Los fracasos en Edomex

Carlos Ramírez / Indicador Político

Si al comenzar el proceso electoral local en el Estado de México hubo en el PAN y en el PRD la impresión de que podría dar algunas señales de la tendencia en el 2012, el fracaso en la alianza electoral PAN-PRD le quitó interés a la contienda. López Obrador ya abandonó a Alejandro Encinas a su propia suerte y el gobierno federal panista hizo sólo un intento por apuntalar a Luis Felipe Bravo Mena, pero los datos negativos lo hicieron desistir.

De todos modos, las elecciones locales mexiquenses tuvieron un invitado inesperado: El arresto y posterior liberación del empresario priísta mexiquense-tijuanense Carlos Hank Rhon, con réplica local no decisiva pero sí de efectos a posteriori. Con todo, el incidente demostró el papel de la familia Hank en la vida política local, aunque más como parte del Grupo Atlacomulco que como fuerza decisiva. Con todo, el efecto negativo por el tratamiento de los medios a Hank Rhon sí sacudió de alguna manera la campaña del candidato priísta Eruviel Avila.

En todo caso, las elecciones en el Estado de México aportaron algunos elementos del modelo electoral del PRI de Enrique Peña Nieto en su precandidatura presidencial: Los partidos han perdido legitimidad política e ideológica y no son votados por la mejor propuesta de gobierno. En el Estado de México va a ganar quien cumpla tres requisitos:

Capacidad de estructura electoral para acarrear el voto.

Ventaja del partido en el poder a la hora de imponerse a la sociedad.

Quien ofrezca más regalos a los electores con programas asistencialistas.

Hasta ahora va ganando el aparato político del PRI en tres puntos clave: El acarreo de votantes, el manejo de recursos en medios y la continuidad y ampliación de los programas asistencialistas. El domingo 19 de junio el periódico Reforma publicó el reporte de una reportera que se hizo pasar por acarreada y exhibió la capacidad de organización electoral para mantener el control de voto vía promesas y dinero adelantado con tarjetas de débito. Se trata, eso sí, de algunos de los mecanismos similares que ha aplicado el PAN en algunas elecciones locales y en la presidenciales del 2006 para mantener la lealtad del voto. Lo único que puede romper la lealtad del voto amarrado a programas asistencialistas es la posibilidad de que la oposición pueda sacar a votar a ciudadanos hasta entonces apáticos: En Puebla, Oaxaca y Sinaloa el PRI perdió porque hubo una asistencia electoral superior a 55% de votantes; menos de 50% implica una casi victoria del PRI. En esas plazas, el PRI mantuvo y hasta aumentó ligeramente su votación pero la oposición pudo sacar a más electores.
Hasta ahora no se perciben indicios de que el PAN o el PRD hayan podido impactar al electorado; las campañas desangeladas de Encinas y de Bravo Mena no han sido capaces de encender el ánimo de los mexiquenses, mientras el aparato electoral del PRI tiene el control de una buena parte de las credenciales de elector de los ciudadanos. Se esperaba que el activismo de López Obrador en el Estado de México hubiera estimulado al PRD, pero sólo ha ido una sola vez. La presencia de precandidatos presidenciales del PAN en un mitin dominical de Bravo Mena pasó sin pena ni gloria por la falta de efecto social de los nominados y por la ausencia de algún discurso político de agitación de masas.

Otro detalle ausencia en el Estado de México es la guerra de las encuestas. Hasta ahora sólo ha mantenido su presencia el gabinete de Comunicación Estratégica con su tracking diario y sus tendencias inamovibles, aunque con el detalle técnico de que se trata de encuestas diarias telefónicas, en una entidad donde la banda de poseedores de teléfonos es de conservadores pero con una estructura sociodemográfica polarizada. Pero ante el desafío de encuestas en una sociedad plural, hasta ahora ninguna empresa encuestadora ha sido contratada. Por tanto, se carece de información de encuestas suficientemente confiable como para marcar una tendencia electoral.

El PRI está tomando el proceso electoral mexiquense como un laboratorio de prueba de su aparato electoral, pero sin entender que una estructura electoral estatal es diferente a una nacional; quizá por ello Peña Nieto impuso al presidente estatal del PRI en el Estado de México hasta antes del destape de Eruviel Avila, Ricardo Aguilar, como secretario de Organización del CEN del PRI, para ir desde ahora replicando en el PRI nacional la estructura del PRI mexiquense. Sin embargo, los datos revelados hasta ahora señalan que la estructura de militantes priístas requiere de dinero y muchísimo más a nivel nacional y hasta ahí no alcanza el presupuesto de Peña Nieto.

Las elecciones en el Estado de México serán en escasas dos semanas, el próximo 3 de julio. Y la oposición está a la espera de alguna sorpresa que cambie las tendencias del voto.

2.- Temas de la semana:

El Operativo Nacional de Seguridad de la Conago se desinfló y quedó sólo en una vitrina de exposición mediática de Marcelo Ebrard como vocero de la Conago y diseñador de la propuesta. Dos puntos le ayudaron: Tomar para sí la bandera de la seguridad y capitalizar mediáticamente a nivel nacional con sus apariciones en conferencias de prensa. Fuera de ahí, el operativo fue un fracaso. El domingo 19 de junio Ebrard informó del arresto de 3 mil 705 delincuentes en seis semanas, una media de apenas 617 pillos al día y de 19 por cada estado. Se trata de una tasa ínfima a la tendencia normal. O sea, que con tanta exposición mediática los delincuentes se recogieron en sus madrigueras una semana y dejaron plantados a los policías.

Dos incidentes opacaron el operativo: El jueves 16, el Ejército arrestó a toda la Policía Municipal de Zuazua, Nuevo León, por estar pagados por el narco. Y en Cuajimalpa estalló un intento de linchamiento de ladrones y los policías que llegaron a proteger a los delincuentes fueron salvajemente agredidos por la turba. En ambos casos se mostraron algunos de los problemas de la seguridad: No el interés mediático sino la ruptura de los acuerdos sociales fundamentales. Y por si fuera poco, en Monterrey algunos policías estatales se dedicaron a asaltar a ciudadanos con el pretexto de la revisión del operativo de la Conago.

--El diálogo del presidente Calderón con el poeta Javier Sicilia rompió las expectativas de tensión escalada. Bastante presión resistió Sicilia de los radicales del movimiento por la paz que los querían llevar a un choque de trenes con el gobierno. Inclusive, la apuesta era un debate agrio entre Calderón y Sicilia en el Castillo de Chapultepec. Pero fue significativo que haya sido el propio Sicilia quien se encargó de mantener la firmeza de las demandas del movimiento pero darle espacios de distensión al Presidente de la República.

Hay que anotar un creciente enfrentamiento entre el PAN y el presidente nacional del PRI, Humberto Moreira, con intenciones de comenzar a bajarle puntos a Rubén Moreira como candidato del PRI al gobierno de Coahuila. La intención es clara pero los resultados podrían ser menores por la enorme ventaja de Moreira en las encuestas. De todos modos, se trata de ir minando la fuerza de Moreira como líder nacional del PRI, luego de que el caso Jorge Hank Rhon prácticamente lo bajó de los medios hasta después de las elecciones en el Estado de México. De todos modos, han comenzado los rumores de un posible reemplazo de Humberto Moreira como presidente del PRI por sus enfrentamientos duros con el Presidente de la República.

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