Martha Anaya / Crónica de Política
“Es absolutamente falso lo dicho por el señor Encinas. Y es una falta de respeto que se refiera a una persona que ya falleció y no puede defender lo dicho por Encinas”, alegó la vocera presidencial, Alejandra Sota, en pleno noticiero de Joaquín López Dóriga.
¿Defender qué?, ¿defender a quién?, me pregunté al escucharla.
Lo que Alejandro Encinas había dicho momentos antes en el mismo noticiero fue que luego de las elecciones del 2006, Felipe Calderón “exigió al entonces secretario de Gobernación, Carlos Abascal, reprimir el plantón que Andrés Manuel López Obrador y sus seguidores instalaron en la avenida Paseo de la Reforma”.
A tal exigencia –contó Encinas durante el noticiero–, Abascal le respondió a Calderón: “Felipe, tú todavía no eres el presidente de la República. Y mientras esto no suceda, aquí se tomarán las decisiones”.
Y de paso le aclaró que el general secretario le expresó que el Ejército mexicano no intervendría, que no se haría uso de la fuerza contra civiles.
López Dóriga inquirió entonces en si Calderón utilizó precisamente la palabra “reprimir”.
Encinas respondió: “Sí, con el uso de la fuerza pública. Y tengo que reconocer que el secretario de Gobernación cumplió un compromiso que teníamos de resolver esto en una negociación.”
Según la versión de Encinas –quien por aquellas fechas era el jefe de Gobierno del Distrito Federal—, el compromiso de encontrar una solución pacífica al platón surgido en medio del conflicto post electoral se inició “en el Colegio Militar, donde fui invitado por el secretario de la Defensa Nacional (Gerardo Clemente Vega García), donde garanticé que se realizaría el desfile del 16 de septiembre, y que estábamos buscando la solución pacífica de este conflicto”.
Posteriormente entró la llamada de Alejandra Sota al noticiero para rechazar los dichos de Encinas y mencionar la falta de respeto a una persona que ya falleció (Carlos Abascal).
—Entonces –le preguntó López Dóriga–, ¿el presidente electo (Felipe Calderón) jamás hizo esa solicitud?
Alejandra Sota fue tajante:
—Jamás solicitó, ordenó o pidió represión alguna ni contra ese ni contra ningún otro movimiento.
Eso fue lo que vimos y escuchamos de ambas partes –Encinas-vocera presidencial–el jueves por la noche.
Y vuelvo a la pregunta. Alejandra Sota calificó de “falta de respeto” lo expresado por Encinas porque “se refiere a una persona que ya falleció y no puede defender lo dicho por Encinas”.
Hasta donde entiendo, Carlos Abascal (qepd) queda muy bien parado en lo que narra Encinas que ocurrió durante esa difícil etapa post electoral: no sólo le dio su lugar al aún Presidente de la República (Vicente Fox), sino que rechazó una solución violenta al conflicto y optó por la negociación. Y por añadidura, cumplió su palabra.
O sea, la falta de respeto no es hacia la persona en sí del fallecido ex secretario de Gobernación.
En todo caso, el que queda en entredicho es el hoy Presidente de la República. Es Felipe Calderón quien no cuenta con Abascal para rechazar (o corroborar) la versión de Encinas.
Es la palabra de Encinas contra la de Calderón (vía Alejandra Sota).
“Es absolutamente falso lo dicho por el señor Encinas. Y es una falta de respeto que se refiera a una persona que ya falleció y no puede defender lo dicho por Encinas”, alegó la vocera presidencial, Alejandra Sota, en pleno noticiero de Joaquín López Dóriga.
¿Defender qué?, ¿defender a quién?, me pregunté al escucharla.
Lo que Alejandro Encinas había dicho momentos antes en el mismo noticiero fue que luego de las elecciones del 2006, Felipe Calderón “exigió al entonces secretario de Gobernación, Carlos Abascal, reprimir el plantón que Andrés Manuel López Obrador y sus seguidores instalaron en la avenida Paseo de la Reforma”.
A tal exigencia –contó Encinas durante el noticiero–, Abascal le respondió a Calderón: “Felipe, tú todavía no eres el presidente de la República. Y mientras esto no suceda, aquí se tomarán las decisiones”.
Y de paso le aclaró que el general secretario le expresó que el Ejército mexicano no intervendría, que no se haría uso de la fuerza contra civiles.
López Dóriga inquirió entonces en si Calderón utilizó precisamente la palabra “reprimir”.
Encinas respondió: “Sí, con el uso de la fuerza pública. Y tengo que reconocer que el secretario de Gobernación cumplió un compromiso que teníamos de resolver esto en una negociación.”
Según la versión de Encinas –quien por aquellas fechas era el jefe de Gobierno del Distrito Federal—, el compromiso de encontrar una solución pacífica al platón surgido en medio del conflicto post electoral se inició “en el Colegio Militar, donde fui invitado por el secretario de la Defensa Nacional (Gerardo Clemente Vega García), donde garanticé que se realizaría el desfile del 16 de septiembre, y que estábamos buscando la solución pacífica de este conflicto”.
Posteriormente entró la llamada de Alejandra Sota al noticiero para rechazar los dichos de Encinas y mencionar la falta de respeto a una persona que ya falleció (Carlos Abascal).
—Entonces –le preguntó López Dóriga–, ¿el presidente electo (Felipe Calderón) jamás hizo esa solicitud?
Alejandra Sota fue tajante:
—Jamás solicitó, ordenó o pidió represión alguna ni contra ese ni contra ningún otro movimiento.
Eso fue lo que vimos y escuchamos de ambas partes –Encinas-vocera presidencial–el jueves por la noche.
Y vuelvo a la pregunta. Alejandra Sota calificó de “falta de respeto” lo expresado por Encinas porque “se refiere a una persona que ya falleció y no puede defender lo dicho por Encinas”.
Hasta donde entiendo, Carlos Abascal (qepd) queda muy bien parado en lo que narra Encinas que ocurrió durante esa difícil etapa post electoral: no sólo le dio su lugar al aún Presidente de la República (Vicente Fox), sino que rechazó una solución violenta al conflicto y optó por la negociación. Y por añadidura, cumplió su palabra.
O sea, la falta de respeto no es hacia la persona en sí del fallecido ex secretario de Gobernación.
En todo caso, el que queda en entredicho es el hoy Presidente de la República. Es Felipe Calderón quien no cuenta con Abascal para rechazar (o corroborar) la versión de Encinas.
Es la palabra de Encinas contra la de Calderón (vía Alejandra Sota).
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