La educadora Margarita: niños pecho a tierra

Álvaro Cepeda Neri

La esposa de Calderón, a la que andan empujando para entrar a la disputa por la candidatura de Acción Nacional, para la sucesión de su cónyuge (ante la falta de aspirantes con tamaños, pues todos, empezando por Cordero y terminando por Lujambio y Lozano, son enanos políticamente), estuvo hace unos días en un acto presentando los nuevos “principios” para la educación de la niñez mexicana, de la que Verónica Mondragón nos informó (Reforma: 14/VI/11). Inauguró Margarita Zavala (prima hermana de una de las socias que se enriqueció con la Guardería ABC, y que ya recibió impunidad), una reunión de kilométrico nombre: Proceso de capacitación del primer contacto de las fuerzas del orden público para la atención de niños, niñas y adolescentes en escenario de delincuencia organizada.

Y como su esposo en grado de General de cinco estrellas es el jefe Nato de las fuerzas armadas, y califica de “muertes necesarias” no menos de 10 mil homicidios, de entre los más de 45 mil que arroja la cifra oficial de su “no-guerra (cálculos realistas indican más de… ¡100 mil, sin contar feminicidios!), entonces se necesita que los alumnos de kínder, primera y secundaria, al menos reciban “clases de cómo sobrevivir en caso de fuego cruzado entre uniformados y delincuentes, donde unos y otros disparan a matar hasta a quienes, ejerciendo su derecho al libre tránsito, van por las banquetas o en sus automóviles.

Ya los niños, por orden de la presidenta del DIF Nacional, la tal señora Zavala (sus hermanos son otras fichitas, pescadas durante el foxismo) en complicidad con la nefasta y perversa dueña del SNTE: Elba Esther Gordillo, reciben, pues, enseñanza de cómo tirarse pecho a tierra para poder sobrevivir, en caso de que sus escuelas sean balaceadas o al salir de clases, se encuentren con soldados o marinos enfrentados a sangre y fuego con los sicarios del narcotráfico. En lugar de clases del currículum educativo, los esposos Calderón-Zavala, han decidido que estos alumnos aprendan a tirarse al suelo.

Estamos retrocediendo. Y cuando escuchamos a Calderón o su esposa, a Elba, al largo, alto pero no grande (en cuanto grandeza) Lujambio o al más menso que manso Cordero, que la educación es el pivote para detonar el resto de las soluciones a los tremendos problemas del país (crecimiento económico, distribución de la riqueza, igualdad de oportunidades, etc.), reconocemos las mentiras de siempre en boca de la ultraderecha panista.

Mentiras, porque no se ocupan en serio de educar y enseñar y las escuelas rechazan cada año a miles de aspirantes. Se está enseñando a los alumnos de kínder, primaria, secundaria y estudios superiores a tirarse al piso, pecho a tierra, para ver si así logran sobrevivir, porque soldados, delincuentes, marinos, policías y todos disparan a matar. El resultado de este caos se encuentra en la despectiva afirmación de Calderón: “daños colaterales” al matar a inocentes a diestra y siniestra. La “no-guerra” de Calderón y el PAN tiene a la Nación como Afganistán, Yemen o Irak.

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