiares de las víctimas de la lucha contra la inseguridad y el poeta Javier Sicilia tuvo que ceder posiciones radicales. De hecho, el éxito de la reunión se debió precisamente a la forma de distensionar la reunión de Sicilia, aunque al salir de la reunión hubiera recuperado su tono de severa crítica contra el gobierno. El objetivo de Sicilia no era el de romper con el gobierno --para ello no necesitaba provocar la reunión--, sino cerrase a cualquier contacto oficial. El diálogo en el Castillo de Chapultepec permitió que el presidente se comprometiera a investigador los casos de presuntos desaparecidos. Por tanto, el movimiento de Sicilia se agotó precisamente en el tema de las víctimas, aunque de todos insistiera en el documento global en una agenda demasiado abultada con temas ajenos a la seguridad. Al final, el movimiento de Sicilia no derivó hacia una movilización de masas tipo el 15-M de España que tiene a las ciudades tomadas por ciudadanos indignados con la crisis. La salida política del diálogo del Castillo de Chapultepec benefició al presidente Calderón y revalidó su calificación en la opinión pública.
--La reforma política aprobada por la bancada del PRI en el Senado se ahogó en la confrontación Manlio Fabio Beltrones-Enrique Peña Nieto. Los puntos aprobados en el Senado fueron apenas algunos de los propuestos por el presidente Calderón. La bancada priísta trabajó al vapor para sacar alguna reforma política, no la reforma política. Inclusive, las candidaturas independientes y la reelección legislativa se aprobaron sin un debate de fondo sobre su operatividad. De ahí que se tratara de una reforma política menor, parcial e insuficiente. Lo malo es que los tiempos electorales del 2012 ya no permiten una mejor reforma política porque una de gran calado tendería a redistribuir el poder y nadie querría ceder poder con las elecciones presidenciales del 2012 a prácticamente un año de distancia. La insuficiencia de la reforma política del Senado se percibe con las tensiones contra el IFE por el rebasamiento de sus facultades. Una reforma política sin una reforma electoral quedaría coja. Lo malo es que sin reforma política, aún la limitada de Beltrones, el país se enfila a un seguro conflicto antes, durante y después de las elecciones.
Las elecciones presidenciales se perfilan con actores en tensión creciente, con los hilos del control institucional sueltos y con reglas que nadie parece estar dispuesto a cumplir: El PRI aparece decidido a no perder su oportunidad para recuperar la presidencia de la república, el PAN aparece dispuesto a todo para no entregar el poder y el PRD le va a apostar a la polarización para ganar en un escenario dividido en tres tercios. En este contexto, las instituciones encargadas de la organización de las elecciones carecen desde ahora de credibilidad.
De ahí que el 2012 puede definirse con una palabra: Incertidumbre.
2.- Temas de la semana:
--Los conflictos del IFE con las televisoras privadas sigue creciendo, con el dato de que los concesionarios ya se dieron cuenta de la debilidad del consejero-presidente del IFE, Leonardo Valdés. La derrota del IFE en su intento por legislar sobre derecho de réplica fue el primer indicio. La autonomía del IFE se ha convertido en su propia debilidad. Y ya hay algunos mensajes en el sentido de que la Cámara de Diputados podría intervenir en la crisis del instituto, al grado de que algún consejero considera hasta la posibilidad de destitución de Valdés.
--En el PAN ven ya con malos ojos al ex presidente Vicente Fox por sus inoportunas intervenciones. Su declaración de que el PRI va a ganar el 2012 contrasta, por cierto, con lo ocurrido en el 2000: Todos dijeron que el PRI iba a ganar y Fox se mantuvo en su necedad de que no era cierto. En el PAN hablan de Fox en términos poco agradables. Y no descartan que pronto le den un parón en seco.
--El escenario latinoamericano entró en una zona de tensión con la sorpresiva enfermedad del presidente venezolano Hugo Chávez. Las informaciones de una enfermedad casi mortal rompieron el equilibrio en la región, sobre todo por el ya desprestigiado liderazgo cubano de los grupos radicales en el gobierno. Chávez es una pieza fundamental en el financiamiento, con dinero del petróleo, de grupos radicales en la región latinoamericana y la puerta de entrada de los iraníes en la América de los americanos. El cáncer del mandatario fue una variable sorpresiva, sobre todo porque Chávez se preparaba no sólo para la próxima reelección sino para perpetuarse en el poder varios periodos más. Lo que más desagrada a los venezolanos es que Chávez se haya refugiado en Cuba y que Fidel Castro sea el encargado de operar desde La Habana el reacomodo de los grupos con miras al retiro de Chávez. Por cierto, en Venezuela comienzan a examinar el modelo cubano como viable: Que Chávez se retire del cargo pero siga manejando los hilos del poder, como Fidel Castro en Cuba.
--Y los ajustes en las aspiraciones presidenciales han bajado del tren del 2012 a cuando menos tres panistas: Javier Lozano, Emilio González y Heriberto Félix. Quedarían dos del gabinete --Ernesto Cordero y Alonso Lujambio-- y dos externos --Josefina Vázquez Mota y Santiago Creel--.
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