José Gil Olmos
En su primer acto de resistencia civil, integrantes de la Caravana de la paz encabezada por el poeta Javier Sicilia realizaron una marcha y un mitin a la medianoche en la procuraduría del estado, para exigir que se resuelvan 41 casos de desapariciones en los últimos tres años.
La caravana emplazó al procurador Adrián de la Garza, quien se comprometió ante las familias a dar respuesta a nueve casos en una semana y los otros 32 en un mes, para lo cual habrá una comisión de seguimiento.
De manera inusual, en esta ciudad, que en el último año registra seis muertes diarias por el crimen organizado, la caravana realizó a la medianoche la marcha y el mitin en las instalaciones de la procuraduría, el cual duró hasta las dos de la madrugada.
En la reunión con el procurador participaron el poeta Javier Sicilia y las familias de los desaparecidos que dijeron que la Caravana logró lo que en cuatro años ellos no pudieron: emplazar a las autoridades a dar una respuesta a su demanda de justicia.
La presencia de la caravana en Monterrey fue inusual, más con el miedo que sufre esta ciudad y sus municipios que a las siete de la noche se han impuesto un auto toque de queda que se observa en calles y avenidas solas.
Desde hace un año y medio se ha desatado una lucha entre varios cárteles e incluso kilómetros antes de entrar a la ciudad, en una montaña esta inscrita una "Z" con la cual los Zetas han marcado su territorio.
Una muestra de la violencia es que en el mismo día en que entró la caravana se registraron nueve asesinatos.
Los testimonios de la gente de la calle y de taxistas es que hay zonas de Monterrey y área urbana donde los Zetas tienen el control completo y cobran 300 pesos como impuesto o "derecho de piso" bajo la amenaza de que sino cumplen los "tablean" con una paleta de madera bajándoles los pantalones.
El dominio del crimen organizado es tan evidente que desde que la caravana entró a Monterrey por el municipio de Santa Catarina, un grupo de "halcones" se encontraba apostado en tres autos reportando el movimiento y en la noche otros más interrogaron a reporteros sobre el lugar en que se hospedarían los caravaneros.
Y es que el contingente de 13 autobuses que integra la caravana se hospedó en la escuela Bernardo A. Paussett del municipio de Santa Catarina el cual, según su directora María José Martínez, es una "jaula de oro" en medio del territorio controlado por bandas del crimen organizado.
En entrevista la directora, quien dijo haber participado en las comunidades eclesiales de base en la década de los noventa, mencionó que hace cinco meses hubo un enfrentamiento entre soldados y narcotraficantes y cuando terminó, los criminales interrogaron por varias horas a los alumnos de primaria y secundaria.
Señaló que la escuela está protegida por policías privados no armados y no por los del municipio, a quienes no se les tiene confianza.
La directora dijo que hay problemas de drogadicción en la escuela y también de violencia.
Recordó que un alumno de segundo de secundaria antes de entrar entierra su navaja la cual recupera al salir porque les ha dicho que hay bandas que lo tienen amenazado.
En esta escuela, Javier Sicilia dio una conferencia antes de salir de Monterrey a Torreón donde ayer fueron ejecutados 10 jóvenes en un centro de rehabilitación. Dijo que es evidente que en el norte del país los agravios son más fuertes y que hay más miedo.
Confió en que la caravana no sufra ningún atentado rumbo a Torreón y luego a Chihuahua, pidió a la gente unidad y romper el miedo para presionar a que las autoridades hagan su trabajo.
Sostuvo que la caravana no se parará y llegara a Ciudad Juárez para firmar el Pacto por la Paz el viernes 10 de junio.
En su primer acto de resistencia civil, integrantes de la Caravana de la paz encabezada por el poeta Javier Sicilia realizaron una marcha y un mitin a la medianoche en la procuraduría del estado, para exigir que se resuelvan 41 casos de desapariciones en los últimos tres años.
La caravana emplazó al procurador Adrián de la Garza, quien se comprometió ante las familias a dar respuesta a nueve casos en una semana y los otros 32 en un mes, para lo cual habrá una comisión de seguimiento.
De manera inusual, en esta ciudad, que en el último año registra seis muertes diarias por el crimen organizado, la caravana realizó a la medianoche la marcha y el mitin en las instalaciones de la procuraduría, el cual duró hasta las dos de la madrugada.
En la reunión con el procurador participaron el poeta Javier Sicilia y las familias de los desaparecidos que dijeron que la Caravana logró lo que en cuatro años ellos no pudieron: emplazar a las autoridades a dar una respuesta a su demanda de justicia.
La presencia de la caravana en Monterrey fue inusual, más con el miedo que sufre esta ciudad y sus municipios que a las siete de la noche se han impuesto un auto toque de queda que se observa en calles y avenidas solas.
Desde hace un año y medio se ha desatado una lucha entre varios cárteles e incluso kilómetros antes de entrar a la ciudad, en una montaña esta inscrita una "Z" con la cual los Zetas han marcado su territorio.
Una muestra de la violencia es que en el mismo día en que entró la caravana se registraron nueve asesinatos.
Los testimonios de la gente de la calle y de taxistas es que hay zonas de Monterrey y área urbana donde los Zetas tienen el control completo y cobran 300 pesos como impuesto o "derecho de piso" bajo la amenaza de que sino cumplen los "tablean" con una paleta de madera bajándoles los pantalones.
El dominio del crimen organizado es tan evidente que desde que la caravana entró a Monterrey por el municipio de Santa Catarina, un grupo de "halcones" se encontraba apostado en tres autos reportando el movimiento y en la noche otros más interrogaron a reporteros sobre el lugar en que se hospedarían los caravaneros.
Y es que el contingente de 13 autobuses que integra la caravana se hospedó en la escuela Bernardo A. Paussett del municipio de Santa Catarina el cual, según su directora María José Martínez, es una "jaula de oro" en medio del territorio controlado por bandas del crimen organizado.
En entrevista la directora, quien dijo haber participado en las comunidades eclesiales de base en la década de los noventa, mencionó que hace cinco meses hubo un enfrentamiento entre soldados y narcotraficantes y cuando terminó, los criminales interrogaron por varias horas a los alumnos de primaria y secundaria.
Señaló que la escuela está protegida por policías privados no armados y no por los del municipio, a quienes no se les tiene confianza.
La directora dijo que hay problemas de drogadicción en la escuela y también de violencia.
Recordó que un alumno de segundo de secundaria antes de entrar entierra su navaja la cual recupera al salir porque les ha dicho que hay bandas que lo tienen amenazado.
En esta escuela, Javier Sicilia dio una conferencia antes de salir de Monterrey a Torreón donde ayer fueron ejecutados 10 jóvenes en un centro de rehabilitación. Dijo que es evidente que en el norte del país los agravios son más fuertes y que hay más miedo.
Confió en que la caravana no sufra ningún atentado rumbo a Torreón y luego a Chihuahua, pidió a la gente unidad y romper el miedo para presionar a que las autoridades hagan su trabajo.
Sostuvo que la caravana no se parará y llegara a Ciudad Juárez para firmar el Pacto por la Paz el viernes 10 de junio.
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