Francisco Rodríguez / Índice Político
¿Es Jorge Hank Rohn “el DSK mexicano”? ¿Está en prisión preventiva –hasta mañana– por un delito real o fabricado cual los defensores del francés Strauss-Kahn y los de él mismo alegan?
En la teoría del complot, el ex director gerente del FMI fue falsamente acusado “por abordar el escabroso tema del reciclaje de la deuda de Estados Unidos, que el 16 de mayo alcanzara su máximo histórico de 14 mil 300 billones de dólares. Dominique Strauss-Kahn fue la primera autoridad en decir que el dólar ya no cumplía como divisa mundial, y encabezó los intentos por disminuir su hegemonía, proponiendo la necesidad de utilizar una divisa mundial no perteneciente a ningún país. DSK tenía claro que el dólar es el problema que dificulta la recuperación económica mundial, y que es una divisa en vías de extinción producto del excesivo endeudamiento de USA, la primera economía del planeta.”
De acuerdo a esa misma teoría, “el caso de Strauss Kahn “es muy similar a la que sufrió el ex gobernador y ex fiscal de Nueva York Eliott Spitzer, pues tras procesar a varias empresas de Wall Street que hacían operaciones fraudulentas en la bolsa de valores, inflaban artificialmente los precios o se coludían en prácticas depredadoras, en marzo de 2008 le pusieron una trampa de prostitución y lo sacaron del juego. La detención de Spitzer no evitó el colapso financiero que se inició pocas semanas después de su detención, con la quiebra de Bearn Stearn…”.
Tal no está lejos de asemejarse a lo que ahora mismo sucede con Hank Rohn. Y no porque desde su lujosa guarida en el rumboso barrio tijuanense Puerta de Hierro estuviese alertando sobre la inminente nueva quiebra del sistema financiero mundial –que va a “tronar” a México, también otra vez, como chinampina–, aunque su derivación sí va tener o ya tiene derivaciones por lo pronto bancarias.
El “pecado” de Hank es ser él mismo. Es ser Jorge Hank. Con antecedentes más que negativos. Como los inocultables e irrebatibles de DSK y de Spitzer. “Impresentable”, “indefendible”, han dicho de él.
Su captura, de acuerdo a expertos en inteligencia y seguridad nacional –que, obviamente no están en las nóminas de la fallida Administración, pues ya se hubiesen vuelto “chambones”– es un mensaje de los gringos que, para no variar, fue mal ejecutado por Calderón al mal utilizar al Ejército. Y el mensaje va directo a los políticos priístas que intentan la restauración y, claro, retomar Los Pinos a partir de diciembre del 2012:
Aprovechando la barata, Calderón también estaría enviando mensajes a sus malqueridos contendientes de otras épocas. A algunos a quiénes él sintió o simplemente imaginó que lo desairaban, minimizaban o incluso lo ridiculizaban.
¿Nombres? Hay muchos. Pero para empezar por el norte anote usted a Eduardo Bours, Jesús Aguilar, Natividad González Parás, Eugenio Hernández y, claro, Humberto Moreira, a quien recientemente le han hecho “aparecer” narcofosas y arsenales en territorio coahuilense.
Por el centro, no deje de escribir los nombres de Mario Marín, Miguel Ángel Osorio Chong, Ulises Ruiz y obviamente Enrique Peña Nieto.
Hacia el sur, los no pocos odios de Calderón están focalizados en Pablo Salazar, Fidel Herrera y Félix González Canto.
Calderón odia a los priístas, pues. Por angas, mangas, por sólo ser priístas. Problemas de infancia no muy difíciles de dilucidar.
El golpe tiene otros efectos no muy colaterales: Roberto Madrazo, para empezar, y el desarrollo del los negocios sucios en el sureste –remember El Metro–, a partir de Tabasco.
