Primero los burros y luego los bueyes

Ahora, ocho jugadores de la Sub 22 fueron inhabilitados seis meses. Los multarán con 50 mil pesos. La juerga saldrá cara. A los chicos los castigan como a los grandes. ¿Por qué? Por andar de calientes.

José Cárdenas


Tláloc no tiene palabra de honor. Cada año hace lo mismo. Zarandear a políticos y mostrarlos ineficientes, desconfiables y mentirosos.

El dios de la lluvia pone a temblar al candidato priista Eruviel Ávila en el Estado de México. Dibuja un par de ojeras al rostro de José Luis Luege, director de la Conagua, y le da otra refrescadita al jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard (la primera fue en febrero, con la inundación del Viaducto).

En el Valle de México, la política hace agua.

Cuando el chubasco llega, gobierna la mecánica de los fluidos. Las autoridades mexiquenses no previeron que, en caso de aguaceros torrenciales, el candidato de la ola roja podría salir salpicado.

Furiosos ecatepequenses quemaron propaganda de su hijo predilecto, indignados por el “encharcamiento” que, en pocas horas, metió 70 centímetros de agua a sus casas.

Lo que no consiguieron en dos meses Alejandro Encinas y Luis Felipe Bravo Mena lo hizo Tláloc en dos horas. Presto, el gobernador Enrique Peña Nieto anunció apoyos económicos “urgentes” a las familias afectadas. ¿Para que se enojen menos?

Resolver las inundaciones en 15 colonias de Chalco por roturas frecuentes en el Canal de La (mala) Compañía, puede requerir la intercesión del beato Juan Pablo II.

Ni los canales ni los túneles de la Conagua han evitado la inundación. Todo viene de arriba, de las nubes, de los misterios del cielo.

En mayo de 1990, el Papa pisó Chalco. Ofició misa ante un millón de fieles que le cantaron Cielito Lindo. Eran años de gloria patrocinados por Carlos Salinas de Gortari vía Solidaridad. Un programa político inspirado en el liderazgo del sindicalista polaco Lech Walesa y el ex obispo de Cracovia, Karol Wojtyla.

El gobierno salinista invirtió en Chalco 15% del presupuesto destinado a 125 municipios mexiquenses. Hacer una calle sobre el subsuelo lacustre de Chalco cuesta cuatro veces más que en tierra firme.

Tampoco flota Marcelo Ebrard. En el DF, once delegaciones están en riesgo de inundación. Se le dijo a la guapísima Rosalinda Bueso, ex embajadora de Honduras.

Total, en tiempo de aguas, político que no cae, naufraga.

MONJE LOCO. Una tras otra. Primero los burros y luego los bueyes. La Federación Mexicana de Futbol vuelve a quedar en off side. Ahora, ocho jugadores de la Sub-22 fueron inhabilitados seis meses. Los multarán con 50 mil pesos. La juerga saldrá cara. A los chicos los castigan como a los grandes. ¿Por qué? Por andar de calientes. Como burros en primavera. Comparando, lo del clembuterol es cosa de bueyes. ¿Habrá otra Yamilé entre tinieblas? Nadie sabe. Nadie supo.

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