Crisis a la vista

Jorge Diaz

Se abre en la Unión Económica Europea (UEE), un nuevo capítulo en la amenaza de crisis por los repetidos problemas financieros de Grecia. Nuevamente se toca la necesidad del rescate financiero, pero con ello ya vienen replanteamientos sobre el futuro de la unión y/o la permanencia de todos sus miembros.

Es importante seguir de cerca las reacciones de miembros importantes de la UEE, ya que eso nos irá dando una idea más exacta de cómo, cuándo y de qué magnitud será la crisis que se asoma.

En este caso, el parlamento británico se encuentra en profundo debate para decidir si se otorga el rescate directo que se tenía previsto por unos diez billones de libras, o definitivamente hacerse para atrás y autorizar la ayuda a través del Fondo Monetario Internacional, del cual son miembros, y así no incurrir en más riesgos.

No es para menos, desde 2009 la economía británica sufre realmente con inflación (aunque en los últimos meses ha descendido), desempleo y desmantelamiento de importantes industrias que han migrado a países con mano de obra más barata.

Es entonces una oportunidad de oro para los opositores del actual Conservador Primer Ministro, David Cameron, para lanzarse con todo a presionar para que no sean ellos quienes queden en una situación más comprometida al desprenderse de tanto dinero. No sólo eso, también están impulsando fuertemente la idea de desprenderse de una vez por todas de la Unión Europea, lo que sería un gran golpe a las aspiraciones de la Europa unificada por siempre.

Reza el dicho mexicano: “Primero mis dientes y luego mis parientes” y es así como muchos políticos en la Cámara de los Comunes están actuando para terminar lo que ellos consideran fue un error desde el principio.

No es poca cosa lo demandado por los miembros del partido laboral ya que un amplio sector de la población en el Reino Unido apoya la idea, basados en la experiencia de la última crisis que tanto golpeó a la isla británica y aunado a los malos pronósticos financieros, no sería raro ver pronto el desprendimiento de este prominente miembro.

Otros más moderados, recomiendan que la salida sea pero de Grecia y sugieren que ésta sea pacifica, para no agravar más la situación.

En lo que a México concierne, parece que las autoridades en la materia ya han leído la situación y se preparan para afrontarla como en 2009 y hay que reconocer que lo hicieron bien, esperemos que si sucede nuevamente lo vuelvan a lograr.

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