Y claro, los grupos financieros relacionados con los priístas. No sólo Interacciones, de la familia Hank –que se ha convertido en un Banobras alterno, pues sus negocios se dan con gobiernos estatales y municipales priístas–, también Banorte, que no sólo tiene relaciones familiares con los Hank –la hija de Roberto González es esposa de Carlos, el primogénito–, sino que también financia a no pocos políticos y hasta campañas del tricolor.
El golpe al “DKS mexicano” había sido demandado por EU desde hace años. Hoy encontraron que el kamikaze Calderón hizo lo que no quisieron o no pudieron hacer ni Ernesto Zedillo –de alguna manera ligado con el Cartel de los Arellano Félix y el de Juárez, a través de su hermano Rodolfo–, ni tampoco Vicente Fox, primer gran protector de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Así, si la aprehensión de Strauss-Kahn tuvo que ver con el apuntalamiento de un sistema financiero mundial en agonía, la de Jorge Hank tiene más que ver con el desmantelamiento del narcotráfico y el lavado de dinero en nuestro país.
Como la detención de DSK, la de Hank también habría sido diseñada en las altas esferas… de Washington.
Cambio de fichas. Pero el juego lo tenemos ya perdido los mexicanos.
Índice Flamígero: Menos de seis meses duró Gabriel Ricardo Manuell Lee como director médico del ISSSTE. Nombrado al cargo apenas el 12 de enero, dejó la nómina hace dos días, debido a los no pocos escándalos que en esa área –entre otras, destacadamente la financiera– afectan a la institución que supuestamente vela por los intereses de la burocracia federal, aunque todos sepan que en realidad se ha convertido en botín de la familia Yunes. Manuel Lee fue, hasta finales del año anterior, secretario particular del titular de la SSA Miguel Ángel Córdoba Villalobos –tío del actual director del Instituto. Supuestamente, el miembro del fallido gabinete de Calderón le habría pedido a su amigo y ex colaborador Manuell Lee dejar el cargo, ante tantas porquería$ que ahí se viven todos los días. ¿Irá a apuntalar la precampaña en Guanajuato?
¿Es Jorge Hank Rohn “el DSK mexicano”? ¿Está en prisión preventiva –hasta mañana– por un delito real o fabricado cual los defensores del francés Strauss-Kahn y los de él mismo alegan?
En la teoría del complot, el ex director gerente del FMI fue falsamente acusado “por abordar el escabroso tema del reciclaje de la deuda de Estados Unidos, que el 16 de mayo alcanzara su máximo histórico de 14 mil 300 billones de dólares. Dominique Strauss-Kahn fue la primera autoridad en decir que el dólar ya no cumplía como divisa mundial, y encabezó los intentos por disminuir su hegemonía, proponiendo la necesidad de utilizar una divisa mundial no perteneciente a ningún país. DSK tenía claro que el dólar es el problema que dificulta la recuperación económica mundial, y que es una divisa en vías de extinción producto del excesivo endeudamiento de USA, la primera economía del planeta.”
De acuerdo a esa misma teoría, “el caso de Strauss Kahn “es muy similar a la que sufrió el ex gobernador y ex fiscal de Nueva York Eliott Spitzer, pues tras procesar a varias empresas de Wall Street que hacían operaciones fraudulentas en la bolsa de valores, inflaban artificialmente los precios o se coludían en prácticas depredadoras, en marzo de 2008 le pusieron una trampa de prostitución y lo sacaron del juego. La detención de Spitzer no evitó el colapso financiero que se inició pocas semanas después de su detención, con la quiebra de Bearn Stearn…”.
Tal no está lejos de asemejarse a lo que ahora mismo sucede con Hank Rohn. Y no porque desde su lujosa guarida en el rumboso barrio tijuanense Puerta de Hierro estuviese alertando sobre la inminente nueva quiebra del sistema financiero mundial –que va a “tronar” a México, también otra vez, como chinampina–, aunque su derivación sí va tener o ya tiene derivaciones por lo pronto bancarias.
