“Sacerdotes cívicos” O SS’s

Francisco Rodríguez / Índice Político

Llama mi atención uno de los lectores de este Índice en Ciudad Juárez, Chihuahua. “…deberías escribir –me escribe– algo que ilustre esa analogía entre los ‘sacerdotes cívicos’ de (Felipe) Calderón y la idea monástica que tenía (Heinrich) Himmler de sus SS. Si no mal recuerdo, Himmler se inspiró en la estructura de la orden de Ignacio de Loyola para formar a sus soldados del uniforme negro, y que para ser uno de los SS se tenía que pasar por un proceso ritual, de iniciación, una cosa ahora sí que religiosa.

“¿Qué indecible fantasía guarda Calderón con la negrura de los uniformes de sus soldados de la PF? ¿Qué secreto gozo le produce ver a sus hombres aterrorizando a la gente de bien?”, pregunta mi lector juarense.

Y explica:

“Ayer mismo, aquí en Ciudad Juárez, ya ves cómo irrumpieron en las oficinas del Centro de Derechos Humanos Paso del Norte. Deberías ayudarnos a dilucidar de dónde nace ese instinto represor, esa obsesión panista con la fuerza bruta, por la fuerza policial.”

Y concluye con una remembranza:

“Yo recuerdo cómo Francisco Barrio desató aquí a la policía cuando era presidente municipal”.

Otro amigo, éste desde Nueva York, me ha comentado apenas –y también en relación a la violenta irrupción de los “sacerdotes cívicos”, vestidos de negro, al Centro de Derechos Humanos Paso del Norte–, que tales eventos le recuerdan la situación que se vivía en Chile, antes del golpe de Estado al Presidente legítimo Salvador Allende. Un vil “pinochetazo”, pues.

Hay analogías insalvables.

El asalto policiaco a este Centro que encabeza el sacerdote católico Óscar Enríquez, en sus propias palabras, fue “un operativo (sin orden de cateo, para no variar) para amedrentar a los defensores de los Derechos Humanos, anticonstitucional”, por lo que decidieron presentar denuncias ante la CEDH, la CNDH, Amnistía Internacional y la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, entre otros organismos, aparte de una demanda penal en la PGR por abuso de autoridad, allanamiento de morada y daños.”

“En total rompieron cerraduras en cinco puertas con el pretexto de buscar delincuentes que no tenían posibilidad de ingresar a las instalaciones por el tipo de rejas y puertas con las que cuentan, aparte de la alarma y prueba de ellos es que los federales utilizaron mazos para derribar las puertas”, explicó.

También, claro, los “sacerdotes cívicos” revisaron archivos, expedientes, todo tipo de documentos. Pensaban, quizá, que entre los papeles se escondían los delincuentes a quienes decían buscar.

Fue un acto artero. Autoritario. Como los perpetrados en contra de los no arios por las SS, efectivamente.

Desde sus inicios, este grupo se caracterizaba por ser objeto de una fuerte selección, era una organización abiertamente elitista, que representaría los más profundos ideales del Nacional Socialismo. Sin embargo, también sería un símbolo del terror y la violenta represión del régimen nazi. En ese orden de ideas, se constituyó “La Orden Negra”… en todo el sentido maligno que se le puede atribuir a tal título.

Pero Himmler sólo se acercó al catolicismo –al que dio la espalda en su juventud–cuando fue a Barcelona en búsqueda del Santo Grial. En realidad, el jefe de las SS hitlerianas fue un amante y practicante del ocultismo. En ello basó la conformación de los cuerpos represores de la Alemania de aquella época.

Creía en el magnetismo, el mesmerismo, la homeopatía, en las teorías más dudosas del eugenismo naturista, en los videntes, echadores de cartas, curanderos, hipnotizadores y hechiceros de los que estuvo rodeado toda su vida, hasta el punto de que muchas veces no se atrevía a tomar una decisión sin consultarles… Estos antecedentes son indicios del rotorcido camino que se trazó para las SS.

Ni en sueños podría decirse que los “sacerdotes cívicos” de Calderón tienen ligas con el ocultismo. Porque, no sé si García Luna lo sea, pero el ocupante de Los Pinos sí es un practicante religioso, aunque no se sepa con claridad si se mantiene en la fe católica, o ya haya mudado a la cristiana, por la influencia de la pareja conformada por la diputada que se hace llamar Rosy Orozco y por el director general del INAPAM, Alejandro Orozco Rubio. El ocultismo, por tanto, lo tendría satanizado.

Hay similitudes enormes, empero, entre el accionar de las SS y los genízaros de García Luna. Prepotencia, actuaciones más allá de la ley, cateos sin las órdenes correspondientes, pero sobre todo son usados para intimidar.

La mayor semejanza, empero, se da entre el nazismo y el panismo en general: autoritarismo, imposición, ausencia total de respeto al Estado de Derecho y a los derechos humanos y, reitero, sobre todo, intimidación.

Gracias a mi lector juarense por llamarme la atención sobre este tema que, espero, también le haya interesado a usted.

Índice Flamígero: Escuchado en la mesa vecina del desayunadero, donde convivían tres generales en posición de retiro. “Me da asco la actuación del Ejército”, dijo uno. A lo que un segundo comentó: “Yo creí que ya eso lo habíamos superado hace 20 años. Pero otra vez los políticos se vuelven a limpiar con las Fuerzas Armadas”.

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