Creciente inflación restringe el crecimiento económico de México

La economía mexicana tiene una dependencia superior al 50 por ciento de granos básicos.

Dolores Acosta / El Sol de México


Ciudad de México.- El crecimiento económico se ve restringido por la creciente inflación, que es resultado de un problema estructural, ya que existe una oferta de alimentos rígida, insuficiente para satisfacer la demanda, por lo que los esfuerzos de las autoridades por controlar los precios al consumidor, "resultan estériles".

Así lo demuestra, el estudio "Riesgo de inflación por los altos precios de los alimentos", de la Coordinación de Análisis Macroeconómico Prospectivo (CAMP), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Agrega que los incrementos sin precedente de los precios internacionales de los alimentos registrados desde 2002, de acuerdo a diversos organismos internacionales (CEPAL, FAO, OCDE), "llegaron para quedarse".

En el caso de la economía mexicana, con una dependencia superior al 50 por ciento de granos básicos y para la cual, los alimentos tienen un peso importante en su Índice de Precios al Consumidor (INPC), de poca más de una quinta parte, lo anterior es una buena noticia "desde la perspectiva macroeconómica".

Ya que, la combinación de precios internacionales de los alimentos creciente y la dependencia alimentaria en una economía donde los alimentos tienen un peso importante en el INPC, "implica la potencial materialización de lo que se conoce como la restricción interna del crecimiento económico".

El análisis del CAMP resalta que la restricción se activa cuando, como consecuencia de los precios de los alimentos y de la demanda de los salarios por un mejor pago, se "inicia una espiral inflacionaria".

Mientras, la respuesta de las autoridades monetarias para combatir esta inflación ocurre por la vía tradicional, es decir, implementando una política monetaria contractiva.

Ello repercute en la demanda vía un a menor inversión con lo que el crecimiento económico se ve afectado negativamente.

El Informe hace notar que la relevancia en este contexto es el origen de la espiral inflacionaria.

Explica que esta espiral no inicia debido a un excedente de recursos en la economía, "mucho dinero cazando pocos bienes", sino se trata de un problema estructural, ya que existe una oferta de alimentos rígida, insuficiente para satisfacer la demanda. En este sentido, los esfuerzos de las autoridades por controlar la inflación resultan estériles.

En México, por lo anterior, es posible argumentar que la inflación reciente ha tenido y tiene un alto componente estructural.

Los expertos de CAMP puntualizaron que es indispensable revitalizar la productividad del campo mexicano hasta alcanzar la soberanía alimentaria.

Esto requiere, de un conjunto de políticas que van desde la implementación de precios de garantía hasta la comercialización, distribución y almacenamiento de los alimentos, sin olvidar políticas crediticias y de desarrollo de ciencia y tecnología aplicadas al campo, con mejores semillas y fertilizantes, entre otros puntos.

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