Jenaro Villamil
El tercer debate televisivo entre los candidatos a gobernador del Estado de México dejó un saldo positivo para Alejandro Encinas, el único de los contendientes que asumió posturas claras respecto a casos delicados como el de la niña Paulette, el retiro del ejército en funciones de policía, el impacto del caso Jorge Hank en la campaña mexiquense, los vínculos de Eruviel Avila con el ex gobernador Arturo Montiel y los 930 feminicidios que se han acumulado en estos seis años en la entidad.
Por estas posiciones, para la mayoría de los participantes en redes sociales, el candidato del PRD-PT fue el ganador del tercer debate e, incluso, pronunció con un dejo de ironía la frase que subrayó la soledad del candidato panista: “no veo a nadie detrás de Luis Felipe Bravo Mena”.
El aspirante del PRI-PVEM-Panal, Eruviel Avila, quien sigue al frente de las encuestas, se dedicó recetar las frases que ha señalado en los anteriores encuentros: él es “el candidato de las propuestas”, él “piensa en grande”. Y no respondió convincentemente cuando Encinas y Bravo Mena le desmantelaron su primera propuesta-promesa: eliminar el pago de la tenencia vehicular.
Eruviel Avila no respondió directamente a las imputaciones de sus vínculos con Arturo Montiel, por primera vez fijó su posición sobre el tema de los matrimonios entre personas del mismo sexo y expresó su oposición a que este tipo de uniones tengan derecho a la adopción.
Luis Felipe Bravo Mena, el candidato del PAN, concentró sus baterías en contra de Alejandro Encinas, a quien acusó de ser el “candidato de Andrés Manuel López Obrador”, de haber protegido al “narcodiputado” Godoy en la Cámara de Diputados, de no tener la residencia en el Estado de México y perdió una oportunidad de oro cuando decidió “no polemizar ni politizar” sobre el tema de la detención de Jorge Hank Rhon que resultó una gran pifia para la Procuraduría General de la República.
En este tema, Eruviel Avila insistió que “es totalmente falso que Hank haya apoyado mi candidatura”. Encinas le respondió que el periódico Reforma y él mismo tomarán nota y demostrarán los vínculos entre el dueño de Grupo Caliente y la campaña del ex presidente municipal de Ecatepec.
El formato rígido del debate conducido por Joaquín López Dóriga no permitió que los candidatos se explayaran en los momentos más fuertes de polémica, pero fue Encinas quien respondió más veces a los ataques de Bravo Mena y le colocó a Eruviel Avila varios asuntos polémicos. El candidato priista, molesto, sólo le replicó en el caso de Hank, de los índices de feminicidio y lo acusó de ser “el candidato de los ataques”.
“Vamos a hacerle justicia al caso Paulette”, lanzó Encinas en la primera parte del debate, cuando los contendientes hablaban del tema de justicia y seguridad pública.
Eruviel Avila evadió el tema directo, pero prometió que desde el primer día como gobernador presentará una iniciativa para incrementar a cadena perpetua las condenas a violadores, pederastas y feminicidas. Encinas le respondió que no es con incremento de penas como se resolverán este tipo de delitos y Bravo Mena insistió, sin explicar con casos concretos, que es necesario eliminar la corrupción.
Otro punto de polémica fue el papel del ejército en las labores policiacas. Eruviel Avila y Bravo Mena coincidieron en la necesidad de utilizar a efectivos de las fuerzas armadas y expresaron su “reconocimiento” al ejército. Bravo Mena, incluso, acusó a Encinas de “insultar” a los militares.
Encinas sentenció que “de ninguna manera, el ejército debe estar en las calles” y recordó el mal papel de las fuerzas armadas en el cateo y detención de Jorge Hank Rhon, quien salió libre después de 11 días.
El tercer debate televisivo entre los candidatos a gobernador del Estado de México dejó un saldo positivo para Alejandro Encinas, el único de los contendientes que asumió posturas claras respecto a casos delicados como el de la niña Paulette, el retiro del ejército en funciones de policía, el impacto del caso Jorge Hank en la campaña mexiquense, los vínculos de Eruviel Avila con el ex gobernador Arturo Montiel y los 930 feminicidios que se han acumulado en estos seis años en la entidad.
Por estas posiciones, para la mayoría de los participantes en redes sociales, el candidato del PRD-PT fue el ganador del tercer debate e, incluso, pronunció con un dejo de ironía la frase que subrayó la soledad del candidato panista: “no veo a nadie detrás de Luis Felipe Bravo Mena”.
El aspirante del PRI-PVEM-Panal, Eruviel Avila, quien sigue al frente de las encuestas, se dedicó recetar las frases que ha señalado en los anteriores encuentros: él es “el candidato de las propuestas”, él “piensa en grande”. Y no respondió convincentemente cuando Encinas y Bravo Mena le desmantelaron su primera propuesta-promesa: eliminar el pago de la tenencia vehicular.
Eruviel Avila no respondió directamente a las imputaciones de sus vínculos con Arturo Montiel, por primera vez fijó su posición sobre el tema de los matrimonios entre personas del mismo sexo y expresó su oposición a que este tipo de uniones tengan derecho a la adopción.
Luis Felipe Bravo Mena, el candidato del PAN, concentró sus baterías en contra de Alejandro Encinas, a quien acusó de ser el “candidato de Andrés Manuel López Obrador”, de haber protegido al “narcodiputado” Godoy en la Cámara de Diputados, de no tener la residencia en el Estado de México y perdió una oportunidad de oro cuando decidió “no polemizar ni politizar” sobre el tema de la detención de Jorge Hank Rhon que resultó una gran pifia para la Procuraduría General de la República.
En este tema, Eruviel Avila insistió que “es totalmente falso que Hank haya apoyado mi candidatura”. Encinas le respondió que el periódico Reforma y él mismo tomarán nota y demostrarán los vínculos entre el dueño de Grupo Caliente y la campaña del ex presidente municipal de Ecatepec.
El formato rígido del debate conducido por Joaquín López Dóriga no permitió que los candidatos se explayaran en los momentos más fuertes de polémica, pero fue Encinas quien respondió más veces a los ataques de Bravo Mena y le colocó a Eruviel Avila varios asuntos polémicos. El candidato priista, molesto, sólo le replicó en el caso de Hank, de los índices de feminicidio y lo acusó de ser “el candidato de los ataques”.
“Vamos a hacerle justicia al caso Paulette”, lanzó Encinas en la primera parte del debate, cuando los contendientes hablaban del tema de justicia y seguridad pública.
Eruviel Avila evadió el tema directo, pero prometió que desde el primer día como gobernador presentará una iniciativa para incrementar a cadena perpetua las condenas a violadores, pederastas y feminicidas. Encinas le respondió que no es con incremento de penas como se resolverán este tipo de delitos y Bravo Mena insistió, sin explicar con casos concretos, que es necesario eliminar la corrupción.
Otro punto de polémica fue el papel del ejército en las labores policiacas. Eruviel Avila y Bravo Mena coincidieron en la necesidad de utilizar a efectivos de las fuerzas armadas y expresaron su “reconocimiento” al ejército. Bravo Mena, incluso, acusó a Encinas de “insultar” a los militares.
Encinas sentenció que “de ninguna manera, el ejército debe estar en las calles” y recordó el mal papel de las fuerzas armadas en el cateo y detención de Jorge Hank Rhon, quien salió libre después de 11 días.
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