Apro
Los cárteles mexicanos del narcotráfico no sólo se abastecen de armamento en Estados Unidos, ahora también Centroamérica les representa un nuevo mercado para surtirse, denunció David Munguía, ministro de Defensa salvadoreño.
En una entrevista concedida al Canal 33 de la televisión salvadoreña, el general sostuvo que “los cárteles que operan en el sur de México -y también los que operan en Guatemala-, están tratando de abastecerse de armamento del área centroamericana”.
Detalló que los cárteles que dominan la parte norte de México se surten de armamento de Estados Unidos, pero también han establecido en Centroamérica una línea de retaguardia para su aprovisionamiento de poder de fuego.
Ese fenómeno, indicó Murguía Payés, obliga a una urgente respuesta regional “pues el crimen organizado, el narcotráfico, las pandillas tienen tantos recursos que los Estados se ven con muchas dificultades para poder contrarrestar su accionar”.
El ministro salvadoreño reveló incluso que el servicio de inteligencia militar desbarató el lunes pasado la venta de tres fusiles M-16, mochilas y uniformes, a cárteles de la droga en Guatemala.
“Algunos civiles querían comprar fusiles y estos civiles son los que proveen de armamento a algunos grupos delincuenciales en Guatemala. Nosotros creemos que están relacionados con los cárteles de la droga y, específicamente, con Los Zetas”, apuntó.
Las armas fueron encontradas al interior de un vehículo que conducía una oficial que había desertado del Ejército en diciembre de 2010.
Un ingeniero, el supuesto comprador de las armas, fue detenido en la acción.
Ambos fueron arrestados cuando salían en vehículos diferentes de un centro comercial de la capital salvadoreña.
De acuerdo con el general Munguía, el incidente ocurrió cuatro días después de que el Ejército detuviera a dos suboficiales y cuatro soldados que pretendían robar mil 812 granadas de mano para venderlas al crimen organizado, las pandillas y narcotraficantes en Guatemala.
Finalmente, resaltó que el Ejército salvadoreño reforzó su servicio de inteligencia desde 2009, luego de la desaparición de tres fusiles M-16 del comando de fuerzas especiales. Un capitán en retiro se declaró culpable de terrorismo el mes pasado en Virginia, Estados Unidos, por intentar vender esas armas a las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los cárteles mexicanos del narcotráfico no sólo se abastecen de armamento en Estados Unidos, ahora también Centroamérica les representa un nuevo mercado para surtirse, denunció David Munguía, ministro de Defensa salvadoreño.
En una entrevista concedida al Canal 33 de la televisión salvadoreña, el general sostuvo que “los cárteles que operan en el sur de México -y también los que operan en Guatemala-, están tratando de abastecerse de armamento del área centroamericana”.
Detalló que los cárteles que dominan la parte norte de México se surten de armamento de Estados Unidos, pero también han establecido en Centroamérica una línea de retaguardia para su aprovisionamiento de poder de fuego.
Ese fenómeno, indicó Murguía Payés, obliga a una urgente respuesta regional “pues el crimen organizado, el narcotráfico, las pandillas tienen tantos recursos que los Estados se ven con muchas dificultades para poder contrarrestar su accionar”.
El ministro salvadoreño reveló incluso que el servicio de inteligencia militar desbarató el lunes pasado la venta de tres fusiles M-16, mochilas y uniformes, a cárteles de la droga en Guatemala.
“Algunos civiles querían comprar fusiles y estos civiles son los que proveen de armamento a algunos grupos delincuenciales en Guatemala. Nosotros creemos que están relacionados con los cárteles de la droga y, específicamente, con Los Zetas”, apuntó.
Las armas fueron encontradas al interior de un vehículo que conducía una oficial que había desertado del Ejército en diciembre de 2010.
Un ingeniero, el supuesto comprador de las armas, fue detenido en la acción.
Ambos fueron arrestados cuando salían en vehículos diferentes de un centro comercial de la capital salvadoreña.
De acuerdo con el general Munguía, el incidente ocurrió cuatro días después de que el Ejército detuviera a dos suboficiales y cuatro soldados que pretendían robar mil 812 granadas de mano para venderlas al crimen organizado, las pandillas y narcotraficantes en Guatemala.
Finalmente, resaltó que el Ejército salvadoreño reforzó su servicio de inteligencia desde 2009, luego de la desaparición de tres fusiles M-16 del comando de fuerzas especiales. Un capitán en retiro se declaró culpable de terrorismo el mes pasado en Virginia, Estados Unidos, por intentar vender esas armas a las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
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