Calderón: con el PRI hubo masacres y desapariciones

Claudia Herrera Beltrán

El presidente Felipe Calderón Hinojosa acusó al PRI de haber encabezado un régimen autocrático, de un solo partido, que masacraba estudiantes y desaparecía oponentes.

Orador en la ceremonia de graduación de 4 mil estudiantes de la Universidad de Stanford, el Ejecutivo comentó que un día terminó por decir ya basta a su padre (Luis Calderón Vega), frustrado por los abusos de poder que se cometían y porque sus esfuerzos resultaban inútiles frente a los votos y victorias que le robaban a su partido, el PAN.

Pero se enorgulleció de haber seguido el consejo de su padre con esta cruzada heroica y utópica, ya que finalmente hubo una transformación en México y contra todo pronóstico él fue elegido Presidente en 2006.

Se refirió a la época en que el Partido Revolucionario Institucional tenía el poder presidencial, pero lo hizo sin mencionar a esa fuerza política por su nombre: “Durante décadas ese solo partido controlaba todo: lo que se le permitía decir a los medios, lo que debían enseñar en las escuelas, qué conciertos de rock se permitían, todo… cuando los estudiantes, como ustedes, protestaban, eran masacrados; muchos opositores al régimen fueron desaparecidos.”

Tras ser presentado, el mandatario comenzó por invitar a los jóvenes a abrazar sus ideales y a luchar por ellos con todo el corazón, a defender sus principios de cara a la adversidad. Para ilustrarlo contó su experiencia personal y dijo que cuando él tenía la edad de esta generación de graduados, en México había un régimen autocrático (donde) todos los gobernadores estatales y todos los senadores eran del mismo partido.

Contó que pese a todo permaneció viva la esperanza de alcanzar una democracia. Relató que su padre organizó en Morelia a la oposición en épocas muy difíciles en que mis hermanos, mi hermana y yo íbamos con nuestro padre en nuestra cruzada heroica y utópica.

Agregó: “Paso por paso la fuerza de la democracia empezó a crecer; lamentablemente el fraude electoral también creció y un día yo dije: basta. Lleno de ira al abuso tan frustrante de poder acudí a mi padre y me quejé de que nuestros esfuerzos eran inútiles. ¿Por qué tanto esfuerzo si a la gente no le importa?, y cuando sí le importa, el gobierno nos roba los votos y las victorias; entonces ¿qué caso tiene, papá? Y él me dijo: ‘Entiendo tu enojo, pero esto lo estamos haciendo porque es nuestro deber moral ante el país”’.

Relató que su padre también le advirtió que quizá nunca llegarían a ver a nadie de su partido como Presidente de la República o gobernador, pero era la única manera de cambiar pacíficamente a México.

Calderón comentó que su padre falleció antes de la transformación profunda del país hacia la democracia y varios años después (en 2006) lo eligieron Presidente. Como nunca pudo agradecer esos consejos, dijo a los estudiantes: Jamás, jamás dejen de defender sus ideas y sus sueños, crean y luchen por algo que puedan dejar de legado, para luego pedirles que abracen las cosas y no abandonen lo que creen.

Se refirió brevemente a su lucha contra la criminalidad cuando propuso enfrentar varios desafíos, entre ellos la delincuencia organizada y el mercado de drogas ilegales, combinado con el insaciable deseo detrás del negocio de las armas que cuesta demasiadas vidas jóvenes.

Remató su discurso con la invitación a los graduados a buscar activamente la felicidad y el disfrute de la vida.

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