CNN México
La activista Isabel Miranda de Wallace aseguró que el movimiento del poeta Javier Sicilia se politizó al señalar que mucha gente, que calificó de “oportunista”, aprovechó la protesta para imponer sus peticiones y dejó a un lado la esencia de la lucha, “el dolor de la ciudadanía”.
En una entrevista para el programa México Opina de CNN en Español, Miranda de Wallace indicó que el propio Sicilia lo ha dicho de manera pública al manifestar que tiene que deslindarse de algunos grupos que no son genuinos a su lucha.
“(Elllos) se subieron a esta movilización con una agenda propia, con demandas muy determinantes y bueno, esto contaminó, creo yo, la causa por la cual Javier Sicilia empezó a manifestar su inconformidad”, le dijo al periodista Mario González.
Miranda de Wallace afirmó que se puede rescatar el movimiento y lo más importante de la lucha; sin embargo, dijo que es necesario que el poeta Sicilia se deslinde de muchas personas y movimientos que “han contaminado muchos temas”.
“Sí se puede rescatar, indudablemente yo creo que el liderazgo que tiene Javier Sicilia, es un liderazgo que hay que aprovechar y llevarlo hacia la parte positiva. Porque bueno, tampoco podemos pensar que una sola persona puede refundar un país”, agregó.
Al reconocer que la Caravana del Consuelo, que recorrió algunos de los estados del país donde se han presentado hechos relacionados al crimen organizado, fue un acto de “catarsis” que manifestó el “hartazgo” de la ciudadanía ante la violencia.
“Creo que tuvo la valentía de poder trabajar con el dolor de mucha gente, hacer este proceso de consuelo como lo llama él y de catarsis también en gente que no había tenido una voz, que no había tenido un micrófono para expresarse”, consideró.
Sicilia, que perdió a su hijo Juan Francisco el pasado 28 de marzo al ser localizado en el interior de un vehículo en el estado central de Morelos, junto a otros seis cadáveres, encabezó la denominada Caravana del Consuelo por los actos de violencia relacionadas con el crimen organizado.
La Caravana por la Paz recorrió varios estados de México y su destino final fue Ciudad Juárez, donde se firmó un pacto ciudadano que, entre los 70 puntos que lo conforman, exige el regreso del Ejército mexicano -desplegado para apoyar la lucha antinarcóticos y acusado de abusar de los derechos humanos- a sus cuarteles.
A lo largo de su recorrido de más de 2,000 kilómetros desde la ciudad de Cuernavaca, la caravana recogió testimonios de víctimas de la violencia atribuida a las pugnas internas entre los cárteles de las drogas y al combate que libran las fuerzas federales contra estos.
En relación al Pacto Nacional por la Paz con Justicia y Dignidad firmado por más de 300 organizaciones el pasado 10 de junio en Ciudad Juárez, una de las urbes más peligrosas del mundo, Miranda de Wallace reconoció la legitimidad de las peticiones y recordó que algunas quedarán sin resolver.
“La parte de que todas las víctimas tengan justicia pues sí sería lo legítimo, sin embargo, sabemos que no es posible, sabemos que hay muchas víctimas que ya no van a tener justicia porque se perdieron datos, mucha gente ni siquiera levantó denuncias”, indicó.
Además, insistió en que no es viable por el momento que el Ejército abandone las calles, como lo pide uno de los puntos del Pacto Nacional firmado en Ciudad Juárez.
La activista rechazó que su posición sea a favor del gobierno como algunos seguidores de Sicilia lo han señalado y recordó que en muchas ocasiones ha criticado a la Federación, sin embargo, no puede dejar de reconocer que parte del gobierno está abierto a escuchar a las víctimas.
“Yo he criticado muchas veces al gobierno federal y creo que el gobierno federal se ha abierto a la sociedad. Cuando yo critiqué que nos escucharan se abrieron los diálogos para que la ciudadanía tuviéramos voz y voto”, concluyó.
Miranda de Wallace cobró notoriedad en la sociedad tras el asesinato de su hijo Hugo Wallace en 2005, ya que investigó por su cuenta el caso y encontró a la banda que secuestró y mató a su hijo.
En diciembre pasado, Miranda de Wallace recibió el Premio Nacional de Derechos Humanos 2010. Ese mismo mes quedó detenido Jacobo Tagle Dobin, con lo que llegó a seis el número de integrantes de la banda de secuestradores relacionada con el caso y detenidos.
