viernes, junio 10, 2011

Hank, Salazar: Lo que parece no es

Jorge Fernández Menéndez

Si el asesinato de Héctor “El Gato” Félix Miranda compromete a Jorge Hank Rhon desde hace 20 años y si los 12 procuradores generales de la República que han ejercido esa función desde entonces, ni los cinco gobernadores que ha tenido Baja California, han querido profundizar en esa historia a pesar de que incluso la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha demandado públicamente al Estado mexicano que esclarezca la autoría intelectual de ese asesinato, tampoco se ha profundizado judicialmente en la persecución que sufrieron los directivos y trabajadores del periódico “Cuarto Poder” en Chiapas, que acabó con la muerte en el exilio de su director Conrado de la Cruz, y de su hijo Conrado de la Cruz Morales, luego de casi cuatro años de una prisión injustificable.

Desde la Sociedad Interamericana de Prensa, hasta distintos organizaciones internacionales de derechos humanos solicitaron que esa persecución fuera detenida. Fueron, como la CIDH en el caso Félix Miranda, ignorados. La historia del Cuarto Poder ya lo hemos tratado a profundidad tanto en este espacio como en el más reciente número de la revista “Código Topo”.

Como en el de Félix Miranda, imperó la impunidad y tanto Hank Rhon como Pablo Salazar Mendiguchía durante años fueron intocables por esos delitos. Hoy ambos están encarcelados, pero esos casos no han sido, hasta hoy, incorporados a sus respectivos expedientes. Y buscan impunidad a través de argumentos político-electorales.

Dicen los allegados a Salazar Mendiguchía que es perseguido por su creciente relación con López Obrador de la misma forma que la gente de Hank dice que se lo apresó para dañar a Enrique Peña Nieto. El hecho es que Peña Nieto y López Obrador, por lo menos hasta ahora, han demostrado ser lo suficientemente inteligentes para no comprometerse en la defensa de dos personajes que resultan impresentables. En el caso de Hank Rhon se confunden, además, las verdaderas lealtades: el ex alcalde de Tijuana si bien es originario del Estado de México, no participa activamente en la política en ese estado.

Obviamente sí lo hizo su padre, Carlos Hank González, jefe durante años del grupo Atlacomulco, y lo hace el otro hijo de don Carlos y hermano de Jorge, Carlos Hank Rhon, cuya relación, dicen, con el ex alcalde, es por lo menos lejana. Carlos Hank Rhon es de por sí un hombre de enorme peso económico dentro y fuera del estado y además está relacionado familiarmente con uno de los empresarios más importantes del país, Roberto González Barrera: nada más alejado de las extravagancias e incluso del tipo de negocios que ambos encaran que Jorge y Carlos Hank Rhon.

Pero las diferencias también son políticas: Jorge Hank no perteneció a los grupos políticos mexiquenses, es un hombre cercanísimo a Roberto Madrazo, incluso en el proceso interno de hace seis años, no apoyó al Arturo Montiel (ni tampoco la candidatura a gobernador de Enrique Peña) sino a Roberto y como recompensa tuvo la alcaldía del estado de México. Por eso el priísmo ha mantenido una actitud más que cautelosa sobre el tema.

En el caso de Pablo Salazar, éste ha buscado un acercamiento con López Obrador e incluso en sus giras por el interior de Chiapas se ha acercado a los grupos más radicales de la política local. Andrés Manuel es, en el sentido de los apoyos, un político pragmático y recibe todo lo que le pueda acarrear votos a su causa, pero también es un político con muy buena memoria y sabe que Salazar nunca jugó con él en sus épocas de gobernador y que terminó siendo uno de los más cercanos a Vicente Fox. Cuando desde hace unas semanas se veía que el mundo se cerraba para Salazar el ex gobernador no buscó a Andrés Manuel, fue al rancho de San Cristóbal a tomarse una foto con el ex presidente Fox. Pero además, como ocurrió con Greg Sánchez, la relación de Salazar con el PRD siempre se estableció vía la corriente de Nueva Izquierda, con la que López Obrador tiene algo más que diferencias. Como ocurre con el PRI y Hank, si por alguna razón Salazar queda en libertad, López Obrador tratará de utilizar esa carta, pero mientras tanto permanecerá ajeno a ella.

ELBA, RECAMBIOS

Elba Esther ya operó el recambio en el SNTE para encarar 2012, Juan Díaz un hombre de toda su confianza queda al frente del sindicato. Ahora deberá venir el de Nueva Alianza, donde Jorge Kahwagi está muy lejos de las exigencias de su papel.

TAMAULIPAS: SIN RECAMBIOS

Dicen en Tamaulipas que no pueden comenzar el recambio de sus policías locales de inmediato, de acuerdo con lo ya acordado. El problema es que para eso necesitan 2 mil federales que ocupen los espacios mientras se crean las nuevas fuerzas. Y pasan las semanas y esos elementos, comprometidos ya con el Gobierno federal, aseguran, no llegan. Y quedan en el peor de los mundos posibles.

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