Francisco Rodríguez / Índice Político
Felipe Calderón tampoco pudo concretar una alianza de su PAN con el PRD en Coahuila, con la cual pretendía cobijar la aspiración de su compadre el senador Guillermo Anaya de ganar la gubernatura. Éste va prácticamente solo en las boletas, pues nada más le acompaña un partido estatal cuyas siglas son UDC.
Bien arropado, en cambio, el priísta Rubén Moreira Valdez llega al día de los comicios no sólo a la cabeza de las preferencias electorales, también acompañado por el Partido Verde, Nueva Alianza tanto como por el PSD y el PPC, otros dos partidos de índole local.
Genaro Fuantos Sánchez es el candidato –casi casi testimonial– perredista. Y en la boleta aparecerá también como opción el candidato repetidor, ahora con las siglas del PT-Convergencia, Jesús González Schmal.
Para no variar, en Coahuila privó la guerra sucia. Un experto en estas lides –remember su protagónico activismo en el desafuero de Andrés Manuel López Obrador, en el 2005–, el ahora senador Federico Döring fue otra vez el ariete empleado por el panismo para enlodar el proceso, a partir de denuncias mediáticas y ante la PGR en contra de un colaborador de Humberto Moreira, hermano del candidato priísta y, como usted sabe, dirigente nacional del tricolor.
Los priístas dieron tímida respuesta denunciando, semanas después, la adquisición a precio de ganga de un inmenso predio ganadero por parte de la esposa del candidato panista Anaya, también comadre de Felipe Calderón.
Los dimes y diretes, empero, no consiguieron mellar siquiera la amplia ventaja que, de acuerdo a las más diversas y variadas encuestas, acumula Rubén Moreira aún desde antes de que diera inicio el proceso electoral.
Una muy representativa, levantada por Covarrubias y Asociados, augura una ventaja de 69 por ciento de intención del voto a favor de Moreira, en tanto a Anaya le asigna poco más –26%– de un cuarto de la votación.
De resultar ciertos los pronósticos, tres partidos nacionales podrían perder su registro en Coahuila: el PRD, cuyo candidato Fuantos apenas alcanzaría el uno por ciento de los sufragios emitidos, lo mismo que el PT y Convergencia, pues González Schmal también obtendría el mismo porcentaje de la votación.
En muy buena medida, la alta votación que Rubén Moreira pudiera recibir en Coahuila sería producto de la gestión de su hermano Humberto Moreira en la gubernatura. Un mandato que, hasta diciembre del año anterior, fue “de la gente”, cual rezara el lema empleado para promover las acciones y las políticas de esa reciente Administración. Populista, dirían algunos. Popular, corregirían otros.
Evidentemente, dichas acciones y políticas concitaron el rechazo y hasta el repudio de quienes a sí mismo se califican cual “gente de bien” –panistas, claro, pero también patronos afiliados a las cámaras y aún a sindicatos, cual la Coparmex–, tanto como a quienes viven en la marginalidad.
Dicha polarización ha llevado a calificar a los dos principales candidatos cual ligado al narcotráfico, el panista, o a la corrupción, el priísta. En ese tono, alejado de las verdaderas propuestas, se ha desarrollado la campaña electoral.
Pero, amén de ese gobierno popular o populista, si usted quiere, Humberto Moreira concitó apoyos de las mayorías populares al encarar a la Federación representada en distintos momentos por Vicente Fox y, ahora, por Felipe Calderón. Entendió, interpretó y expresó así un viejo resentimiento de los habitantes de prácticamente todo el norte del territorio nacional, quienes ven al “Centro” cual el causante de muchas de las desgracias que se padecen en sus localidades.
Con el primero, tras el accidente industrial en la mina Pasta de Conchos, al revelar que Fox le había pedido inculpar, sin razón alguna, al sindicato encabezado por Napoleón Gómez Urrutia, descargando así de la verdadera responsabilidad al Grupo México del tycoon Germán Larrea. Con el segundo, demandándole una verdadera estrategia en su guerra en contra del narco, y recriminándole la otra guerra, la sucia, en contra del PRI, lo que evidentemente irritaba al michoacano.
Rubén Moreira va en caballo de hacienda.
Sólo una verdadera sorpresa o un golpe bajo podría desbarrancar su galope hacia el palacio rosado de Saltillo.
Índice Flamígero: El Fiscal General de Coahuila, Jesús Torres Charles, aseveró que esta entidad es la “única” del país que reconoce cifras oficiales de hechos delictivos. Ante el último reporte de 227 desaparecidos en lo que va del año, enfatizó que se debe a que son datos reales. “Somos el único estado donde vemos que sí pasan cosas, yo podría decir que hay cero desaparecidos como en el resto del país y decir mentiras como en el resto del país”. Expuso que en Coahuila se han hecho propuestas, y creado programas para llevar mejor los casos. Por ejemplo el establecimiento de la Fiscalía Especializada en Atención a Personas Desaparecidas que da cifras oficiales, además el estado propuso la creación nacional de una base de datos de desaparecidos durante la Conferencia Nacional de Procuración Justicia. “Incluso somos el único estado donde sus gobernadores y autoridades han atendido varias veces a los familias de desaparecidos” dijo.