La activista Isabel Miranda de Wallace aseguró que el movimiento del poeta Javier Sicilia se politizó al señalar que mucha gente, que calificó de “oportunista”, aprovechó la protesta para imponer sus peticiones y dejó a un lado la esencia de la lucha, “el dolor de la ciudadanía”.
En una entrevista para el programa México Opina de CNN en Español, Miranda de Wallace indicó que el propio Sicilia lo ha dicho de manera pública al manifestar que tiene que deslindarse de algunos grupos que no son genuinos a su lucha.
“(Elllos) se subieron a esta movilización con una agenda propia, con demandas muy determinantes y bueno, esto contaminó, creo yo, la causa por la cual Javier Sicilia empezó a manifestar su inconformidad”, le dijo al periodista Mario González.
Miranda de Wallace afirmó que se puede rescatar el movimiento y lo más importante de la lucha; sin embargo, dijo que es necesario que el poeta Sicilia se deslinde de muchas personas y movimientos que “han contaminado muchos temas”.
“Sí se puede rescatar, indudablemente yo creo que el liderazgo que tiene Javier Sicilia, es un liderazgo que hay que aprovechar y llevarlo hacia la parte positiva. Porque bueno, tampoco podemos pensar que una sola persona puede refundar un país”, agregó.
Al reconocer que la Caravana del Consuelo, que recorrió algunos de los estados del país donde se han presentado hechos relacionados al crimen organizado, fue un acto de “catarsis” que manifestó el “hartazgo” de la ciudadanía ante la violencia.
“Creo que tuvo la valentía de poder trabajar con el dolor de mucha gente, hacer este proceso de consuelo como lo llama él y de catarsis también en gente que no había tenido una voz, que no había tenido un micrófono para expresarse”, consideró.
Sicilia, que perdió a su hijo Juan Francisco el pasado 28 de marzo al ser localizado en el interior de un vehículo en el estado central de Morelos, junto a otros seis cadáveres, encabezó la denominada Caravana del Consuelo por los actos de violencia relacionadas con el crimen organizado.
La Caravana por la Paz recorrió varios estados de México y su destino final fue Ciudad Juárez, donde se firmó un pacto ciudadano que, entre los 70 puntos que lo conforman, exige el regreso del Ejército mexicano -desplegado para apoyar la lucha antinarcóticos y acusado de abusar de los derechos humanos- a sus cuarteles.
A lo largo de su recorrido de más de 2,000 kilómetros desde la ciudad de Cuernavaca, la caravana recogió testimonios de víctimas de la violencia atribuida a las pugnas internas entre los cárteles de las drogas y al combate que libran las fuerzas federales contra estos.
En relación al Pacto Nacional por la Paz con Justicia y Dignidad firmado por más de 300 organizaciones el pasado 10 de junio en Ciudad Juárez, una de las urbes más peligrosas del mundo, Miranda de Wallace reconoció la legitimidad de las peticiones y recordó que algunas quedarán sin resolver.
“La parte de que todas las víctimas tengan justicia pues sí sería lo legítimo, sin embargo, sabemos que no es posible, sabemos que hay muchas víctimas que ya no van a tener justicia porque se perdieron datos, mucha gente ni siquiera levantó denuncias”, indicó.
Además, insistió en que no es viable por el momento que el Ejército abandone las calles, como lo pide uno de los puntos del Pacto Nacional firmado en Ciudad Juárez.
La activista rechazó que su posición sea a favor del gobierno como algunos seguidores de Sicilia lo han señalado y recordó que en muchas ocasiones ha criticado a la Federación, sin embargo, no puede dejar de reconocer que parte del gobierno está abierto a escuchar a las víctimas.
“Yo he criticado muchas veces al gobierno federal y creo que el gobierno federal se ha abierto a la sociedad. Cuando yo critiqué que nos escucharan se abrieron los diálogos para que la ciudadanía tuviéramos voz y voto”, concluyó.
Miranda de Wallace cobró notoriedad en la sociedad tras el asesinato de su hijo Hugo Wallace en 2005, ya que investigó por su cuenta el caso y encontró a la banda que secuestró y mató a su hijo.
En diciembre pasado, Miranda de Wallace recibió el Premio Nacional de Derechos Humanos 2010. Ese mismo mes quedó detenido Jacobo Tagle Dobin, con lo que llegó a seis el número de integrantes de la banda de secuestradores relacionada con el caso y detenidos.
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