Una burrada de Lujambio

Rubén Cortés

De tal secretario, tal educación. Eso demuestra el slogan con que Alonso Lujambio inició su precampaña por la candidatura presidencial del PAN: planteado para medirse contra quien le lleva 51 puntos de ventaja en las encuestas, el priista Enrique Peña.

El tamaño sí importa, reza la frase, que es racista y discriminatoria, pues se refiere a características físicas de su adversario: él mide 1.90 centímetros y Peña 1.70, pero no sólo es más alto que Peña, sino que la mayoría de los mexicanos, cuyo promedio de estatura es de 1.65.

Pero el tamaño importa bastante poco en las cuestiones en la vida, en especial para medir la inteligencia y la capacidad de trabajo. Por eso la gestión de Lujambio en la SEP no le llega ni a los tobillos a la de Peña como gobernador del Edomex.

¿Qué ha hecho Lujambio? Veamos los resultados de la prueba ENLACE-2010, que escogió Historia de México por los festejos del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución:

–El 78.9 por ciento de los alumnos de primaria careció de entendimientos mínimos y fue ubicado en los niveles Insuficiente y Elemental.

–En secundaria 75.5 fue Insuficiente y Elemental. Sólo 5.8 por ciento resultó Excelente.

Además:

–El 70 por ciento en educación básica no lee con fluidez ni comprende los textos.

–Los que terminan primaria deben leer de 125 a 134 palabras por minuto, mientras los egresados de secundaria deben leer de 155 a 160. Pero sólo tres de cada 10 lo consigue.

–Únicamente uno de cada 4 adolescentes tiene capacidad para seguir aprendiendo: o sea, en el 75 por ciento de ellos no se cumple el derecho a la educación.

En cambio, cuál ha sido la labor de Peña. Veamos:

–Al tomar posesión en 2005, encontró al estado insolvente porque la descentralización educativa obligó a las entidades a pagar el salario de los maestros (el Edomex agrupa al mayor número de éstos en el país, con 135 mil) lo que provocó un desequilibrio casi total de las finanzas públicas.

–De no corregir, quebraba o se endeudaba más y no tendría recursos para obra pública y social. Entonces hizo ajustes fiscales, renegoció la deuda y saneó las finanzas, gracias a lo cual pudo invertir en infraestructura y multiplicar el gasto social.

–Con los recursos de los ajustes, cumplió sus compromisos sociales de campaña. En 2006 tenía sólo un programa, que beneficiaba a 35 mil personas: ahora tiene 11 programas que llegan a ¡cuatro millones de ciudadanos!

De manera que el tamaño no importa.

A no ser que Lujambio se refiera a Felipe Calderón, que mide 1.69, y a Vicente Fox, que mide 1.98.

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