Felipe Calderón tampoco pudo concretar una alianza de su PAN con el PRD en Coahuila, con la cual pretendía cobijar la aspiración de su compadre el senador Guillermo Anaya de ganar la gubernatura. Éste va prácticamente solo en las boletas, pues nada más le acompaña un partido estatal cuyas siglas son UDC.
Bien arropado, en cambio, el priísta Rubén Moreira Valdez llega al día de los comicios no sólo a la cabeza de las preferencias electorales, también acompañado por el Partido Verde, Nueva Alianza tanto como por el PSD y el PPC, otros dos partidos de índole local.
Genaro Fuantos Sánchez es el candidato –casi casi testimonial– perredista. Y en la boleta aparecerá también como opción el candidato repetidor, ahora con las siglas del PT-Convergencia, Jesús González Schmal.
Para no variar, en Coahuila privó la guerra sucia. Un experto en estas lides –remember su protagónico activismo en el desafuero de Andrés Manuel López Obrador, en el 2005–, el ahora senador Federico Döring fue otra vez el ariete empleado por el panismo para enlodar el proceso, a partir de denuncias mediáticas y ante la PGR en contra de un colaborador de Humberto Moreira, hermano del candidato priísta y, como usted sabe, dirigente nacional del tricolor.
Los priístas dieron tímida respuesta denunciando, semanas después, la adquisición a precio de ganga de un inmenso predio ganadero por parte de la esposa del candidato panista Anaya, también comadre de Felipe Calderón.
Los dimes y diretes, empero, no consiguieron mellar siquiera la amplia ventaja que, de acuerdo a las más diversas y variadas encuestas, acumula Rubén Moreira aún desde antes de que diera inicio el proceso electoral.
Una muy representativa, levantada por Covarrubias y Asociados, augura una ventaja de 69 por ciento de intención del voto a favor de Moreira, en tanto a Anaya le asigna poco más –26%– de un cuarto de la votación.
De resultar ciertos los pronósticos, tres partidos nacionales podrían perder su registro en Coahuila: el PRD, cuyo candidato Fuantos apenas alcanzaría el uno por ciento de los sufragios emitidos, lo mismo que el PT y Convergencia, pues González Schmal también obtendría el mismo porcentaje de la votación.
En muy buena medida, la alta votación que Rubén Moreira pudiera recibir en Coahuila sería producto de la gestión de su hermano Humberto Moreira en la gubernatura. Un mandato que, hasta diciembre del año anterior, fue “de la gente”, cual rezara el lema empleado para promover las acciones y las políticas de esa reciente Administración. Populista, dirían algunos. Popular, corregirían otros.
Evidentemente, dichas acciones y políticas concitaron el rechazo y hasta el repudio de quienes a sí mismo se califican cual “gente de bien” –panistas, claro, pero también patronos afiliados a las cámaras y aún a sindicatos, cual la Coparmex–, tanto como a quienes viven en la marginalidad.
Dicha polarización ha llevado a calificar a los dos principales candidatos cual ligado al narcotráfico, el panista, o a la corrupción, el priísta. En ese tono, alejado de las verdaderas propuestas, se ha desarrollado la campaña electoral.
Pero, amén de ese gobierno popular o populista, si usted quiere, Humberto Moreira concitó apoyos de las mayorías populares al encarar a la Federación representada en distintos momentos por Vicente Fox y, ahora, por Felipe Calderón. Entendió, interpretó y expresó así un viejo resentimiento de los habitantes de prácticamente todo el norte del territorio nacional, quienes ven al “Centro” cual el causante de muchas de las desgracias que se padecen en sus localidades.
Con el primero, tras el accidente industrial en la mina Pasta de Conchos, al revelar que Fox le había pedido inculpar, sin razón alguna, al sindicato encabezado por Napoleón Gómez Urrutia, descargando así de la verdadera responsabilidad al Grupo México del tycoon Germán Larrea. Con el segundo, demandándole una verdadera estrategia en su guerra en contra del narco, y recriminándole la otra guerra, la sucia, en contra del PRI, lo que evidentemente irritaba al michoacano.
Rubén Moreira va en caballo de hacienda.
Sólo una verdadera sorpresa o un golpe bajo podría desbarrancar su galope hacia el palacio rosado de Saltillo.
Índice Flamígero: El Fiscal General de Coahuila, Jesús Torres Charles, aseveró que esta entidad es la “única” del país que reconoce cifras oficiales de hechos delictivos. Ante el último reporte de 227 desaparecidos en lo que va del año, enfatizó que se debe a que son datos reales. “Somos el único estado donde vemos que sí pasan cosas, yo podría decir que hay cero desaparecidos como en el resto del país y decir mentiras como en el resto del país”. Expuso que en Coahuila se han hecho propuestas, y creado programas para llevar mejor los casos. Por ejemplo el establecimiento de la Fiscalía Especializada en Atención a Personas Desaparecidas que da cifras oficiales, además el estado propuso la creación nacional de una base de datos de desaparecidos durante la Conferencia Nacional de Procuración Justicia. “Incluso somos el único estado donde sus gobernadores y autoridades han atendido varias veces a los familias de desaparecidos” dijo.
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