¿Cordero se hará un presupuesto a modo?

Rubén Cortés

Impulsado por Los Pinos como candidato del partido gobernante al 2012, Ernesto Cordero debe renunciar al cargo de secretario de Hacienda, porque de lo contrario hará un Presupuesto a modo para el próximo año, justo cuando competirá por la Presidencia.

Seguramente Cordero es hombre probo y un funcionario imparcial, pero tendrá en sus manos la posibilidad de distribuir los recursos según sus intereses políticos y… ya se sabe que para disipar una duda, cualquiera que sea, se necesita una acción: ¡que renuncie!

Sin contar que su destape en Palacio Nacional, avalado por 134 firmas de notables de su partido y la anuencia del Presidente de la República, empezó a erosionar su cargo desde el primer instante, pues sus despistes de antes tenían menos valor que los de ahora.

Porque decir el 21 de febrero pasado que con seis mil pesos de ingresos mensuales, una familia mexicana puede pagar casa, auto y escuela particular… no pasó de ser la declaración de un secretario en un mal día.

Ayer, tres meses después, dijo ante empresarios en San Luis Potosí, que “hace mucho que México dejó de ser un país pobre; es un país de renta media”. Esto ya lo dijo el candidato cuasi oficial a la presidencia. El desliz pesó más. Y sonó a aquéllo de “alábate pollo, que mañana te guisan”.

Sin embargo, lapsus de hombre inteligente aparte, lo más preocupante en Cordero es que siendo el aspirante señero del PAN a la candidatura presidencial desarrolle el Presupuesto que el gobierno enviará para su aprobación a la Cámara de Diputados.

En especial en un gobierno que no se ha preocupado por colocar a contralores que vigilen cómo se gastan 200 mil millones de pesos en 30 dependencias, algunas básicas como la propia Hacienda, Economía, Salud y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

El diputado verde ecologista Pablo Escudero alertó acerca de este desaseo que provoca dudas del destino de ese dinero en un año preelectoral, pues esos recursos son ejercidos en total opacidad, sin que sean verificados su uso y destino.

Hay cuatro secretarías de Estado que carecen de contralor interno: Hacienda, Economía, Salud y Gobernación. Y la dependencia que encabeza Cordero es la peor, ya que registra subejercicios y envío de estos fondos a fideicomisos especiales para poder utilizarse de manera discrecional.

Por ejemplo, el desaliño en Hacienda es similar al de Gobernación, donde, de acuerdo con Escudero, el secretario Francisco Blake utiliza los aviones oficiales como taxis aéreos y pasea en éstos a Gustavo Madero, presidente del PAN.

Pero en Blake nadie se fija porque ni pinta ni da color. En cambio, Cordero centra la atención de todos.

Porque es el candidato oficial.

Comentarios