Andy Novell F.
Ayer me preguntaba una jovencita de 17 años que ante la falta de oportunidades laborales en México, el camino sería entrarle al narcotráfico o a las bandas delictivas para poder vivir y sobrellevar los gastos de los hogares.
Tales palabras me erizaron la piel; simplemente la mire y le dije que el camino más fácil como el de la delincuencia es y será el más largo en los procesos legales o contrario el más corto para llegar a la muerte.
Esta plática me hizo pensar y sacar algunos datos del baúl de los recuerdos, ese baúl de información de las fuentes gubernamentales que tienen registrados varios casos de mujeres sicarios.
La mayoría son adolescentes, muchas de ellas bonitas de 16 a 30 años, entrenadas para matar, aprenden mirando, acompañan a otros sicarios y rápidamente saltan de lo teórico a lo práctico. Son como cualquier sicario viajan en trocas, carros, solas o acompañadas, pero siempre llevan armas largas o cortas.
La incursión de las mujeres en una actividad que supuestamente era para hombres como en muchas otras actividades que se creían única y exclusivamente para los hombres.
En un enfrentamiento entre la organización delictiva de “Los Zetas” y policías municipales , estatales en los límites de Jalisco y Nayarit, dejo como saldo seis sicarios muertos¸ diez detenidos, entre los que se encuentran cinco mujeres tres, de 16 años quienes recibían mil doscientos pesos quincenales por sus servicios.
El tema de las mujeres sicarias apareció por primera vez desde junio de 2007 en un enfrentamiento de militares con narcotraficantes en Apatzingán, Michoacán. Sin embargo la PGR tiene evidencias de que las mujeres tienen una participación activa años antes.
Otra historia de mujeres a sueldo se dio Tamaulipas, Guerrero y Michoacán en 2005 para disputar a sus enemigos del cártel de Sinaloa el control de plazas de Acapulco, Zihuatanejo y el puerto de Lázaro Cárdenas.
Ahí participó Ana, testigo protegido de la PGR, quien menciona que tuvo contacto y supo de al menos tres mujeres que fueron empleadas como presuntas asesinas a sueldo para ese cártel.
En mayo de 2005 fue comisionada con varios sujetos, al igual que tres mujeres sicarias, para localizar y ejecutar en esos sitios a Edgar Váldez Villarreal “La Barbie”.
Ya no es un secreto a voces que el cártel de Juárez contrata a mujeres para participar como asesinas e incluso algunas han llegado a ser líderes de células delictivas.
El comando armado femenil que formaron dentro de esta organización criminal, lleva en funcionamiento más de 2 años y está compuesto por entre 20 y 30 mujeres, las cuales ya han realizado varios trabajos, siempre llevan consigo armas largas o cortas al inicio van acompañadas de hombres, ellas se bajan de los vehículos y hacen el trabajo.
Un caso muy sonado en la frontera norte ocurrió en la colonia Mariano Escobedo de Ciudad Juárez, cuando 2 mujeres con rifles AK-47 conocidos como cuerno de chivo ejecutaron a dos jóvenes sobre una banqueta
Según testigos de la zona, las gatilleras bajaron la velocidad del vehículo en que se desplazaban para hacer los disparos sin temor alguno, al terminar siguieron conduciendo con toda tranquilidad hasta perderse, en la escena fueron contabilizados más de 60 casquillos de AK-47.
Líneas de investigación de autoridades federales y estatales han revelado que las mujeres son contratadas como señuelo para los agentes policíacos, bandas contrarias e incluso como sicarias a un sueldo bajo, como en otros empleos en todo el país. Hasta en la mafia hay discriminación laboral, aunque esto no es un trabajo, es un delito.
Ayer me preguntaba una jovencita de 17 años que ante la falta de oportunidades laborales en México, el camino sería entrarle al narcotráfico o a las bandas delictivas para poder vivir y sobrellevar los gastos de los hogares.
Tales palabras me erizaron la piel; simplemente la mire y le dije que el camino más fácil como el de la delincuencia es y será el más largo en los procesos legales o contrario el más corto para llegar a la muerte.
Esta plática me hizo pensar y sacar algunos datos del baúl de los recuerdos, ese baúl de información de las fuentes gubernamentales que tienen registrados varios casos de mujeres sicarios.
La mayoría son adolescentes, muchas de ellas bonitas de 16 a 30 años, entrenadas para matar, aprenden mirando, acompañan a otros sicarios y rápidamente saltan de lo teórico a lo práctico. Son como cualquier sicario viajan en trocas, carros, solas o acompañadas, pero siempre llevan armas largas o cortas.
La incursión de las mujeres en una actividad que supuestamente era para hombres como en muchas otras actividades que se creían única y exclusivamente para los hombres.
En un enfrentamiento entre la organización delictiva de “Los Zetas” y policías municipales , estatales en los límites de Jalisco y Nayarit, dejo como saldo seis sicarios muertos¸ diez detenidos, entre los que se encuentran cinco mujeres tres, de 16 años quienes recibían mil doscientos pesos quincenales por sus servicios.
El tema de las mujeres sicarias apareció por primera vez desde junio de 2007 en un enfrentamiento de militares con narcotraficantes en Apatzingán, Michoacán. Sin embargo la PGR tiene evidencias de que las mujeres tienen una participación activa años antes.
Otra historia de mujeres a sueldo se dio Tamaulipas, Guerrero y Michoacán en 2005 para disputar a sus enemigos del cártel de Sinaloa el control de plazas de Acapulco, Zihuatanejo y el puerto de Lázaro Cárdenas.
Ahí participó Ana, testigo protegido de la PGR, quien menciona que tuvo contacto y supo de al menos tres mujeres que fueron empleadas como presuntas asesinas a sueldo para ese cártel.
En mayo de 2005 fue comisionada con varios sujetos, al igual que tres mujeres sicarias, para localizar y ejecutar en esos sitios a Edgar Váldez Villarreal “La Barbie”.
Ya no es un secreto a voces que el cártel de Juárez contrata a mujeres para participar como asesinas e incluso algunas han llegado a ser líderes de células delictivas.
El comando armado femenil que formaron dentro de esta organización criminal, lleva en funcionamiento más de 2 años y está compuesto por entre 20 y 30 mujeres, las cuales ya han realizado varios trabajos, siempre llevan consigo armas largas o cortas al inicio van acompañadas de hombres, ellas se bajan de los vehículos y hacen el trabajo.
Un caso muy sonado en la frontera norte ocurrió en la colonia Mariano Escobedo de Ciudad Juárez, cuando 2 mujeres con rifles AK-47 conocidos como cuerno de chivo ejecutaron a dos jóvenes sobre una banqueta
Según testigos de la zona, las gatilleras bajaron la velocidad del vehículo en que se desplazaban para hacer los disparos sin temor alguno, al terminar siguieron conduciendo con toda tranquilidad hasta perderse, en la escena fueron contabilizados más de 60 casquillos de AK-47.
Líneas de investigación de autoridades federales y estatales han revelado que las mujeres son contratadas como señuelo para los agentes policíacos, bandas contrarias e incluso como sicarias a un sueldo bajo, como en otros empleos en todo el país. Hasta en la mafia hay discriminación laboral, aunque esto no es un trabajo, es un delito.
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