Conago: Operativo Ebrard-2012

Carlos Ramírez / Indicador Político

Gracias al cargo de presidente en turno de la Conferencia Nacional de Gobernadores, Marcelo Ebrard tuvo sus quince minutos de gloria: Una exposición nacional mediática en televisión durante siete días para reportar los magros resultados del operativo nacional de seguridad; eso sí, el jefe de gobierno del DF aumentó su presencia en la república.

De ahí que la Conago haya puesto el Operativo Nacional en charola de plata a Marcelo Ebrard sólo para ayudarlo a posicionarse mediáticamente cerca de López Obrador en la competencia por la candidatura presidencial del PRD. La Conago se prestó ingenuamente a una estrategia electoral de Ebrard, porque al final de cuentas el operativo fue un fracaso en materia de seguridad. Pero Ebrard ganó en dos puntos: La pantalla de televisión una semana para informar del arresto del algunos raterillos y apropiarse de la bandera de la seguridad pública para meterla como tema de su campaña presidencial.

Así, el Operativo Nacional Ebrard-2012 de la Conago eludió entrarle de lleno a los tres problemas más serios de la inseguridad: La articulación de las policías estatales y municipales con las bandas delincuenciales, la integración de la delincuencia en un verdadero crimen organizado y los cárteles de la droga como el asunto social número uno. Y a ello se debe agregar la existencia de una violencia social en comunidades urbanas-rurales donde existe la justicia por propia mano ante la incapacidad de las fuerzas de seguridad estatales.

La complicidad policías-delincuentes fue marginada, a pesar de ser el conflicto más grave. En Nuevo León, por ejemplo, la IV región militar de la Secretaría de la Defensa Nacional logró detener --en la semana del Operativo Ebrard-2012 de la Conago-- a una de las bandas colaterales más importantes de un cártel de la droga: Los vendedores ambulantes, quienes ya no eran activo de grupos políticos sino que formaban parte de su estructura. En el Operativo Ebrard-2012 de la Conago en el DF, nada hizo la policía para revisar a los vendedores ambulantes ante la sospecha de pertenecer ya a cárteles y de todos modos formar un cártel por sí mismo por el uso de sus puestos para vender mercancía robada, inclusive con la percepción de que los ambulantes están cometiendo delitos criminales; en el DF, los ambulantes son intocables.

El Operativo Ebrard-2012 en el DF nada hizo contra las bandas de robo de autos, contra los ambulantes que venden artículos robados, contra vendedores al menudeo de droga; eso sí, se vieron abusivamente policías con armas largas subirse a microbuses a imponer su fuerza, pero sin pensar que en un conflicto en el estrecho espacio del micro pudo desatar una tragedia. Asimismo, Ebrard detuvo a algunos raterillos de Tepito pero sin atreverse a meterse de lleno contra el cártel de Tepito. Y nada, pero absolutamente nada, hizo para limpiar el Dodge City de la delincuencia capitalina que representa Iztapalapa.

Ebrard aparecía en las imágenes por televisión como si fuera el Sheriff Nacional atendiendo gente, dando órdenes, tratando de venderse como el policía alternativo al operativo de las fuerzas federales de seguridad que sí han desarticulado a las bandas criminales serias, las que matan, las que controlan, no los raterillos que Ebrard quiso vender como los capos de barriada. El segundo día del operativo el ejército detuvo a toda la policía municipal del municipio de Zuazua, en Nuevo León, por estar al servicio del narco, esos polis que estaban en el Operativo Ebrard-2012. Y en Monterrey los policías estatales en el operativo se dedicaron a asaltar a ciudadanos con el pretexto de revisar si eran narcos o tenía armas.

La tomadura de pelo del Operativo Nacional Ebrard-2012 de la Conago debiera avergonzar a los gobernadores porque el problema de seguridad no está en las calles con los raterillos sino en el poder de los cárteles para corromper a las policías estatales y municipales. El problema de la inseguridad en el DF se localiza ya en el tráfico de drogas para trasiego, venta y sobre todo consumo al menudeo; y se trata, aunque las autoridades se nieguen a aceptarlo, de un asunto de fuero común, es decir, de las autoridades capitalinas. Y el Operativo Ebrard-2012 no atrapó ya no se diga a una banda de narcomenudistas, sino a algún narcomenudista despistado; ni a uno.

La intención oficial del Operativo Nacional Ebrard-2012 de la Conago tenía la intención de desplazar la estrategia federal de lucha contra la inseguridad; sin embargo, ese operativo de la Conago eludió a la delincuencia vinculada al narcotráfico, aunque la penetración de los cárteles en las plazas estatales y municipales sólo pudo lograrse por la complicidad o miedo de las policías y funcionarios de esos niveles.

Por lo demás, el saldo de detenidos en el Operativo Ebrard-2012 de la Conago ofrece cifras sin comprobar de raterillos detenidos, alguna pistola decomisada y cualquier orden de aprehensión sin ejercer. Es decir, se trata de delitos de responsabilidad directa y cotidiana de las autoridades estatales; por tanto, el número de detenidos por el operativo prueba sencillamente la incapacidad de las policías para cumplir cotidianamente con su función de proteger a la sociedad, debido a que se trataba de violaciones típicas de la ley.

¿Por qué los gobernantes de la Conago no hicieron antes operativos similares? Sólo cuando inventaron un operativo con efectos mediáticos decidieron los gobernadores, y de manera sobresaliente el jefe de gobierno del DF, cumplir con su obligación primera: Defender a la ciudadanía de los delincuentes; es decir, sólo cuando existe una capitalización mediática los gobernantes estatales se desperezaron de su pasividad para hacer su tarea fundamental. Luego de cuatro y medio años de jefe de gobierno, en los que la inseguridad subió 30% en el DF, Ebrard decidió ahora sí combatir a la delincuencia.

De ahí que los gobernadores de la república tienen mucho que explicar hoy que presenten la evaluación del Operativo Nacional Ebrard-2012 y responder a dos preguntas: ¿Por qué hasta ahora? y ¿por qué tan paupérrimos resultados?

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