El “pecado” de Hank es ser él mismo. Es ser Jorge Hank. Con antecedentes más que negativos. Como los inocultables e irrebatibles de DSK y de Spitzer. “Impresentable”, “indefendible”, han dicho de él.
Su captura, de acuerdo a expertos en inteligencia y seguridad nacional –que, obviamente no están en las nóminas de la fallida Administración, pues ya se hubiesen vuelto “chambones”– es un mensaje de los gringos que, para no variar, fue mal ejecutado por Calderón al mal utilizar al Ejército. Y el mensaje va directo a los políticos priístas que intentan la restauración y, claro, retomar Los Pinos a partir de diciembre del 2012:
Aprovechando la barata, Calderón también estaría enviando mensajes a sus malqueridos contendientes de otras épocas. A algunos a quiénes él sintió o simplemente imaginó que lo desairaban, minimizaban o incluso lo ridiculizaban.
¿Nombres? Hay muchos. Pero para empezar por el norte anote usted a Eduardo Bours, Jesús Aguilar, Natividad González Parás, Eugenio Hernández y, claro, Humberto Moreira, a quien recientemente le han hecho “aparecer” narcofosas y arsenales en territorio coahuilense.
Por el centro, no deje de escribir los nombres de Mario Marín, Miguel Ángel Osorio Chong, Ulises Ruiz y obviamente Enrique Peña Nieto.
Hacia el sur, los no pocos odios de Calderón están focalizados en Pablo Salazar, Fidel Herrera y Félix González Canto.
Calderón odia a los priístas, pues. Por angas, mangas, por sólo ser priístas. Problemas de infancia no muy difíciles de dilucidar.
El golpe tiene otros efectos no muy colaterales: Roberto Madrazo, para empezar, y el desarrollo del los negocios sucios en el sureste –remember El Metro–, a partir de Tabasco.
Y claro, los grupos financieros relacionados con los priístas. No sólo Interacciones, de la familia Hank –que se ha convertido en un Banobras alterno, pues sus negocios se dan con gobiernos estatales y municipales priístas–, también Banorte, que no sólo tiene relaciones familiares con los Hank –la hija de Roberto González es esposa de Carlos, el primogénito–, sino que también financia a no pocos políticos y hasta campañas del tricolor.
El golpe al “DKS mexicano” había sido demandado por EU desde hace años. Hoy encontraron que el kamikaze Calderón hizo lo que no quisieron o no pudieron hacer ni Ernesto Zedillo –de alguna manera ligado con el Cartel de los Arellano Félix y el de Juárez, a través de su hermano Rodolfo–, ni tampoco Vicente Fox, primer gran protector de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Así, si la aprehensión de Strauss-Kahn tuvo que ver con el apuntalamiento de un sistema financiero mundial en agonía, la de Jorge Hank tiene más que ver con el desmantelamiento del narcotráfico y el lavado de dinero en nuestro país.
Como la detención de DSK, la de Hank también habría sido diseñada en las altas esferas… de Washington.
Cambio de fichas. Pero el juego lo tenemos ya perdido los mexicanos.
Índice Flamígero: Menos de seis meses duró Gabriel Ricardo Manuell Lee como director médico del ISSSTE. Nombrado al cargo apenas el 12 de enero, dejó la nómina hace dos días, debido a los no pocos escándalos que en esa área –entre otras, destacadamente la financiera– afectan a la institución que supuestamente vela por los intereses de la burocracia federal, aunque todos sepan que en realidad se ha convertido en botín de la familia Yunes. Manuel Lee fue, hasta finales del año anterior, secretario particular del titular de la SSA Miguel Ángel Córdoba Villalobos –tío del actual director del Instituto. Supuestamente, el miembro del fallido gabinete de Calderón le habría pedido a su amigo y ex colaborador Manuell Lee dejar el cargo, ante tantas porquería$ que ahí se viven todos los días. ¿Irá a apuntalar la precampaña en Guanajuato?
Comentarios