AFP
La caravana contra la violencia que encabeza el poeta mexicano Javier Sicilia seguía el miércoles su recorrido por estados fronterizos con Estados Unidos, antes de culminar el sábado en El Paso, Texas, con un acuerdo para pedir a ambos países un cambio en la lucha contra el narcotráfico.
La marcha continuó el miércoles por Nuevo León, Coahuila y Chihuahua, algunos de los estados más afectados por la lucha del narcotráfico en el país.
La caravana concluirá con una manifestación en la estadounidense El Paso, donde organizaciones ciudadanas de ambos países pedirán al gobierno mexicano "desmilitarizar las calles" y al de Estados Unidos frenar el tráfico de armas y de dinero en efectivo a territorio mexicano, entre otros puntos.
"Estrategias hechas con las vísceras provocan 40.000 muertos", aseguró Sicilia en una de las paradas de la caravana -compuesta por 10 autobuses y decenas de automóviles-, refiriéndose al saldo de los choques entre narcos y a enfrentamientos con las fuerzas armadas. Unas 34.600 personas fueron asesinadas entre diciembre de 2006 y diciembre de 2010, según cifras oficiales.
Casi al mismo tiempo en que el contingente llegaba el martes a Monterrey, en Nuevo León, un comando asesinó a 13 enfermos en un centro de rehabilitación de adictos a las drogas y al alcohol en Torreón, Coahuila.
El programa de la caravana contemplaba regresar el miércoles a Torreón, donde la guerra entre los cárteles de la droga dejó en 2009 varias matanzas en bares, tres de ellas con más de 30 muertos, perpetradas por reos que salían por las noches de una cárcel con el permiso de la directora del penal para matar.
El poeta, cuyo hijo Juan Francisco fue asesinado en marzo junto a otras seis personas, fue recibido la noche del martes en Monterrey por unos 500 simpatizantes que gritaron consignas contra la guerra que azota la ciudad de 1,2 millones de habitantes desde principios de 2010 por las sangrientas venganzas entre el cártel del Golfo y sus antiguos aliados Los Zetas.
Esa noche, los integrantes de la manifestación acompañaron a Sicilia hasta la fiscalía de Nuevo León, cuya capital es Monterrey, para llevar 23 expedientes de víctimas de la guerra contra el narcotráfico. La dependencia se comprometió a ofrecer resultados en una semana sobre estos casos, indicó el poeta.
Después de hacer escala en Torreón, los marchantes continuarán hacia Chihuahua, capital del estado homónimo, donde se expresarán contra el acoso a defensores de derechos humanos y recordarán el asesinato en diciembre de Marisela Escobedo cuando pedía justicia por el homicidio de su hija frente a las instalaciones del gobierno estatal.
El jueves continuarán hacia Ciudad Juárez, considerada la ciudad más violenta de México, para ofrecer un acto conmemorativo en un barrio de trabajadores, donde en enero de 2010 hubo una masacre de jóvenes en una fiesta estudiantil que conmovió a la sociedad mexicana.
Sicilia, quien despertó un movimiento ciudadano tras el asesinato de su hijo, logró movilizar en mayo a unos 80.000 manifestantes en la capital mexicana.
La caravana empezó el sábado en Cuernavaca (centro) un recorrido hacia el norte del país trazando una ruta que describe la geografía "del dolor" por los muertos que han dejado las pugnas de los cárteles de la droga, combatidos por el gobierno del presidente Felipe Calderón con unos 50.000 militares desde diciembre de 2006.
La caravana contra la violencia que encabeza el poeta mexicano Javier Sicilia seguía el miércoles su recorrido por estados fronterizos con Estados Unidos, antes de culminar el sábado en El Paso, Texas, con un acuerdo para pedir a ambos países un cambio en la lucha contra el narcotráfico.
La marcha continuó el miércoles por Nuevo León, Coahuila y Chihuahua, algunos de los estados más afectados por la lucha del narcotráfico en el país.
La caravana concluirá con una manifestación en la estadounidense El Paso, donde organizaciones ciudadanas de ambos países pedirán al gobierno mexicano "desmilitarizar las calles" y al de Estados Unidos frenar el tráfico de armas y de dinero en efectivo a territorio mexicano, entre otros puntos.
"Estrategias hechas con las vísceras provocan 40.000 muertos", aseguró Sicilia en una de las paradas de la caravana -compuesta por 10 autobuses y decenas de automóviles-, refiriéndose al saldo de los choques entre narcos y a enfrentamientos con las fuerzas armadas. Unas 34.600 personas fueron asesinadas entre diciembre de 2006 y diciembre de 2010, según cifras oficiales.
Casi al mismo tiempo en que el contingente llegaba el martes a Monterrey, en Nuevo León, un comando asesinó a 13 enfermos en un centro de rehabilitación de adictos a las drogas y al alcohol en Torreón, Coahuila.
El programa de la caravana contemplaba regresar el miércoles a Torreón, donde la guerra entre los cárteles de la droga dejó en 2009 varias matanzas en bares, tres de ellas con más de 30 muertos, perpetradas por reos que salían por las noches de una cárcel con el permiso de la directora del penal para matar.
El poeta, cuyo hijo Juan Francisco fue asesinado en marzo junto a otras seis personas, fue recibido la noche del martes en Monterrey por unos 500 simpatizantes que gritaron consignas contra la guerra que azota la ciudad de 1,2 millones de habitantes desde principios de 2010 por las sangrientas venganzas entre el cártel del Golfo y sus antiguos aliados Los Zetas.
Esa noche, los integrantes de la manifestación acompañaron a Sicilia hasta la fiscalía de Nuevo León, cuya capital es Monterrey, para llevar 23 expedientes de víctimas de la guerra contra el narcotráfico. La dependencia se comprometió a ofrecer resultados en una semana sobre estos casos, indicó el poeta.
Después de hacer escala en Torreón, los marchantes continuarán hacia Chihuahua, capital del estado homónimo, donde se expresarán contra el acoso a defensores de derechos humanos y recordarán el asesinato en diciembre de Marisela Escobedo cuando pedía justicia por el homicidio de su hija frente a las instalaciones del gobierno estatal.
El jueves continuarán hacia Ciudad Juárez, considerada la ciudad más violenta de México, para ofrecer un acto conmemorativo en un barrio de trabajadores, donde en enero de 2010 hubo una masacre de jóvenes en una fiesta estudiantil que conmovió a la sociedad mexicana.
Sicilia, quien despertó un movimiento ciudadano tras el asesinato de su hijo, logró movilizar en mayo a unos 80.000 manifestantes en la capital mexicana.
La caravana empezó el sábado en Cuernavaca (centro) un recorrido hacia el norte del país trazando una ruta que describe la geografía "del dolor" por los muertos que han dejado las pugnas de los cárteles de la droga, combatidos por el gobierno del presidente Felipe Calderón con unos 50.000 militares desde diciembre de 2006.
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