Martha Anaya / Crónica de Política
Si Eruviel Ávila cree, como dijo, que tiene el triunfo de la elección del Estado de México en la bolsa”, ya puede ir calmando sus ansias de novillero.
Y no precisamente porque la cantidad de votos que reciba vaya a ser inferior a la que reciban sus contendientes Alejandro Encinas y Luis Felipe Bravo Mena, sino porque la elección muy probablemente será impugnada y se definirá en los tribunales.
Tanto el candidato del PRD como el del PAN han cuestionado el excesivo gasto de dinero del priista. La cantidad de espectaculares que aparecen de Eruviel, tan sólo en Toluca y sus alrededores, es “grosera”, apabullante, han dicho. Pero no sólo eso, le llevan contabilizado lo que significa en gasto sus movilizaciones en helicóptero y vía terrestre; las erogaciones en camisetas y despensas que ha obsequiado; y todo lo que se les ocurra.
Hasta ahora, tales denuncias –por más públicas que fueran y se reiterasen una y otra vez en sus debates– parecían meras campanadas al viento. Pero parece que va en serio.
En el búnker de Acción Nacional se están preparando en serio para presentar las denuncias correspondientes en busca de anular la elección y el muy probable triunfo de Eruviel Ávila.
Razón de más, nos dicen, para acudir al apoyo –aunque fuera de última hora—del ex secretario particular del Presidente de la República. (¿Será por ello que Bravo Mena, citando a su hijo, advirtió que se nos iba “a caer la baba” el próximo 3 de julio?
Probablemente no, pero lo que sí es de tomar en cuenta –y los priistas del Edomex se pusieron ayer por la tarde en estado de alerta—fue la declaración de Felipe Calderón a Ciro Gómez Leyva a propósito de esta elección.
Reconoció el Jefe del Ejecutivo que efectivamente el priista iba muy arriba en las cuestas y difícilmente perdería en las urnas. Pero…
En ese “pero” viene la parte importante. Calderón añadió que “debe hacerse una revisión profunda” de la elección en el Estado de México, con el fin de que no se dé marcha atrás a las conquistas que “parecía que ya teníamos” en el terreno electoral, como es el de la equidad, y ahora están en entredicho.
Recordó que en una elección son muy importantes distintos factores, como los medios, pero sobre todo “el dinero”.
Y es ahí hacia donde los panistas enfocarán sus baterías para impugnar la elección y buscar su anulación.
Por si no fuera suficiente, Calderón mencionó que dado lo que se ha visto en esta elección, es algo que hay que “revisar nuevamente”.
Tales declaraciones bien podrían significar un mero “calambre” con dedicatoria a Enrique Peña Nieto. Pero la mayoría de los priistas con los que platicamos del tema ayer lo tomaron en serio: “habrá conflicto post electoral”, concluyeron.
Y el desenlace, coincidieron, tendrá que ver con un juego de fuerzas directo entre el gobernador y el Presidente: “Seguramente se negociarán las reformas”.
Si Eruviel Ávila cree, como dijo, que tiene el triunfo de la elección del Estado de México en la bolsa”, ya puede ir calmando sus ansias de novillero.
Y no precisamente porque la cantidad de votos que reciba vaya a ser inferior a la que reciban sus contendientes Alejandro Encinas y Luis Felipe Bravo Mena, sino porque la elección muy probablemente será impugnada y se definirá en los tribunales.
Tanto el candidato del PRD como el del PAN han cuestionado el excesivo gasto de dinero del priista. La cantidad de espectaculares que aparecen de Eruviel, tan sólo en Toluca y sus alrededores, es “grosera”, apabullante, han dicho. Pero no sólo eso, le llevan contabilizado lo que significa en gasto sus movilizaciones en helicóptero y vía terrestre; las erogaciones en camisetas y despensas que ha obsequiado; y todo lo que se les ocurra.
Hasta ahora, tales denuncias –por más públicas que fueran y se reiterasen una y otra vez en sus debates– parecían meras campanadas al viento. Pero parece que va en serio.
En el búnker de Acción Nacional se están preparando en serio para presentar las denuncias correspondientes en busca de anular la elección y el muy probable triunfo de Eruviel Ávila.
Razón de más, nos dicen, para acudir al apoyo –aunque fuera de última hora—del ex secretario particular del Presidente de la República. (¿Será por ello que Bravo Mena, citando a su hijo, advirtió que se nos iba “a caer la baba” el próximo 3 de julio?
Probablemente no, pero lo que sí es de tomar en cuenta –y los priistas del Edomex se pusieron ayer por la tarde en estado de alerta—fue la declaración de Felipe Calderón a Ciro Gómez Leyva a propósito de esta elección.
Reconoció el Jefe del Ejecutivo que efectivamente el priista iba muy arriba en las cuestas y difícilmente perdería en las urnas. Pero…
En ese “pero” viene la parte importante. Calderón añadió que “debe hacerse una revisión profunda” de la elección en el Estado de México, con el fin de que no se dé marcha atrás a las conquistas que “parecía que ya teníamos” en el terreno electoral, como es el de la equidad, y ahora están en entredicho.
Recordó que en una elección son muy importantes distintos factores, como los medios, pero sobre todo “el dinero”.
Y es ahí hacia donde los panistas enfocarán sus baterías para impugnar la elección y buscar su anulación.
Por si no fuera suficiente, Calderón mencionó que dado lo que se ha visto en esta elección, es algo que hay que “revisar nuevamente”.
Tales declaraciones bien podrían significar un mero “calambre” con dedicatoria a Enrique Peña Nieto. Pero la mayoría de los priistas con los que platicamos del tema ayer lo tomaron en serio: “habrá conflicto post electoral”, concluyeron.
Y el desenlace, coincidieron, tendrá que ver con un juego de fuerzas directo entre el gobernador y el Presidente: “Seguramente se negociarán las reformas”.
Comentarios