Andy Novell F.
Durante una plática informal con autoridades federales encargadas de crear las acciones contra el crimen organizado, manifestaban un inquietud en la lucha contra el narcotráfico que se lleva a cabo en México, esta inquietud es la transformación de las organizaciones criminales y sus delitos.
Del trasiego de droga pasaron al secuestro, cobro de piso, robo a transporte de carga, camionetas de valores y otros más; sin embargo en los últimos cinco años se ha detectado que las células del narco están levantando, secuestrando tanto a campesinos como trabajadores de la construcción en Nuevo León, Chihuahua, Tamaulipas para utilizarlos en la edificación de narcotúneles, casas de seguridad y narcolaboratorios.
Uno de los casos más representativos se dio en agosto del 2009 cuando el Ejército mexicano descubrió el narcolaboratorio más grande del país, ubicado en la zona conocida como las trancas municipio de Tamazula, Durango y perteneciente al cártel del Pacífico o Sinaloa.
Dicho narcolaboratorio tenía cinco laboratorios para procesar drogas sintéticas, áreas de hospedaje, cascada artificial, aeropista, tres plantas de luz, sistema de drenaje, agua potable, bodegas, lavanderías, cocina y enfermería; además de 10 antenas de sky, tres de red satelital.
Toda esta infraestructura fue realizada por trabajadores de la construcción, electricistas, ingenieros y trabajadores capacitados que fueron secuestrados en distintos estados del país y trasladados vía aérea hasta la zona.
En septiembre de 2008, 24 albañiles fueron acribillados por el cártel de Sinaloa, ya que las víctimas amenazaron con denunciar la construcción de un “narcotúnel” en Mexicali, aunque a ellos se les contrató para construir el túnel clandestino, que fue ubicado por autoridades estatales de baja california, no se les pago lo acordado y de ahí su amenaza, sin embargo también tenían la encomienda de hacer el mismo trabajo en Ciudad Juárez”.
Los cuerpos hallados en un paraje de la loma en la Marquesa , Estado de México eran de albañiles secuestrados en distintos estados del país para trasladarlos a Mexicali.
Las organizaciones criminales han creado esta nueva modalidad de secuestrar a trabajadores de la construcción para lograr sus costosas construcciones, sin invertir demasiado.
La cámara de la industria de la construcción en sus constantes denuncias han señalado que en Chihuahua, Tamaulipas y Durango, los grupos delincuenciales han empezado a cobrar un “derecho de paso” a los constructores para que puedan acceder a trabajar en las obras, lo que está orillando a los albañiles a buscar nuevas actividades ante la amenaza de ser levantados.
En Ciudad Juárez había alrededor de 250 empresas constructoras y hoy en día, solamente quedan 50 en la ciudad más violenta del mundo. A esto se le une el robo de maquinaria que también ha ido en aumento en los últimos 18 meses en todo el país, sobre todo en los estados del norte.
La evolución de los delitos que se cometen en la actualidad por el crimen organizado se está escapando de la capacidad de las autoridades federales; quienes ya no solamente tienen que evitar que los menores de edad estén dentro de las filas de las organizaciones delincuenciales como sicarios, ahora ante la crisis debe de evitar que obreros y campesinos sean presa de estos delincuentes que con engaños los utilizan y desechan ejecutándolos para que no revelen en donde están los narcotuneles, narcolaboratorios o casas de seguridad del crimen organizado. ¿Qué hará el gobierno para evitar esto?
Durante una plática informal con autoridades federales encargadas de crear las acciones contra el crimen organizado, manifestaban un inquietud en la lucha contra el narcotráfico que se lleva a cabo en México, esta inquietud es la transformación de las organizaciones criminales y sus delitos.
Del trasiego de droga pasaron al secuestro, cobro de piso, robo a transporte de carga, camionetas de valores y otros más; sin embargo en los últimos cinco años se ha detectado que las células del narco están levantando, secuestrando tanto a campesinos como trabajadores de la construcción en Nuevo León, Chihuahua, Tamaulipas para utilizarlos en la edificación de narcotúneles, casas de seguridad y narcolaboratorios.
Uno de los casos más representativos se dio en agosto del 2009 cuando el Ejército mexicano descubrió el narcolaboratorio más grande del país, ubicado en la zona conocida como las trancas municipio de Tamazula, Durango y perteneciente al cártel del Pacífico o Sinaloa.
Dicho narcolaboratorio tenía cinco laboratorios para procesar drogas sintéticas, áreas de hospedaje, cascada artificial, aeropista, tres plantas de luz, sistema de drenaje, agua potable, bodegas, lavanderías, cocina y enfermería; además de 10 antenas de sky, tres de red satelital.
Toda esta infraestructura fue realizada por trabajadores de la construcción, electricistas, ingenieros y trabajadores capacitados que fueron secuestrados en distintos estados del país y trasladados vía aérea hasta la zona.
En septiembre de 2008, 24 albañiles fueron acribillados por el cártel de Sinaloa, ya que las víctimas amenazaron con denunciar la construcción de un “narcotúnel” en Mexicali, aunque a ellos se les contrató para construir el túnel clandestino, que fue ubicado por autoridades estatales de baja california, no se les pago lo acordado y de ahí su amenaza, sin embargo también tenían la encomienda de hacer el mismo trabajo en Ciudad Juárez”.
Los cuerpos hallados en un paraje de la loma en la Marquesa , Estado de México eran de albañiles secuestrados en distintos estados del país para trasladarlos a Mexicali.
Las organizaciones criminales han creado esta nueva modalidad de secuestrar a trabajadores de la construcción para lograr sus costosas construcciones, sin invertir demasiado.
La cámara de la industria de la construcción en sus constantes denuncias han señalado que en Chihuahua, Tamaulipas y Durango, los grupos delincuenciales han empezado a cobrar un “derecho de paso” a los constructores para que puedan acceder a trabajar en las obras, lo que está orillando a los albañiles a buscar nuevas actividades ante la amenaza de ser levantados.
En Ciudad Juárez había alrededor de 250 empresas constructoras y hoy en día, solamente quedan 50 en la ciudad más violenta del mundo. A esto se le une el robo de maquinaria que también ha ido en aumento en los últimos 18 meses en todo el país, sobre todo en los estados del norte.
La evolución de los delitos que se cometen en la actualidad por el crimen organizado se está escapando de la capacidad de las autoridades federales; quienes ya no solamente tienen que evitar que los menores de edad estén dentro de las filas de las organizaciones delincuenciales como sicarios, ahora ante la crisis debe de evitar que obreros y campesinos sean presa de estos delincuentes que con engaños los utilizan y desechan ejecutándolos para que no revelen en donde están los narcotuneles, narcolaboratorios o casas de seguridad del crimen organizado. ¿Qué hará el gobierno para evitar esto?
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